jueves, junio 30, 2005

Personas

Me gusan las personas:

Originales.
Divertidas.
Espontáneas.
Diferentes.
Positivas.
Alegres.
Las no grises.
Las no mediocres.
Interesantes.
Misteriosas.
Aventureras.
Decididas.
Pasionales.
Las que van por la vida... con una sonrisa. O un par de ellas.

¿Y a ti?

miércoles, junio 29, 2005

Calenturas

La cosa está caliente últimamente. No sé si es el calor lo que a la mayoría de las personas que tengo alrededor les altera la sangre, pero lo cierto es que el público anda revolucionado.
Comidas con los compañeros de trabajo: monotema. De lo único. O de la falta de lo único, para ser más exactos. Sueños lésbicos por un lado, sueños con quien esto escribe por otro, idilios de verano y otras aventuras realizadas o por realizar muy subidas de tono.
Con toda naturalidad, que para algo pasamos mil horas juntos.
Unos saben contar mejor las cosas que otros, eso no puedo negarlo. Patosos hay en todas partes y el gracioso de turno, también.
Madonna sube enteros en esas conversaciones, a raíz del sueño de P., que como es habitual en ella, nos lo ha contado todo, todo, todo. Y entre bromas, ahora no dejo que se acerque a mí!!!!! Y oye, los chicos pero que muy atentos en cómo pasó P. su particular noche de amor con la cantante transgresora y muy pendientes para ver si se le escapa algún detalle de más. Está claro que nada mejor para atraer la atención de un hombre que narrar el encuentro entre dos féminas y fomentar de paso esa imaginación que a veces anda muy justita y otras bastante desbocada.

Chicas y chicos, ¿qué otras conversaciones os gustaría escuchar sin que nadie advirtiera vuestra presencia?

martes, junio 28, 2005

Hombre casado

Este post surge a raíz de un reciente comment que dejó Uaine y su idea de interesarse sobre el estado civil de los hombres.
Difícil situación y mucho que pensar sobre este tema. Creo que hay distinguir muy bien entre cuando una mujer se mete en medio de un matrimonio a cuando es el hombre casado el que comienza su personal cortejo frente a una mujer en la que, por cualquier cuestión, se ha fijado.
No estamos aquí para criticar, cualquiera de las dos situaciones tiene una particular historia detrás que habría que analizar, pero personalmente entiendo que en el segundo caso el hombre te está haciendo ver que no está tan casado como dice, y que la mujer puede mirar hacia otro lado o continuar un juego que ella no ha iniciado.

De todas formas, creo que no es fácil estar con un hombre casado, sean cuales sean las circunstancias. Ya sea un lío, un romance de verano o una verdadera historia de amor, que las hay, las ha habido y las habrá. Ni fácil ni cómodo ni ventajoso. Con la autoestima a prueba de bombas, eso sí. Y no tengo muy claro si las dos partes viven la historia de la misma manera.
Pero las cosas ocurren y quizá no hay que darle tantas vueltas. Estamos aquí para vivir, cada cual a su manera. Como me dijo una vez alguien: "arrepiéntete de lo que hagas, no de lo que no has hecho". No es tan simple como parece.

Caminos con muchas curvas que conocerán aquellos/as que se hayan metido por esas sendas. ¿Algo que decir?

lunes, junio 27, 2005

La sorpresa

Me ha pasado algo muy bonito. Creo que las cosas buenas están para contarlas, aunque me sienta un poco a lo Luis Miguel Dominguín cuando, recién terminada su primera noche de pasión con Ava Gardner, salió corriendo a gritarlo a los cuatro vientos porque decía que esas cosas estaban para contarlas.

Indiscreciones aparte, os pongo en situación: noche del domingo al lunes. 1:43 de la mañana. Yo, recién incorporada a ese primer sueño maravilloso y profundo. Suena un mensaje en mi teléfono móvil. Me dicen que hay una sorpresa esperándome. Tras indagaciones varias, me entero de que tengo que buscarla en mi librería. La sorpresa está escondida. Tardo unos minutos en encontrarla. Por fin reconozco un papel de regalo lleno de soles. La sorpresa tiene forma de libro: "Seda", de Alessandro Baricco, una novela que me habían prometido por mi cumpleaños, allá por el duro invierno, y que por fin está entre mis manos esperando a ser devorada.

