sábado, diciembre 31, 2005

El último

Éste es el último post del año. No sé si eso tiene alguna importancia. Pero hoy es un día al que todos le damos, no sé muy bien por qué, demasiada relevancia.

Hoy es un día de brindis, de celebraciones, de resúmenes. También de tonterías, de malentendidos, me temo que de alguna que otra bronca y de más de una estupidez.

Hoy la felicidad se vende bien barata. Como si la regalaran al cruzar la esquina. Miro debajo de la almohada para ver si el despertar del último día del año incluye un cucurucho de confeti y serpentinas de colores.

En la subasta de la vida, hoy cotizan a la alza las sonrisas de plástico, los dorados de mentira, las lentejuelas ultracongeladas en alta mar.
Pero también tienen su lugar los brillos verdaderos, las burbujas que se escapan de las copas levantadas en alto, los besos a la luz de la luna, los brindis mientras nos miramos a los ojos, los deseos que pedimos a escondidas, los que gritamos a los cuatro vientos para que los demás los oigan.

A mí no me gusta la felicidad impuesta ni las risas obligadas. No me gusta lo impuesto en general.
Por eso si hoy soy feliz no es porque en el calendario ponga 31 de Diciembre. Oigo que llevo unos días brillando. Y así quiero acabar el año..., aunque aún no me decido por dónde ni con quién.

Éste es mi último post del año. No sé si eso tiene alguna importancia pero en él van mis mejores deseos para todos vosotros.
Al escribirlo, caigo en la cuenta que no tengo ni pensado lo que pediré al 2006. También creo que a veces pedir no sirve para nada. Quizá me valga con mantener todo lo que tengo ahora.


Éste ha sido mi último post del año. Un año, en el que además de luna, he sido sol.


¡¡Feliz año nuevo!!

viernes, diciembre 30, 2005

Pareja ideal

Leyendo esta mañana la edición digital de El Mundo, he visto un enlace a una página de contactos personales con un vistoso titular: "El 79% de los solteros quiere encontrar a su pareja ideal".

Pienso en ello y me pregunto, ¿qué tanto por ciento de los casados sueña con ella?

jueves, diciembre 29, 2005

Necesarias

Fantásticas.
Cada vez las disfruto más.
Cada vez las necesito más.

Siempre se hacen cortas.
Nunca son demasiado largas.

Deliciosas.
Afrodisíacas.
Intensas.
Obligadas.
Estimulantes.
Placenteras.
La envidida del resto... cuando no las tiene.

¿De qué hablo?

Hoy termino unas mini. De tres días.
Pero las he aprovechado. Me lo noto. Me lo notan.

miércoles, diciembre 28, 2005

Una duda

Lo ha dicho C. sentando cátedra:

"Vosotras buscáis nido, nosotros sólo queremos seducir".


¿Estás de acuerdo?

martes, diciembre 27, 2005

24 horas

Necesito un día de más de 24 horas. Con esta duración, no me da tiempo de nada.
Aquí me tenéis; a las dos y media de la mañana sin haber hecho todo lo que tenía pensado.

¡No es justo! Quiero más... No puedo evitar acordarme: "Insaciable también empieza por -in".

¿Alguien sabe cómo doblar el tiempo? ¿pero es que el tiempo se puede doblar?

domingo, diciembre 25, 2005

Mi cumpleaños

Para casi todos, 25 de Diciembre, fun fun fun.
Para mí, 25 de Diciembre, cumpleaños feliz.

Hoy cumplo 34 años. Si echo la vista atrás, un año muy intenso, muy vivido y muy sentido. Un año que por muchos motivos ha sido especial.
Un año de regeneración, de estimulación, lleno de matices. Un año también de soledades, de desconciertos, de incredulidades.

Con los 33 dejo atrás pequeños miedos, algunas personas, certezas varias, y me temo que más de una ilusión. Los despido llena de ilusión pensando en lo que me depararán los 34. Intuyendo que será un fantástico año. Pero también con un ligero sabor amargo. Con nubes que jamás se me tenían que haber cruzado en el camino.

