martes, febrero 28, 2006

Recuerdolvidos

Conversación entre bloggeros (Yo soy el 2):

1.- Jo, se me acaba de olvidar una idea que tuve anoche para un post.

2.- Pues no sería importante. Si lo fuera, no se te habría olvidado.

1.- Eso no es verdad. La inspiración no siempre me llega cuando estoy trabajando.

2.- Ya, pero sigo pensando que las cosas importantes no se olvidan.


... (Blablablablablabla).


Después de decir eso, reflexiono sobre si las cosas importantes no se olvidan nunca. Si siempre permanecen. Y si por el contrario, las no tan importantes son olvidadas con rapidez. En esto último, mucho me temo que no.

¿Recordamos sólo lo que queremos? ¿Olvidamos lo que nos conviene?

Me gusta una frase que dice que recordar es volver a vivir. Aunque por otra parte, reconozco que no me gusta en exceso vivir de recuerdos.

Aunque yo llevo dos días recordando una mirada, una sonrisa... (dato para los más curiosos: no, no es de un hombre).

¿Algún recuerdo tuyo que quieras compartir?

domingo, febrero 26, 2006

Por fin nevó... en Madrid

Fue la sorpresa de esta mañana al subir la persiana.


Así que nada mejor que coger el coche y emprender camino...

El resultado... espectacular.


Aunque decían que hacía mucho frío, yo ni me he enterado de los 4 grados bajo cero.

Y es que hoy ha sido un domingo especial.

No sólo por la nieve.

jueves, febrero 23, 2006

Escribir

Escribir nunca ha sido una necesidad.
Sí un placer.

Escribo todos los días.
No sólo por placer.
También porque forma parte de mi trabajo.

Escribir no es terapia.
Es afición.

No es huída.
Es distancia corta.

Es juego.
No es pasatiempo.

Escribir es querer a las palabras.
Es pensar con grafías.
Sonreír con el teclado.

Es inventar sentimientos.
Ocultar penas,
rebajar dolores,
estirar añoranzas.
Vestir de gala lo cotidiano.

Es guiñar un ojo
sin necesidad de mirar.
Es dejar una parte de mí
para el que la quiera coger.


Escribir es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida.
Que me lean, un viaje al paraíso.

miércoles, febrero 22, 2006

Cosas malas

¡Ay, qué mala es la envidia!

... Y que mezquino aquel que tiene que convivir con ella.

martes, febrero 21, 2006

Diferentes

Ha sido una de las conversaciones estrellas del fin de semana. Las diferencias.

Todo surgió a raíz de la relación que ha iniciado una de mis amigas con una persona a la que ella califica de radicalmente distinta.
Nos contaba que nadie, a priori, podría relacionarla con un chico tan diferente a ella. Que nadie podría imaginarlo. A partir de ahí, comenzamos caminos tortuosos para averiguar qué es ser diferentes.

Al final la cosa se fue simplificando con ejemplos como éstos: "Pero si somos de ideologías políticas muy diferentes", "Yo soy una atea redomada y él cree en un Dios al que yo ni tan siquiera conozco", "A él le gusta dormir con las persianas cerradas, a mí con la luz entrando al amanecer", "Él prefiere el invierno, yo el verano", "A él le gusta el campo, yo soy urbanita".... Blablablablablabla

Nos pusimos serios. Cada cual fue dando su opinión, basada en su experiencia.
Yo, que siempre he estado con personas muy distintas a mí, no era quién para decirle qué es mejor o qué es peor. Y si es más fácil estar con gente afín a uno mismo es algo que sólo puedo imaginar.

Pero me hizo pensar. Sobre todo en cuestiones tan personales como la política o la religión.

Por eso pregunto, ¿conoces a parejas que mantengan ideologías o creencias opuestas?

Miradas

Ojos que no ven... corazón que no siente.


¿Estás de acuerdo?

sábado, febrero 18, 2006

Prefiero

Prefiero los besos a las flores.
Tus palabras a tus silencios.

Prefiero callar por gusto que por obligación.
Vivir que sobrevivir.

Difícil elección entre leer o escribir.
Entre le espalda o el cuello.
Entre dar o recibir.

Prefiero que me lo digan a que me lo cuenten.
Imaginar a fantasear.
Ser libre a pertenecer.

Prefiero a los valientes que a los insensibles.
A los que vienen que a los que van.
Prefiero la música al silencio.
El silencio sobre el murmullo.

Prefiero lo que tengo a lo que tendré.
Lo que soy a lo que pude ser.
Lo que te di a lo que te daré.