Desde luego, pocas cosas mejores que saber que hay personas que piensan en ti y quieren hacerte la vida más fácil, más bonita, más agradable...
Me gustan mucho las sorpesas, pero ésta especialmente.

¿Cuál es la última sopresa que has dado/recibido?

A la inversa

Por cierto, ¿hay alguna pregunta que nos hagan los hombres que las mujeres evitamos?

Espero encarecidamente respuestas masculinas de mis lectores hombres, que sé que los hay. Gracias.

domingo, junio 26, 2005

La gasolina de la ilusión

No sé si soy celosa. Bueno, en realidad, no me acuerdo si soy celosa. La cosa es que llevo un tiempo contándole a mis amigas que quiero que mi próximo hombre sea celoso. La verdad es que mi sentido común ha logrado hasta el momento que ninguno de los caballeros que han pasado por mi vida lo fueran, pero ahora que estoy en fase de perder ese razonamiento que un día me caracterizó, mis intenciones son otras.

Bueno, a lo que iba. Yo no sé si soy celosa en casos como el que el otro día me contó mi amiga R. Resulta que la muy osada, en un momento de verdadera intimidad, le preguntó a un amigo con el que comparte una apasionante pero sobre todo apasionada amistad si se estaba acostando con otras mujeres, a lo que su amigo le dijo (supongo que entre alucinado y divertido) que esa pregunta él no la contestaba.
Lo primero que se me ocurrió decirle a R. fue "mira hija, esas cosas te pasan por preguntar tanto"; a lo que ella (con mucha razón, por cierto) me contestó "pues anda que tú... tú si que preguntas y encima a ti siempre te contestan lo que quieres oír". "Si tu supieras, guapa", pensé para mí...
El amigo apasionante pero sobre todo apasionado de R., que debe saber que a mi amiga se la conquista por las palabras, le dijo algo tan bonito y tan sacado de una canción de Sabina que el misterio era la gasolina de la ilusión.
"Mira bonita, una cosa es el misterio y otra los cuernos", me atreví a decirle más que nada para provocar, muy en mi línea.

Tras una larga y divertida conversación entre las dos, llegamos a la conclusión de que a la mayoría de los hombres no les gusta contestar a determinadas preguntas.
Pero sobre todo, decidimos que las mujeres no debemos hacer determinadas preguntas.

¿Qué preguntas evitan habitualmente los hombres, justo esas que las mujeres no deberíamos hacer?

P.D.- R., muchas gracias por contarme tu historia y prestármela para este post. Y no lo olvides, "el misterio es la gasolina de la ilusión".

viernes, junio 24, 2005

Me alegro

Pocas cosas tan reconfortantes como reconciliarse con la gente a la que quieres.
La sensación de que las aguas vuelvan a su cauce.
La intención de que no vuelvan a salirse.
El deseo de ser capaz de quedarme en mi silla cuando me digan no.
De no acercarme cuando no me lo pidan.
De no ser insistente.
De no hacer demasiadas preguntas.
De no creerme todo lo que me dicen.
De no rechazar el contacto físico.

Pocas cosas tan bonitas como la conversación telefónica a media tarde con los piés metidos en el serrín que ensuaciaba la moqueta recién estrenada.

Creo que hoy dormiré un poco mejor.
¿Qué te quita a ti el sueño?

Con o sin

Y tú, ¿me quieres sin embargo o con embargo?

Una copla

Resuenan en mi mente los acordes de una maravillosa copla escuchada a media tarde, Y sin embargo te quiero.

¿Por qué te quiero... sin embargo?

jueves, junio 23, 2005

La luna

Anoche, por lo visto, la luna estuvo en su nivel más bajo de los últimos dieciocho años y parecía, como consecuencia de una ilusión, más hinchada de lo habitual. Los que tuvieran la suerte de mirar al cielo, verían una luna más grande de lo normal.
Un fenómeno enigmático que todavía hoy sigue siendo objeto de estudio por parte de los científicos y que provoca una "ilusión lunar de gran impacto". Tal es su rareza que ni las cámaras son capaces de captar la desorbitada grandeza de la luna. Sólo es ojo humano es capaz de verlo.

La luna llena me trae muchos recuerdos. No sé por qué casi siempre la asocio al mar y a un cielo estrellado. A las vacaciones. A las no-prisas. A sensaciones plácidas.
Me gusta más la luna que el sol; lo que no significa que me guste más la noche que el día, porque en eso soy bastante cambiante, depende de la situación y de los planes que tenga para ese día y para esa noche.