Un año en el que, entre otras cosas, he afianzado lazos con una empresa en la que, a pesar de todo, me siento muy querida por muchas personas. Un año en el que me he dado cuenta que no le echo de menos. En el que sé quienes están y quienes no. En el que me he enterado que voy a ser tía por segunda vez y sonrío en voz alta por ello. Un año en el que descubrí la magia de los sms a mitad de los sueños; que las personas no siempre son lo que parecen; que los verdaderos amigos lo son para lo bueno y para lo malo; que no hay que mirar atrás; que las mentiras no son buenas compañeras de viaje; que existe la física pera también la química; que perdonar es fácil pero olvidar no tanto; y que el saber, algunas veces, produce dolor.
Un año en el que me dejé seducir por el fantástico mundo de los blogs, orgullosa de mi verdadosa y de las personas con las que ya casi a diario comparto algunas complicidades sin apenas conocernos.
Un año de intenso desarrollo profesional, de esfuerzo pero también de recompensas.

Un año que sin duda ha merecido la pena. En el que yo he merecido la pena.

Pero mi año 33 ha llegado al final. Hoy empiezo otro capítulo. Un montón de páginas en blanco que tendré que rellenar día a día. Ojalá en ellas encuentre mil motivos para sonreír.

viernes, diciembre 23, 2005

El primero

Aún quedan dos días para mi cumpleaños. Pero esta mañana he recibido el primer regalo.

Me ha hecho ilusión por muchos motivos: porque no me lo esperaba, por la forma en que se ha producido, por lo que es, por la calidad humana de quien lo regala, porque siempre es bonito que la gente piense en ti...




Casualmente, ayer me detuve en este libro. Lo tuve en mis manos porque una amiga mía quería regalárselo a otra amiga. Yo le dije que cuando lo leyeran, me lo prestaran. Y hoy me lo han regalado a mí. ¿Existen las casualidades?

La contraportada dice "Es normal: en esta época marcada por el estrés y la competitividad, estamos sometidos permanentemente a situaciones de tensión que, si no estamos preparados, pueden perjudicarnos y hacernos sentir desorientados. El doctor Dresel nos invita a hacer diariamente un alto en el camino para dialogar con nosotros mismos y así emprender la senda del autoconocimiento a fin de que nada nos robe la alegría de vivir".

Con esa alegría de vivir emprendo esta lectura y todo lo que me depare el nuevo año.

Gracias A. Por el libro, por nuestras conversaciones, por las sonrisas. Por ser tú.

Lotería


El sueño que todos esperamos cada 22 de Diciembre.

Lo que a estas horas le está haciendo sonreír a más de uno.

Y lo que no ha llegado al bolsillo de la mayoría de nosotros.

El día de la lotería de Navidad es el día de la salud para casi todos.

Pero qué bien nos vendría que además fuera el día de los millones...

Creo que es el único gordo al que nadie le pide que baje su peso.

Todos hemos soñado esta mañana qué haríamos si la fortuna se pusiera de nuestra parte. Mis sueños son muy cotidianos: una casa, un coche nuevo, un fantástico viaje a algún rincón lejano que aún me quede por descubrir, otro viaje, otro viaje, y otro, y otro...
¿Cuáles son los tuyos si en este momento tuvieras cuatro o cinco décimos del 20085?

jueves, diciembre 22, 2005

Mi felicitación navideña



Un brindis muy especial.
Un brindis por todos vosotros, lectores de este blog.

Por quienes tantas sonrisas me habéis provocado.
Por los de siempre, por los nuevos, por los que están, por los que lo dejaron.
Por todos vosotros... ¡salud!

miércoles, diciembre 21, 2005

La bañera

Mi amigo P. me pide que escriba el post del día a propósito del siguiente chiste que me manda por mail:


Durante una visita a un instituto psiquiátrico, una persona le preguntó al Director qué criterio se utilizaba para definir si un paciente debería o no ser internado.

- "Bueno," dijo el Director, " llenamos una bañera, luego ofrecemos una cucharita, una taza y un balde al paciente y le pedimos que vacíe la bañera."