Prefiero seguir mi camino
aunque aún no sepa en qué dirección...

viernes, febrero 17, 2006

Elefantadas

Lo dice el periódico de hoy: Los elefantes no perdonan y además, buscan la venganza.

Es el resultado de un estudio publicado en el último número de la revista británica New Scientist. Lo que me lleva a pensar que estas revistas tan científicas o no tienen mucho que hacer o se sienten atraídas irremediablemente por las trompas, que también puede ser.

Según estos investigadores, es por ese ánimo de venganza por lo que los elefantes atacan asentamientos humanos como revancha por las penalidades sufridas en el pasado por culpa del hombre (?) (La interrogación la pongo yo).

Este estudio indica además que los elefantes sufren de desorden de estrés postraumático, que en los seres humanos provoca depresión, pesadillas y ansiedad, por las experiencias traumáticas que han sufrido anteriormente.

Así, prosigue el estudio, manadas de estos mamíferos han asaltado pueblos, demolido cabañas y destruido cultivos, no para conseguir comida como hacían en el pasado, sino para asustar a las personas.

(Y ahora copio textualmente)
Según Joyce Poole, directora del proyecto de investigación del Elefante de Amboseli, en Kenia, "estos animales son lo suficientemente inteligentes y memoriosos como para ser capaces de vengarse".
"Los directivos de los parques naturales creen que es más fácil acabar con los elefantes 'problemáticos' que exponerse a la ira de los visitantes" atacados, indicó Joyce.
Sin embargo, la directora considera que se matan elefantes sin tenerse en cuenta las consecuencias para el resto de la manada y sin considerar la posibilidad real de que puede desatar un estallido de violencia.
Los científicos sospechan que de una generación a otra se ha transmitido un sentimiento de rencor y de desconfianza hacia la raza humana que se remonta a las décadas de los setenta y ochenta, cuando la caza furtiva estaba en pleno auge.
El estudio apunta que este trauma ha creado una generación de elefantes "adolescentes delincuentes" que quieren resarcirse de los sufrimientos pasados.


Curioso.
Ahora (con permiso) y añadiendo un poco de sentido común, ¿no creéis que la prestigiosísima y cultísima New Scientist ha sacado unas reflexiones un poco excesivas?

¿Qué razón tiene la interesantísima Joyce Poole cuando dice que "los elefantes son lo suficientemente inteligentes como para ser capaces de vengarse"?
¿Desde cuando tiene algo que ver la inteligencia con la venganza? Aún lo estoy pensando...

jueves, febrero 16, 2006

La respuesta

¡¡Jo, me temo que me quedo otra vez con el beso!!

¿Por qué nadie dio en el clavo?

Mirad esta foto

Es la que primero hice. Son un montón de latas juntas. De esas en las que se envasan alimentos para animales. Podrían ser también de alimentos para humanos. Eso da igual.

Vacías. En su fábrica. Listas para ser llenadas y metidas en una gigantesca olla a presión donde se "cocina" su interior. Por eso todas saben igual.

Como digo, ésa fue la que hice en primer lugar. Luego, moviendo rápidamente la cámara, disparé otra vez. Salió la foto de la pregunta.

Me pareció tan atractiva y pensé que en ella se veían tantas cosas diferentes, que quise jugar con vosotros para averiguar qué os decía la foto. Y como siempre, el resultado ha sido excepcional: alfombras, césped, olas de mar, tejidos, cortinas...

Puede ser todo eso... o pueden ser unas simples latas de alimentos para animales.

En cuanto al beso... habrá que ir pensando en otra preguntita de más sencilla respuesta. Digo yo.

miércoles, febrero 15, 2006

¿Qué es?


Si lo adivinas...

... te doy un beso.

martes, febrero 14, 2006

Dos años

Hoy hace exactamente dos años que me separé. Sé que no fue una manera muy ortodoxa de celebrar el día de los enamorados, pero son esas casualidades que te ofrece la vida.
Dos años para renacer. Para inventarme una nueva vida. Para creer más en mí.

Disfruto ahora de mi independencia, de saber que todo lo que tengo me lo debo a mí misma, de mi tiempo, de mis cosas. También de mis soledades.

En dos años me he creado un mundo nuevo. Cambié de casa, de amigos, de cotidianeidades, de compañías, de ausencias... Incluso de trabajo. Decidí abandonar mi (nuestra) empresa porque sabía que si no lo hacía todo sería más difícil. En todo este tiempo he sentido que me decanté por el camino correcto.

