jueves, agosto 31, 2006

Preguntas de difícil respuesta

Hace unos días quedé a comer con unos amigos. La hija de uno de ellos, de siete años, me dijo con toda la naturalidad del mundo que por qué no me convertía en la novia de su padre. Le pregunté por qué y ella me dio sus motivos, que me llegaron al corazón (que por tan personales no voy a exponer aquí, no sea que me denuncie el defensor del menor).

Los mundos y las mentalidades de los más pequeños son un viaje a la fantasía, a la simpleza y evidencia más inteligentes, a un sentido común evidente pero certero, al descaro aceptado de quien se sabe inocente.

Para salir del paso le contesté rápidamente que no, que eso no podía ser porque su padre no quería tener novia. Ella contestó que eso no era así, que su papi le había dicho lo contrario. Llamada por la frivolidad y buscando una respuesta que no dejara abierta ninguna posibilidad, le añadí que además, mi próximo novio debía ser rico. Pensé que el tema quedaría zanjado. Ella inventó entonces enormes riquezas, divertidísimas y muy originales.
Se me acababan las posibilidades.
Miré para otro lado.

Entonces ella, dándome una tregua, inició otra pregunta. Se acabó la tregua: me dijo que por qué no me gustaban los niños. Yo, asombrada, le pregunté que por qué me decía eso. "Porque nunca has tenido hijos", me respondió como si nada. Intenté convencerla de que eso no tenía nada que ver con mis gustos, que eran circunstancias de mi vida, pero que pensaba tenerlos algún día... Parece que se quedó tranquila. Pensaba en su objetivo, tener un hermano bebé cuanto antes.

La cosa paró ahí. Nada que ver con la pregunta que me ha hecho hace un par de días mi sobrino de 6 años. "Tía, ¿qué es un eyaculador precoz?"

martes, agosto 29, 2006

Insomnio

Anoche tuve un ataque de insomnio, algo que no es frecuente.

De repente, allí estaba todo.
Entre mis sábanas se mezclaban la lágrima viajera nacida un par de horas antes, la crueldad en algunas respuestas que no merezco, la elección desafortunada de un teléfono sin batería, la sonrisa sincera de siete años, la falta de comunicación en mi despacho, las llamadas que no cesan, la falta de vacaciones largas que me hayan permitido desconectar, las frases inacabadas, un cansancio que no es físico…
Subida a mi almohada me sonreía esa intención descarada de ignorarme, de no dar oportunidad siquiera a la insinuación. De hacer inexistente todo lo bueno que hay.

¡Qué malo es el insomnio… pero que de verdades encierra!

lunes, agosto 28, 2006

Viajera lágrima

El otro día soñé que era lágrima.
Salía de tus ojos, paseaba por tu rostro, moría en tu boca.

Me gustó navegar por la geografía de tu cara.
Llegar hasta esos rincones que conozco tan bien,
mojar tus pestañas, tus mejillas.
Sentir la humedad de tu lengua,
que me atrapaba para no dejarme escapar.

Pero sin que te dieras cuenta seguí mi camino...
Recorrí tu cuello como quien flota en un plácido mar.
Me encontré en tu pecho convirtiendo tus venas en barrotes que me encarcelaran para no escapar jamás.
Me resbalé por tus muñecas, dibujándote nuevas líneas que no pudieras borrar.
Salté a los muslos, abriéndome el camino que de sobra conocía pero que no dejaba de impacientarme.
Surqué las rodillas, viajé hasta tus tobillos, y casi al final de tu cuerpo me di cuenta que era imposible volver atrás.

Que llegar hasta ahí había sido un viaje largo pero maravilloso; pero que una lágrima, al fin y al cabo, es algo efímero, etéreo, insignificante, caduco.
Pero verdadero.

viernes, agosto 25, 2006

Terapia

El otro día hablaba con D. sobre la facultad terapéutica que tienen los blogs.
También he leído recientemente que escribir un blog sustituye en muchos casos la visita al psicólogo. Es mucho más barato y para mi gusto, mucho más divertido.

Yo no hago uso del segundo. Bastante del primero. Y si fuera efectivamente una terapia, o si tuviera que sentarme en el diván, hoy sería esto:

Últimamente siento que falto de muchos sitios:
De aquella terraza un par de noches.
De ese cumpleaños que no fue diseñado para mí.
De varios paseos por Madrid,
Esta misma noche, en el norte.