- "Ah, entiendo", dijo la visita. -" Una persona normal usaría el balde porque es más grande que la cucharita y la taza".

- "No", dijo el Director. -" Una persona normal sacaría el tapón. ¿Quiere una habitación con o sin vista al jardín?"


Mi conclusión: Pues que en el fondo todos estamos un poco locos. Que en ocasiones no vemos lo más fácil o tiramos por el camino más complicado. Y que lo que nos ponen delante de los ojos nos impide ver el resto. ¡¡Hasta lo más evidente!!
... Y que la pregunta tenía un poco de mala leche, no nos vamos a engañar... ¿o no?

martes, diciembre 20, 2005

Temple (... que no templanza)

Nunca lo había hecho. Y ayer accedí.
Era una pasta blanca. Muy densa. Demasiado para mi gusto.
Le tuve que añadir un poco de agua. Y empezar a remover fuerte.
Entonces él dijo: "no lo estás meneando bien". Así que tuve que poner más ímpetu.
A los pocos minutos me salpiqué el pantalón. Me puse perdida. Pero me gustó.
Y sobre todo ví que era capaz.

Me estoy empezando a creer que soy capaz de todo.

Ayer me pusieron a hacer temple. Una pasta blanca mezclada por mí que se quedará para siempre en esas paredes.

lunes, diciembre 19, 2005

Sentada


A veces tengo que sentarme. Para respirar. Para mirar bien lo que hay a mi alrededor.
A veces me quedo quieta. No porque no sé que hacer sino porque no tengo idea de cómo hacerlo.
Pero en este momento de mi vida no me voy a quedar sentada. No pretendo, ni mucho menos, ser espectadora. No sirvo para ello. Ni quiero.

La película se llama "Reivindicación del yo".

Recién salida de la Unidad de Cuidados Intensivos, me ha dicho mi doctor (un señor muy atento y simpático, pero sobre todo muy profesional) que me está preparando un ungüento mágico con el que estaré prácticamente curada.
Pero también me ha contado una serie de cosas que son las que a estas horas aún me mantienen sentada: que los cuentos no existen (por muchos parques que se inventen) aunque haya mucha impostora por ahí haciéndose pasar; que provocaciones, las justas; que de haber una princesa, ésa soy yo; que las cenicientas caducas tienen los días contados y que al final es Caperucita la que se lleva el gato al agua; que las estrellas, el sol y la luna corren de mi cuenta.

... No hay nada como escuchar a la gente que de verdad sabe.

Le he dicho a mi doctor que se dé prisa con el ungüento. Que quiero levantarme.

viernes, diciembre 16, 2005

Noche de Reyes

El otro día lo contaba a un grupo de conocidos y me miraron con cara extrañada. Les dije que la última noche de Reyes puse los zapatos debajo del árbol de Navidad.
Esto no tiene ningún mérito ni ningún valor añadido, pero es que... ¡¡vivo sola!!

El problema me surgió el último 5 de Enero. Yo llevaba 33 años colocando los zapatos debajo del árbol esperando que a la mañana siguiente los encontraría llenos de regalos (bueno, no siempre llenos, a veces medio llenos). Y ésa era la primera noche de Reyes que la pasaba sola, viviendo sola. Me lo pensé mucho, no creáis. Pero al final decidí que tenía que seguir poniéndolos, que no iba a cambiar algo que llevaba haciendo toda la vida y que me había provocado tan buenos momentos.

Con cuidado elegí los zapatos más grandes que tenía. Finalmente puse unas botas. No fuera a ser que...

Supongo que todo hubiera cambiado si a la mañana siguiente mis botas hubieran aparecido llenas de regalos.

Las personas que el otro día me oían contar esto, comentaron entre risas que estaba loca. ¿Tú que crees?

miércoles, diciembre 14, 2005

Mi debilidad

El lugar exacto desde el que se desactivan todas mis precauciones.



¿Cuál es el tuyo?

martes, diciembre 13, 2005

Empantanados

Deliciosa comida con el cliente que mejor maneja el gusto culinario de mi departamento. Deliciosa, no sólo por los ingredientes (de muerte los bomboncitos de foie). Deliciosa por la conversación, por lo que hemos dicho, por lo que he escuchado.