Un día como hoy de hace dos años tomé una de las decisiones que más trabajo me ha costado en mi vida. No me arrepiento. Pero recuerdo aquellos días especialmente tristes, sobre todo la noche en que me metí a internet para anunciar la venta de mi casa en el segundamano o la vuelta a casa después de firmar esa venta en el notario y ponerme como una loca a rellenar las cajas de la mudanza.

Fueron días de desconsuelo, de muchas lágrimas, de sentimientos profundos. Hoy puedo mirar atrás sin dolor. O eso creo.

Yo, que casi siempre he vivido en pareja y he mantenido pocas pero largas relaciones, tuve que descubrir a toda prisa el mundo de la soltería. Un mundo al que me asomé con pereza, incredulidad y cierto desconcierto. Un mundo al que no estaba acostumbrada. No sé si aún lo estoy. No sé si ahora me asomo con más pereza, más incredulidad o menos desconcierto.

Siento que la vida pasa muy rápida, que los años vuelan.
Y que cada uno va escribiendo la suya a base de experiencias, unas buenas y otras no tanto.

Dos años pueden ser mucho tiempo. O pueden no ser nada.
A mí se me han pasado volando.

domingo, febrero 12, 2006

Mi futuro

¿Alguien sabe leer el futuro?

Lo pregunto para ahorrarme unas cuantas preocupaciones...

sábado, febrero 11, 2006

Cada día

Si cada día que pasa me gusta más estar sola...

¿por qué cada día me pesa más sentirme sola?


De miel y chocolate

Con apenas unas horas de diferencia, en el mismo día, he escuchado dos opiniones sobre este blog. Diferentes intenciones pero parecidas conclusiones.

La primera, dicha en un momento de arrebato, es de un amigo que calificó a verdadosa como un blog de miel. Me lo dijo para molestar (que no para ofender), como sinónimo de blandengue y melosa. Pero yo me lo quedé como algo maravilloso. Me encantaría tener un blog de miel, me parece algo muy estimulante. Y la dulzura, un valor que no debería dejar de cotizar a la alza.

La segunda, de otro amigo que me dice que debo cambiar mi nombre por el de Dulce Luna de Choclate. Me gustó por razones obvias. Porque soy una fiel seguidora del Sr. Cacao.

Al final, me quedo con las palabras que un día me envío S. diciéndome que debía escribir únicamente sobre lo que yo quisiera, sin importarme lo que digan o piensen los demás.

... Aunque ser de miel y chocolate es lo mejor que me pueden decir.

viernes, febrero 10, 2006

¡Fin de semana!

Me produce una gran felicidad saber que es viernes, que he llegado a casa a una hora razonable, que tengo un montón de horas por delante para descansar, que voy a estar dos días enteros sin pensar en el trabajo, que me espera una larga e intensa noche... para dormir.


Lo acabo de celebrar con un par de ferrerorrochés. Y he pensado que me apetecía pasar por aquí para contarlo.

Lo dicen ellos

Hace unos días, comiendo en medio de La Mancha con dos compañeros (os) de trabajo y haciendo un alto en el camino, surgió el tema de las parejas, de las felicidades y las fidelidades.

Los tres estábamos bastante de acuerdo en lo que era admisible y lo que no. Aunque he de decir que ellos (cosa rara) eran bastante más intolerables que yo.

Me sorprendió que los dos opinaran que la infidelidad es imperdonable porque lo que se ha hecho una vez siempre se repite, y el que es infiel una vez lo será de por vida.

Palabra de hombres. ¿Tendrán razón?

miércoles, febrero 08, 2006

Cumpliendo peticiones

Si un señor tan imponente como Ed Harris me pide algo, yo lo hago.
Y ayer me lo pidió.

A falta de proposiciones deshonestas, el Sr. Harris me dice que acepte su cadena literaria, que básicamente consiste en copiar una cita de un libro con el que te sientas plenamente identificado.

Acepto su juego pero con algunas variantes. En vez de copiar una cita, voy a sugerir un título. Y más que porque me sienta plenamente identificada con él, porque en realidad me gustaría.

"Siempre hay mil soles en el reverso de las nubes" es el título de un libro de Dominique Lapierre. Es un proverbio hindú. Y desde que lo vi escrito la primera vez, siempre me acompaña.
Me encantaría que así fuera, que siempre saliera el sol. Pensar que por muy mal que estén las cosas, siempre hay lugar para la esperanza.