Últimamente siento que me callo muchas cosas.
Pero que también digo más.

Últimamente estoy contenta.
A ratos.

Ahora te toca a ti hacer de psicólogo.
Y dejar aquí tu diagnóstico.

jueves, agosto 24, 2006

Adivina adivinanza

Es deseo.
Es impaciencia.
Es nervios.

Es fuego.
Es compartir.
Es risa.
Es fuerza.

Es seguridad.
Es gustito.
Es música.
Es sol.
Es pasión.

Es mirada.
Es plenitud.
Es dar.
Es felicidad.
Es creación.
Es brillo.

No es eterno.
¿Qué es?

miércoles, agosto 23, 2006

Animal de de cinco letras: BURRO

Una mujer va en coche por la carretera.

Un hombre va conduciendo por la carretera pero en sentido contrario.

Cuando se cruzan, la mujer baja la ventanilla y le grita: ¡¡BURRO!!

El hombre inmediatamente le responde: ¡¡PUTA!!

Ambos continúan su camino, el hombre especialmente satisfecho de su agilidad en la réplica. Pero en la primera curva de la carretera...


Moraleja:

Los hombres nunca entienden lo que las mujeres quieren decir.

lunes, agosto 21, 2006

Hombres: Manual de uso y disfrute

En mi último post, frivolizaba escasamente sobre algunas actitudes de los hombres, de sobra conocidas por todas las lectoras de este blog y mucho me temo que también por los lectores (genero masculino).

Lo de provocar siempre me ha gustado, y más sobre ciertos tópicos. Pero casualidad ha sido elegir el libro que me acompañaría esta tarde en la piscina. Recién terminado "Brooklyn Follies" de Paul Auster, y esperándome en la mesilla de noche "La vida sexual de Catherine M." de Catherine Millet, me apetecía algo fácil, de transición, que me pudiera terminar en apenas un par de horas. He echado mano de la librería y me ha hecho gracia el título de ese típico libro que nunca sabes cómo ha llegado hasta ahí: "Hombres. Manual de uso y disfrute", de una tal Stephanie Brush.

Reproduzco literalmente el texto que viene en la contraportada:

"Usted es una mujer inteligente, atractiva, sofisticada y brillante. Tiene una espléndida carrera profesional por delante, un cómodo apartamento, una cautivadora figura y, seguramente, despierta la envidia de todos sus conocidos. Usted no necesita un hombre.

Pero si, a pesar de todo, quiere gozar de su compañía, sus gracias, sus saltitos y sus caricias, este libro puede serle muy útil. Le enseñará cómo elegir al hombre que mejor se adapta a sus necesidades, cómo acostumbrarlo a su excitante ritmo de vida o cómo domarlo para que haga las delicias de sus amigos en las reuniones sociales.

Aprenda a disfrutar de los hombres, úselos sin miedo. Después de todo, ellos se lo agradecerán".

Después de eso, podéis imaginar el contenido de sus más de doscientas páginas. Sin comentarios. Y palabrita que esta vez no ha sido para provocar.

viernes, agosto 18, 2006

Hombres

Algunas dudas que tengo en torno a los hombres:

¿Por qué a la mayoría, a determinada edad, le entra una alergia violentísima a la palabra novia?

¿Por qué, a pesar de esa violentísima alergia, la mayoría de la mayoría acaba casándose con ellas?

¿Por qué no hacen lo que dicen y no dicen lo que hacen?

¿Por qué los que dicen lo que hacen se lo cuentan primero a sus amigos?

¿Por qué siempre colocan el tubo de la pasta de dientes al contrario de como lo pones tú?

¿Por qué piensan que los pasos de cebra se inventron para mirarle el culo a las viandantes?

¿Por qué sí es no, no es depende, y no sé es por supuesto?

¿Por qué nunca piensan nada cuando les preguntas en qué piensan?


Ay, ay, ay... Hombres... ¡benditos!

miércoles, agosto 16, 2006

Nostalgia

Empieza a refrescar. Y llega. La nostalgia.
Mira que no me gusta el calor, te lo tengo dicho.
Pero todos los años me pasa. Cuando llegan estas noches en las que cierro las ventanas, sé que tengo que hacerle un hueco en mi sillón. Que se quedará conmigo unos días. Y que lo mejor que puedo hacer es darle un poco de conversación.