La conversación nos llevó enseguida a las relaciones personales, a lo que hemos cambiado las mujeres con el paso del tiempo, y a lo mal que están los treintañeros en beneficio de los cuarentones. Mi cliente está un poco escandalizado con que (parece ser) ahora somos las mujeres las que dejamos (mayoritariamente) a los hombres. Decía que dejamos las cosas "empantanadas", sin pensarlo y sin reflexionar. Y que es un virus que está muy expandido entre sus amigos. Las dos chicas presentes en la comida le hemos llamado machista, cosa que ha reconocido sin rechistar (P, te ha sobrado el "y a mucha honra").

Personalmente creo que en cualquier ruptura la situación en sí es la que se queda empantanada. Y todos nos sentimos de alguna manera con esa sensación. De todas formas, es un término que me ha hecho gracia en ese contexto y que pienso apropiarme.
¿Quién no se ha sentido empantanado alguna vez?

Después de reírnos, analizar lo que nos diferencia a las chicas de los chicos, reconocer los errores de unos y otras, y hasta comentar las citas esas que se están poniendo tan de moda de siete chicos frente a siete chicas en siete minutos, nuestro interlocutor ha terminado la comida reconociendo que algo no debe ir bien cuando las dos mujeres que tenía enfrente estaban solteras.
Coincido con él en que algo no marcha bien, pero no sé muy bien de qué se trata. ¿Alguien tiene alguna pista?

lunes, diciembre 12, 2005

En penumbra

jueves, diciembre 08, 2005

Sin título

Hoy no era un buen día para ir a trabajar.
Pero lo peor de todo es que no era un buen día para vivir.

Lo malo de los sueños es que se acaban.
Viví durante una larga temporada sumergida en una de ellos.
Ciega, porque no quería ver.
Sorda, porque no me interesaba oír.
Mirando para otro lado, que eso también lo sé hacer.

Feliz y estúpida al mismo tiempo.
Con gotitas de esa felicidad a la que todos queremos llegar. A veces, hasta chaparrones.
Con goteras de esa estupidez a la que nadie quiere arrimarse.
Pero supongo que la felicidad y la estupidez son asiduas compañeras de viaje. Que se dan la mano en el mismo vagón. Y que a veces, viajan en preferente.
Pero no soy ni estúpida ni feliz. Lo primero, no me interesa. Lo segundo, mucho más.

Nunca me han gustado las mudanzas.
Y hoy siento que tengo que empaquetar a toda prisa algunas de mis pertenencias. Lo hago con cuidado, con precauciones, porque no quiero que al abrir las cajas se me rompa el contenido.

Lo malo de los sueños es que tienen un final.
Lo bueno de las pesadillas es que llegan a su fin.

miércoles, diciembre 07, 2005

Sin ganas


No es por falta de tiempo.

Es por falta de ganas.

lunes, diciembre 05, 2005

Del verbo fiar


Me fío de ti.
Es lo mejor que me pueden decir.



Confío en ti.
Es lo mejor que puedo decir.

domingo, diciembre 04, 2005

El valor de la palabra

¿Quién ha dicho que no es importante una sola palabra?


¡Ay, Pepe, así no se puede hacer nada!
¡Ay, Pepe, así no se puede hacer!
¡Ay, Pepe, así no se puede!
¡Ay, Pepe, así no sé!
¡Ay, Pepe, así no!
¡Ay, Pepe, así!
¡Ay, Pepe!
¡Ay!

jueves, diciembre 01, 2005

No es lo mismo...

No tener verguenza que ser un sinverguenza.

Tener hambre que estar hambriento.

Estar jodido que estar jodiendo.

Querer que amar.

Amar que necesitar.

Cantar que dar el cante.

Estar inútil que ser un inútil.

Hablar que hacerse oír.

Mirar que observar.

Santiago de Compostela que compóntelas como puedas, Santiago.

Estar triste que ser triste.

Solitario que soledad.

Excitante que excitado.

Huir que escapar.


No es lo mismo...