Anoche no tuve la suerte de ver esa luna radiante y grandota. Habrá que esperar otros veinte años!!! Estaré atenta.

¿Qué te sugiere a ti la luna?

miércoles, junio 22, 2005

En voz alta

La cosa es que hoy me había levantado muy profunda con ganas de hablar de la vida y de la muerte y cosas por el estilo. Pero los días se tuercen sin nosotros quererlos. Con frecuencia llegan las nubes y nos tapan el sol. Es entonces cuando tengo que echar mano de aquel proverbio hindú que dice "que siempre hay mil soles en el reverso de las nubes".
Tendré que creérmelo pero...

Supongo que en la vida cuando quieres te hieren. Es el incoveniente de los que vivimos las cosas intensamente. A veces pienso que sería mejor no querer a nadie en la vida; así no me llevaría desengaños ni desilusiones. Pero rápidamente pienso que entonces sí que sería una egoísta. Y que a mí no me va nada mal queriendo, ni dejándome querer.

Esto no es sino una declaración de amistad. Porque me gusta tener amigos/as, aunque a veces duela. No me gusta que me hagan daño, ni hacerlo yo. No me gusta sentirme una verdulera en un patio de vecinos. No me gustan los insultos gratuitos ni las lanzas tiradas en dirección contrario.

Espero y confío en que el tiempo borre nuestros errores, cualesquiera que sean. Me quedo esperando a que sea rápido.

¿Y tú?

Desilusiones

Desilusión y tristeza.
Rabia e impotencia.
Mucha tristeza. Alguien sabe por qué.

Estoy herida. Esta mañana me han arrebatado mi capacidad para preguntar.

martes, junio 21, 2005

Patologías

Si un paranoico (por muy catedrático de Psicopatología de la Universidad Complutense de Madrid que sea) llega al Senado y dice que la homosexualidad es una patología; yo utilizo este blog para reconocer que ser hombre es otra patología, sin miedo a que nadie me llame paranoica.
Teniendo días como el de hoy nunca llegaré a entender a los hombres. Hoy me están creando más conflictos de la cuenta, y esta vez me he visto envuelta en sus argucias sin tener nada que ver.

El episodio vivido hoy me ha dejado tan tocada que no haría ninguna pregunta. Pero tengo que seguir fiel a mi línea editorial, no tengo más remedio. Por eso hoy pregunto ¿qué actitudes del género masculino reconoces como patológicas?

lunes, junio 20, 2005

Ventajas de vivir acompañado/a

- Motivos económicos. Desde luego, vivir solo es inmensamente más caro que vivir acompañado.
- Casi a todas horas tienes con quien conversar (... y con quien discutir!!!, pero esto no vale que sólo estoy hablando de ventajas).
- La nevera suele estar más llena que si vives solo/a.
- Si tienes suerte, puede que las tareas domésticas estén repartidas.
- Sexo fácil y seguro (???????????????????).
- Tienes quien te lleve el desayuno a la cama (????????????????????).
- Si eres miedoso/a, cuentas con protección gratuita.
- Tienes a quien echarle la culpa cuando fallas en algo.
- No tienes que discutir al salir a la calle (normalmente, los gritos los das en casa).
- Das más besos que si vives solo.
- Normalmente, escuchas tequieros de la persona a la que quieres.
- Compartes responsabilidades.
- Aprendes a utilizar la primera persona del plural.
- No necesitas despertador, ya te despierta el/la que tienes al lado.
- Cuando las cosas van bien, te sientes feliz.
- Cuando las cosas van muy bien, te sientes muy feliz.

Hay muchas más. ¿Qué otras ventajas ves en vivir acompañado/a?