Ahora mismo (literal: ahora mismo) mis nubes son mi trabajo. En realidad, el exceso de él. Y me asomo a esa frase para poder respirar. Para ver más allá y darme cuenta que el sol me está esperando, más pronto o más lejos pero me está esperando.

Intento brillar. Y hay días que hasta compito con el sol.
Pero las nubes también existen.

... Aunque sólo sea para esconder los mil soles que hoy intento camuflar entre estas letras vestidas de una ácida mezcla de cansancio y esperanza.

martes, febrero 07, 2006

Proverbio chino

"Ámame cuando menos lo merezca...
ya que es cuando más lo necesito"


Y hoy, a estas horas, lo necesito.
Aunque nunca sepamos si de verdad lo merecemos.

lunes, febrero 06, 2006

Te echo de menos

Te echo de menos.
A tus manos, recorriendo mi espalda.
A tu respiración, intensa y profunda, junto a mi oído.
A tus besos, buscando los rincones inexplorables de mi cuello.

Te echo de menos.
A tus palabras. A tus gestos. A tu sonrisa.
A esa forma en que me miras cuando me miras.
Esa que nos aísla. La que me dice todo o nada.

Te echo de menos.
En mi casa. En la calle. En la cama.
Al despertar. A la hora de dormir.
Siempre.


A ti, que no existes.
Te echo de menos.

sábado, febrero 04, 2006

Nos pasa a todos

Creo que es justo comenzar este post sabadeño escribiendo que estoy de mala leche. Además, cuando estoy de mala leche me cuesta mucho escribir. No ocurre lo mismo cuando estoy triste.
Aunque mucho me temo que hoy se me han juntado las dos condiciones.

Porque mañana es domingo y trabajo; y me molesta madrugar un domingo. Porque en días como hoy pienso que en mi valorada independencia no sirve para nada. Porque busco y no encuentro. Porque llevo un par de días escuchando demasiadas tonterías en mi trabajo, y demasiado tiempo trabajando como una burra sin encontrar siquiera una sonrisa a cambio. Porque me falta algo. Porque me he quedado perpleja hace un rato al teléfono escuchando que, trabajar el fin de semana es, por mi condición de soltera y sin hijos, mucho más fácil que para los insensibles que dicen eso (por supuesto casados o divorciados pero con hijos). Porque no tengo tiempo y no va a ver cine ni otras muchas este fin de semana. Porque he vuelto temblar. Por otras razones.


He lamado a mi amigo P. para contarle mi mala leche. Me ha dicho que me he equivocado de persona. Que ya sé que él no está para subvencionarme la tristeza. Que tengo un montón de motivos para sonreír y ser feliz. Que piense en ellos...

Enseguida me he acordado de Verdadosa. Pero sobre todo, de los buenos ratos que paso leyendo lo que contáis.

jueves, febrero 02, 2006

¿Olvidar o perdonar?

Para mí es mucho más fácil lo segundo que lo primero. Porque creo que perdonar sale del corazon. En cambio, el olvido está más asociado a la cabeza, al entendimiento, a las capacidades.
Perdonar sale. Olvidar, no siempre.

Pongamos un ejemplo: me acabo de enterar que mi banco me roba. He pillado infraganti al chico de la ventanilla que me deja desplumá. Tras muchos esfuerzos, el director de la oficina me hace caso y le despide.
Yo intento perdonarlo porque me sale directamente del corazón, es algo que no entiende de razones... No sé muy bien por qué pero decido perdonarlo.

Pero resulta que, después de un mes en el que el individuo ya no trabajaba en el banco, un día voy y me lo encuentro allí sentado, como si no hubiera pasado nada.
Se lo digo al director y me dice que tengo que olvidarlo. Que yo veo cosas raras donde no las hay.
Le digo que estoy harta de tanta tontería, de tanta bajeza, de los rancios que se apoderan de lo que no es suyo, y de tantas indirectas. Me responde que sólo yo veo esas indirectas.

¿Cómo voy a olvidar que ese tipejo me roba si cada día me lo encuentro allí sentando con su media sonrisa de imbécil, su indiscreción absoluta y sus indiscutibles ganas de joder?

Está claro que una cosa es perdonar y otra olvidar.
Y que para olvidar debe haber una cierta subvención por parte de quien te dice que tienes que olvidar.

Está claro que una cosa es perdonar, otra olvidar, y otra bien distinta es quedarte mirando con cara de idiota.

miércoles, febrero 01, 2006

Sin Comentarios

Montaje de Graciela Baquero