- ¿Cómo te fue?
- No me fue mal.
- Vuelta a la normalidad.
- No me lo recuerdes, por favor. Que mañana empiezo otra vez a trabajar.
- Atrás dejas bonitos recuerdos.
- No los dejo atrás, más bien van a mi lado.
- Pero ¿y esa bonita cena al borde del mar? Ya sólo puedes recordarla.
- Con saber que lo he vivido me basta.
- Y esa conversación en torno a una vela... ya no volverá.
- Volverán otras muchas.
- Pero la luna ya no será esa luna. Y el sol ya no será ese sol.
- Quizá para entonces yo ya no sea la misma.
- Me tenéis sobrevalorada. Te digo que no sirvo para mucho. Deberías saberlo ya.


Nostalgia, en noches como hoy, te hago un hueco en mi casa.
Estamos entre amigas.

martes, agosto 15, 2006

Conquistada

"La primera y mejor de las victorias es la conquista de uno mismo"


........................................... Platón

sábado, agosto 12, 2006

Respuestas

Por mucho que preguntara, las respuestas no estaban ni en el mar



Ni en el sol




Ni en la arena




Ni en el ocaso



Las respuestas las tengo yo.
Ahora sólo me falta encontrarlas.

viernes, agosto 04, 2006

Me voy

... a buscar felicidades en el azul mediterráneo.
Donde el azul mediterráneo es más azul y más Mediterráneo.
A disfrutar conmigo y de mí misma.
A encontrar una ilusión. O las que el camino quiera regalarme.
Es un paréntesis. Muy breve. Escaso.
Pero merecido.

Me voy al encuentro de esa paz que ahora necesito.
Después de un año de montaña rusa, hoy quiero más un tío vivo.
Calma, sí.
Me reseteo.
No sé si en ese trance perderé información de mi disco duro.
Ojalá la perdiera.
Ojalá se quedara por el camino todo lo que aún me duele.
Ojalá el mar pudiera ahogar y enterrar para siempre ese maldito, insípido y estúpido personaje que convierte mi estómago en un nudo y me sumerge en un mundo tan feo y tan oscuro que me da miedo, pero sobre todo asco, sólo recordarlo.
Ojalá el sol derritiera su pavor al nosémuybienqué para que la luna dejara de ser una sombra casi inexistente. Porque la luna no quiere dejar de brillar, pero sobre todo, porque es imposible ocultar a la luna.


"¿Dónde has encontrado esa calma que te sienta tan bien?"
No sé si reír o llorar.
Aunque la vida es demasiado corta y demasiado bonita para llorarla más que reírla.
Yo misma sé que no la he encontrado en ningún mercadillo de gangas al por mayor.
Ni tan siquiera en un gran almacén donde se liquidan las últimas prendas de temporada.
Que es genuina, auténtica. Mía.


Me voy a mirar a ningún sitio.
A pararme de mí misma.
A ser lo que me de la gana.
A reír, a soñar, a disfrutar.
A navegar sobre las olas y sobre tus brazos.
A aparcar mis miedos y mis soledades por unos días. Muy pocos.
A dejar de pensar en ti para disfrutar de ti.

Me voy con la cara dolida por un par de hostias recientes.
Con la cabeza muy alta por ser yo.
Con el corazón radiante por esuchar tantos tequieros de tantas personas que me quieren.
Con la vida saliendo por cada poro de mi piel que me dice adelante.
Con esa brisa que ya respiro que huele a sal.
Con calma, sí.

Me voy.
Por unos días.
Muy pocos.

miércoles, agosto 02, 2006

Guardado

Era por la mañana. Primavera en Madrid. El sol ya lucía con fuerza y calentaba lo justo. Ni mucho ni poco, como a ella le gusta.
Acababa de tener una conversación telefónica deliciosa. Nada pringosa. Lo justo. Ni demasiado corta ni demasiado larga, como a ella le gusta.

Se subió en un ascensor. Coincidió con su mejor compañero. El más cómplice. Palabras intercambiadas a golpe de yomebajoenlacuarta,¿y tú?
Antes de que se abrieran las puertas, sonó un mensaje en su móvil. Justo al salir, ella le dió a Leer Mensaje.

"Se me ha olvidado decirte que te quiero".

Tiene ese mensaje guardado en su móvil y ese momento retenido en su cuerpo.