Ventajas de vivir solo/a

- No discutes con nadie (sencilla regla de tres: no hablas, no discutes).
- Tienes la cama entera para ti. Ya sea un lado, el otro, el centro... Y además, nadie ronca a tu lado.
- No te peleas por qué ver en la tele. Tú manejas el mando a tu antojo.
- Puedes llevarte a casa a quien quieras, cuando quieras.
- Haces en casa lo que te da la gana.
- El teléfono puede sonar a cualquier hora del día y de la noche sin que nadie se mosquee.
- No tienes que dar explicaciones de por qué llegas tarde, o despeinado/a, o oliendo a alcohol, o con los pantalones rotos, o sin ropa interior... No tienes que dar explicaciones.
- La calefacción y el aire acondicionado los pones cuando tú quieres.
- No tienes que esforzarte en tener buena cara cuando no la tienes.
- Tú eliges la banda sonora de tu casa.
- La decoración de tu hogar te la debes únicamente a ti.
- Si no encuentras algo, es porque no recuerdas dónde lo has puesto; no porque alguien te lo haya movido de sitio.
- Si eres chica: no tienes que pedir a nadie que te ayude a pasar la aspiradora. Si eres chico: no tienes que aguantar que nadie te diga cuándo tienes que pasar la aspiradora.
- Puedes entregarte al hedonismo en todas sus vertientes en el momento más insospechado sin que nadie abra los ojos asombrado.
- Independencia, independencia, independencia.
- Libertad, libertad, libertad.

Hay muchas más. ¿Qué otras ventajas ves en vivir solo/a?

domingo, junio 19, 2005

Vicios

El chocolate.
Las caricias.
La comida mexicana.
Ibiza.
Dormir en sábanas planchadas.
Los besos.
Los besos con lengua.
Escribir.
Los libros.
Sus canciones.
Dormir.
El agua helada.
La leche condensada.
Las buenas conversaciones.
Provocar.
Preguntar: saber, saber, saber.
El cuello.
El orden.

Estos son algunos de mis vicios confesables. ¿Quién se atreve con los inconfesables?

sábado, junio 18, 2005

Gracias

Aunque hay quien piensa que no se debe dar las gracias a los amigos, y a pesar de que no vivimos en un momento en el que dar las gracias sea lo políticamente correcto, voy a ello.

Gracias a:
- Uaine, que como la isla que lleva en el nombre, es intensa y acogedora. Por aguantarme muchas horas al día. Por hablar, por escuchar, por reír, por llorar... conmigo.
- M., quien cumple con lo que en todas las encuestas aparece como la fantasía sexual femenina por exelencia. Gracias por tu apoyo, por tu forma de ver las cosas; pero sobre todo por compartir contigo mis secretos y ser confidente de los tuyos. Por atreverte a escribir.
- B., que siempre está y estará ahí. Por tus llamadas mañaneras. Por tu cariño hasta el infinito.
- Al que reparte polos de naranja. Por descubrirme un mundo lleno de magia y fantasía. Por devolverme la sonrisa y ser un estímulo constante.
- CH., que estuvo cuando no estuvieron otros. Por saber escucharme, por tu alegría, por llamar, por estar, por ser... A ti gracias y ahora todo mi apoyo.
- M. y P., que jamás me cuestionan. Por dejarme hacer siempre lo que quiero, sin preguntar.
- M., que pregunta tanto como yo. Por tus gustos culinarios, por venir cuando te lo pido, por ir a donde más te gusta... Aunque no me leas, a ti también.
- K., por tirarte a mi cuello siempre que me ves.
- P., que aunque en la distancia siempre estás ahí. ¡Ay, qué haríamos sin correo electrónico!
- A todos, gracias.

¿Alguien quiere dar las gracias en voz alta?

(P.D.- Perdona P. por no escribir en este post de lo malos que son los chicos)

viernes, junio 17, 2005

Inmóviles

El que un tipo al que no conozco de nada me pida mi reglamentario post del viernes es algo que alimenta mi ego literario con jamón del bueno. Alguien que volvió horrorizado del Norte de Africa comiendo polos de naranja.

Os cuento: llego tarde a mi cita pero llego, que es lo importante. No por falta de ganas, sino por exceso de trabajo. Jornada de grabación bajo el insoportable sol madrileño de un mes de Junio que parece pasado por el infierno. 40 grados a la sombra, vaya.
El más inexperto, un joven cubano con corte de modeli venido a menos, se planta ante un intensísimo recado que le piden: cambiar la cinta. Arduo trabajo para alguien que se cree una estrella del celuloide.
Freno la cosa para que no vaya a mayores. Justo en ese momento, pienso que un par de gritos incluso me los hubiera agradecido... con el tiempo.
Pero soy yo (la única mujer del grupo) la que tiene que poner las cosas en su sitio. Los otros hombres (siendo los más perjudicados ante tal actitud) permanecen serenos, sin una palabra más alta que otra, todos ellos prudentes y quietecitos, no vaya a ser que llamen demasiado la atención.
Por lo general, las mujeres saltamos antes. O simplemente saltamos mientros ellos se quedan remoloneando para que llegue otro (digo otro solamente por educación social, ya sabéis que quiero decir otra) y se lo solucione. Ya vendrá luego el comentario de que somos unas gritonas y unas histéricas. Un comentario que personalmente me resbala porque no me identifico en absoluto con tal actitud.

