Acostumbrada como estaba a escucharte decir que mi piel era como tu piano, decidí convertirme en melodía.
Teclas blancas y negras. Pasión hecha pedazos, de tantos colores que tuvimos que inventarlos.
Música que sale de esa caja negra, grande, fuerte, maciza. Sintonías de mi alma, que emergen por mis venas y salen por mi boca. En forma de besos, de suspiros. De un gemido.
Pisas el pedal con delicadeza esperando los mejores sonidos. Lo manejas a tu antojo. Me diriges de la misma manera. No quieres que se escape el timbre que conviertes en tu preferido.
Te aferras al teclado, primero suave, luego rápido. Te sumerges en ese matiz tan delicado y sabiéndote héroe, te haces cada vez más fuego.
Paras para buscar la próxima nota, conjunto de mis corcheas que localizas a la primera. Y continúas con ese ritmo que convertimos en íntima coreografía de dos cuerpos conocidos. Nuestro mejor baile.
Tu piano necesita del viento. El deseo se alimenta de esas manos que saben la próxima pieza que hay que tocar. La melodía se vuelve entonces sublime. Porque ese viento, imprescindible, ahora mío, penetra lentamente por cada poro de mi piel. Y nos siembra con sonrisas cómplices que te dicen, un día más, lo fácil que es para ti afinar mi cuerpo.
Suena el eco de las últimas notas de tu piano. Me respiras aún con la impaciencia de quien lo quiere todo, de quien apuesta a ganador. Me cubres con el calor de tu cuerpo, mientras terminas el último pentagrama de la noche. Nuestras manos siguen bailando, la una con la otra, la tuya sobre la mía. Imprimes un sol sostenido en mi cintura cada vez más extenuada. Dibujas acordes en mi espalda que nunca había estado tan viva. Incluso borras por minutos los desacordes (y desacuerdos) que sabes fallan en esta partitura.
Concluye esa serenata secreta que firmas con madera de artista.
Las teclas de tu piano quedan ahora en silencio. Llenas. Sabiéndose protagonistas de cuanto acaba de ocurrir. Sabiéndose necesarias para que tus manos toquen tu mejor sintonía.
Esperando una nueva versión de esa música recién inventada que ha sonado con más fuerza que nunca.
No hay nada mejor que la música.
La tuya.
La mía.
La nuestra.
Y entre medias, las teclas de tu piano.
...
22 comentarios:
esta vez lo habrás dejado mudo...un beso.
Es tan hermoso lo que has escrito
que
debería estar prohibido
Me ha impresionado lo que ha escrito. Muy bonito, con mucha pasión y mucha poesía, que ya es difícil.
Se nota que te lo has "currao".
Besos y sigue alegrándonos con perlas como esta.
¿Mudo FERNANDO? Hmmmm, no lo sé. Tendré que averiguarlo.
;-)
Es tan bonito y singular tu comentario, ANÓNIMO,
que...
habrá que premiarlo, digo yo.
Me ha encantado. Gracias.
Será que tú lo haces mal, NUAREG. En cuanto encuentre otra perla... a ver si llegamos pronto al collar.
Es la partituta de amor más linda que se pueda interpretar. Besos admirados.
Huy, quería decir "partitura"... Caramba, con lo bien que me había quedado la frase, jiji. MUA!
Hoy leyendo tu texto se me ponen los pelos de punta ..
.. a la vez que me entra rabia de no haber querido aprender solfeo cuando era un crio, jaaa
Un besazo .. y un deseo .. que esa musica tan bonita no termine nunca en tu vida ...
Precioso.
(Supongo que un comentario del tipo: "quien pudiera tocarte el piano!" acabaria con este amor bloguero nuestro, ¿no?)
Precioso texto. Aquellas notas musicales se habrán convertido en un himno al amor. Menudo músico te ha tocado, literalmente. Me ha encantado este post, es simplemente hermoso!
Muchos besos.
Hija mía!!!! que bien escribes...
por Dios.
Felicidades.
¡¡¡Y que recuerdos me evocas!!!!
Como siempre pasión y sensibilidad. Todo mezclado deliciosamente esperando a ser degustado.
Buenos días.
Pero mirá qué lindo lo que encontré por acá...me encantó, te mando un beso =)
Suena a que el amor llama a tu puerta. Yo escribía poesía cuando me enamoré de mi novia, ahora lo leo y me rio mucho de mi mismo. Sin duda escribes mejor que yo...
aunque algunas cosas aun no las haces mejor que yo (me refiero al padel claro)
un besazo Lunarroja y gracias por tu llamada.
Eso es hacer el amor.
Tus palabras como notas... me han sonado a pura musica. Gracias Luna
No era anonimo, era yo. Bss
Jo... yo me apunté a guitarra... así me va!!!
¿y qué quieres que comente sobre tu entrada??? Genial pieza, sin duda alguna
¿realidad o ficción?
Me suenan unos versos de Rilke algo así:
"Púlsame como cuerda tensa..."
Instrumento o música entre los dedos o la voz de quienes amamos.
Nada más bello.
Besos.
Me habéis hecho muy feliz con vuestros comentarios.
Gracias.
tan solo una cosa: Bellísimo!
A esto es a lo que me refería cuando dije: joroschó.
Simplemente joroschó.
:D
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