Sin quererlo, hoy he vuelto a vivir las diferencias entre unos y otras. Ninguno es mejor que el otro. Además, en el fondo a mí me gusta ser diferentes. Y me siguen llamando poderosamente la atención las actitudes vitales del rey de la selva... digo, de la casa. Es un buen ejercicio muy recomendable: observar al hombre en su movimiento interno, en esos momentos en que parece que se ha quedado sin pilas.

¿Por qué, ante algún conflicto o problema, las mujeres saltamos enseguida y los hombres permanecen inmóviles?

jueves, junio 16, 2005

Hombres

Me dice P. que tengo que escribir sobre los hombres. Ella ve esto un poco en plan "Sexo en Nueva York", aunque yo soy todo lo contrario a esa serie y bastante escéptica en cuanto a las personalidades femeninas retratadas. Incluso me ha llegado a comparar con la tal Carry porque dice que yo hago preguntas en mi blog, como ella hace preguntas en la serie.
En fin, que aquí me tenéis, dispuesta a hablar de hombres: Los hay de varios tipos. A saber, solteros, casados y mariquitas.

De los últimos cada vez hay más, la verdad. Lo bueno es cuando tú sabes que lo son, porque si no estás perdida. ¡Anda que no nos hemos llevado chascos con alguno por ahí! Está muy bien tenerlos como amigos y confidentes. Y además, estoy convencida que con uno de ellos del brazo se liga un montón. Sabes que, en cuanto te despistes, intentarán meterte mano, pero como todo es tan inocente y tan somosamigos, pues consigues tu objetivo: sentirte deseada por un hombre... aunque sea por un homosexual que sólo quiere saber lo duras que están tus tetas.

Los casados también abundan por todos los hemisferios. Lo malo de estos es cuando no llevan anillos, porque a simple vista no los distinguimos. Hay algunos que llevan la palabra CASADO escrita en la frente, como otros llevan la de INFIEL tatuada en algún otro lugar de su cuerpo (y no precisamente la frente). Hay mujeres que tienen muy claro que nunca se liarán con un hombre casado. Otras, se tienen que comer sus propias palabras.
Sus miradas, en la mayoría de los casos, no son tan inocentes como las del grupo anterior. Aunque lleve un trozo de oro en el dedo, si ladea disimuladamente la cabeza cuando tú pasas, se vuelve a conseguir el objetivo: sentirse deseada por un hombre... que cuando te busca las tetas desde luego no quiere comprobar únicamente si son de silicona.

Y por último, los solteros. Esos que existen pero no sabemos dónde están. Me refiero a los solteros apetecibles, claro. Son como Dios (para los que crean en Dios), sabes que existen, pero en la mayoría de los casos no los puedes ver. Son seres difusos, como entes, abstractos. Alguna diría que hasta invisibles. Pero a veces ocurre, no os preocupéis: cuando un soltero mira... y volvemos a sentirnos deseadas, ¡qué tiemble el mundo! Por cierto, estos también miran las tetas... creo.

Y ya paro, que me va a dar un ataque de frivolidad. Con lo espiritual y profunda que soy yo, digo.

Y tú, ¿cuántos tipos de hombres conoces?

Sin palabras

Sinceramente no me cuesta mucho trabajo escribir. Quizá por deformación profesional, por simple afición, o por creer en lo que hago. Pero hay días, hay momentos, en los que no me sale ni una sola palabra. Ni una sola. Porque hay gente que parece aliarse para robarme la energía, para dejarme indefensa, casi asustada.
Y así llevo dos días. La poca sutileza de una persona, su falta de tacto, su facilidad para herir, me ha dejado sin palabras. Un poco hundida. Como mirando a todos lados esperando respuestas, luces que me orienten, algún sentido a todo esto.

Pero hoy me he levantado animosa. Y sé que debo cuidar de este blog. Me siento como una niña pequeña dando de comer a su tamagochi. Al final, cuantas más cosas tenemos en la vida, más compromisos adquirimos.

Llevo dos días casi muda. Hoy empiezo a recuperarme. ¿Qué te deja a ti sin palabras?

lunes, junio 13, 2005

Soñando con ellos

Resulta que en una noche maravillosa de confidencias va P. y me dice que no puede querer. Resulta que P. pertenece a ese extraño género que no entiende a las mujeres; es decir, al género masculino. Resulta que P. tiene un lío con una rubia impresionante. Por lo poco que sé, resulta que además de rubia, la chica no tiene ni un pelo de tonta. Pero P. no puede querer.
Así son ellos: no pueden querer pero necesitan que nosotras les queramos. Y nosotras tontas, vamos y les queremos. Les queremos enseguida, para más inri. Y les reímos las gracias. Y les decimos cosas bonitas al oído. Y soñamos con ellos, que es más peligroso.
Porque al soñarles les idealizamos. Vemos lo malo, bueno.
Porque no me digáis, casi ninguna de nosotras soñamos con sus ronquidos, ni con sus malos genios, ni con sus gritos a destiempo, ni con su halitosis, ni tan siquiera con sus maravillosas hermanas que tanto te quieren y a menudo te dicen lo guapa que estás.
No, no... en nuestros sueños ellos están guapos de morirse, con inevitables dosis de colonia carísima, una botella de cava helada en la derecha y un diamante en la izquierda.
En nuestros sueños ellos hablan como no hablan en la realidad. Con cariños, cielos y tequieros. Arrumacos en la nuca. Por supuesto no llevan calcetines blancos, sólo corbatas de un buen puñado de euros. Corbatas que se quitan para seducirnos y en ocasiones atarnos a la cama.
Lo peor es soñar con ellos cuando ellos no existen. Eso es hasta indigesto, oiga.

A pesar de todo, soñar con ellos es divertido. Porque les ves en situaciones inverosímiles: con una flor en la mano cuando no saben diferenciar entre una margarita y un tulipán; hablando de cómo fue tu parto cuando jamás se acercaron al paritorio porque claro, qué desagradable toda aquella sangre brotando de tus entrañas; o comprándote un billete a las islas Bermudas cuando en realidad las únicas bermudas que has visto son las que le compró su madre en Navidad. (Por cierto, cuántas veces has tenido que escuchar eso de: cariño, ¿dónde están esas bermudas tan monas que me compró mamá? Lástima que no puedas decirle que acabaron como cortinas en la casita de muñecas de su nieta. Son las ventajas de lo poco observadores que son los hombres: que se pasan la vida mirando dentro de esa casa de muñecas y jamás reconocerán sus bermudas preferidas colgadas de la ventana).

En fin, a lo que iba: que soñar con ellos es estupendo... hasta que no se demuestre lo contrario.
¿Qué es lo último que has soñado teniéndole a él como protagonista?

viernes, junio 10, 2005

Las faltas

La falta de sueño.
La falta de caricicas.
La falta de un tequiero.
Las faltas de respeto.
La falta de humor.
La falta cuando te hace falta.
La falta cuando no lo buscas.
La falta de alegría.
La falta de él.
La falta de ella.
Las faltas de ortografía.
La falta de trabajo.
Las faltas graves.
O las leves.
Y las que están en medio.

¿Qué te hace falta para ser feliz?

jueves, junio 09, 2005

Diferencias

Ella no ha probado bocado. Él ha comido tranquilamente.
Ella habla de él a sus amigas. Él calla.
Ella escucha sus discos en el coche. Él va a verle en persona.
Ella entra sonriente a un foro. Él entra en el foro y sonríe.
Ella responde al teléfono. Él llama.
Ella tiene la piel suave. A él le gusta la piel suave.
Ella ha dejado de gritarme. Y creo que se lo debo a él.
En la distancia, gracias.

¿Por qué somos tan diferentes los hombres y las mujeres?

La llamada

Le ha llamado. Le ha llamado hoy jueves como había prometido. Nunca una llamada le había hecho tan feliz. Nunca le había visto tan irresistible. Transmite felicidad por cada poro de su piel.
Es una llamada de fantasía, de ilusiones, de magia. Una llamada con sabor a concierto, a música, y a pasión.
Una pasión que se ha quedado en sus ojos, en su boca, en una blusa rosa que se disfrazó de irresistible en una calle de Madrid.

Ha sido sólo una llamada, pero sabe a fresas con champagne.

¿Por qué nos gusta que nos llame, aunque sea un desconocido/a?

sábado, junio 04, 2005

Los blogs

No se sabe muy bien por qué pero ahí están, cientos de ellos. Qué digo, miles de ellos. Unos más interesantes, otros más misteriosos. De todos los colores, de todas las formas, estilos y condiciones. Son los blogs, esos trozos de vida que vuelan por el ciberespacio, en el que contamos las más variopintas cuestiones.
Unos por necesidad de gritar al mundo sus alegrías, otros por afán de exhibicionismo (?), quizá alguno porque no se atreva a decir en persona lo que cuenta en su blog, quizá algún otro porque aproveche sus líneas para decir precisamente lo que nadie le quiere oír... Tantas razones y desde luego todas ellas válidas.

Yo ya lo he contado, empecé esto porque según dicen soy muy preguntona. Y decidí que mis preguntas necesitaban respuestas. También como reto, como fantasía. Una ilusión. Porque me gusta escribir y lo hago a menudo. No sé si como un juego, pero sí para divertirme, para pasármelo bien y disfrutar. Para ser sorpendida y sorprender.
¿Escribimos para que nos lean? ¿Decimos las cosas para que nos escuchen? Reflexiones en voz alta.

La pregunta hoy no podía ser otra: ¿Por qué tienes un blog?

La soledad

No me gusta sentirme sola, aunque me gusta mucho estar sola. Pero ese otro sentimiento, ese que te ahoga y se apodera de ti, no me gusta en absoluto.
Son ratos, momentos, circunstancias... muchos viajes de ida y vuelta. Son sensaciones. Pero asustan, estan ahí. No sé si es más por mí o por los que me rodean... o debería decir por los que no están a mi alrededor.
La soledad buscada, la deseada, es tan fantástica como la mejor compañía. Pero cuando eso no se produce, duele hasta el infinito.

¿Por qué duele la soledad?

El NO

Los franceses han dicho NO a la Constitución Europea. Los holandeses también. Sin más valoraciones políticas, me parece una buena ocasión para reivindicar el NO. A mucha gente le cuesta decir NO. Vivimos en un mundo en el que parece más fácil decir que sí a todo. ¿Es mejor aceptar que rechazar? ¿Por qué nos cuesta tanto decir que NO?
A mí se me ocurren muchas cosas a las que decir NO. Por ejemplo:
- A los imbéciles.
- A la guerra.
- Al despertador cada mañana.
- A quedarme sin vacaciones.
- A la falta de sexo.
- Al desamor.
- A la tristeza.
- A quedarme callada por obligación.
- A los machistas.
- A los que van de listos.
- A la falta de libertad.
- A sus comentarios.
- Al trabajo sin pasión.
- A bajar en ascensor.
- A subir andando.
- A dejar de comer chocolate.
- A las pelis de ciencia-ficción con argumentos inverosímiles.
- A los trasnochados.
- A la anemia de imaginación.
- Al exceso de protagonismo.
- Al fútbol a todas horas.
- A los miedos.
- A la inseguridad....

A tantas cosas. ¿A qué le dirías tu que NO?

miércoles, junio 01, 2005

El cierre inmediato

El Juzgado de lo penal número tres de Madrid ha decretado el cierre inmediato de Weblisten, compañía dedicada a la distribución musical a través de Internet, por un delito contra la propiedad intelectual.

Si fueras juez por un día, tal vez por una hora... ¿por qué o por quién decretarías cierre inmediato?

Bienvenidos

La cosa surge porque tengo un amigo que me dice que pregunto mucho. Posiblemente sea verdad, pero si quisiera justificarme (que no es el caso), bien podría decir que para eso me pasé cinco años aprendiendo a preguntar.
Total, que de aquel comentario (nunca sabré si bienintencionado o con malas intenciones) nace este blog.
Abstenerse a los que no les gusta responder. O a los que no les gusta que les hagan preguntas, que no siempre es lo mismo.
Pero cuento con vosotros, con aquellos que no temen responder. Porque yo pregunto y vosotros respondéis. Esa es la norma.

Para empezar, una que viene al pelo: ¿qué es lo más osado que te han preguntado en tu vida? Si por el contrario, tú eres el osado/a, ¿qué es lo más atrevido que has preguntado?

Besos para todos, y gracias por colaborar.