martes, noviembre 25, 2008

En el dentista

En ocasiones, es necesario sufrir para dejar de sufrir.


En cualquier caso, nuestro objetivo vital ha de ser no sufrir.


Y sobre todo, no permitir que nadie nos haga sufrir.



(Hay que ver lo que da de sí estar sentada en ese potro de tortura que es, para mí, la silla del dentista, mientras te sacan una muela.
Miento, dos.
Y la duda de saber si me habré quedado sin juicio para siempre, que esa es otra).

16 comentarios:

Miss Adore dijo...

Nada como una experiencia en el dentista para recordar que no es necesario que te lleven a las salas de tortura china, rusa o turca... basta con escuchar el ruidito del taladro. Dios, se me eriza la piel.
Yo rehuyo del dentista, así que se como te sientes.

No solo la muela del juicio, la de la cordura también.
Ya ves que esos dentistas estudiaron de un manual que les decía "Cómo hacer sufrir a tus pacientes: Guía Éxplícita, escrita por dentistas, para dentistas."

Un beso grande, Miss :)

Anónimo dijo...

PUES SEGUN ESTA LA JUSTICIA, PUEDE QEU SI QUE SE HAYA PERDIDO EL JUICIO,JJEJJEJEJEJEJEJE.........ESPERO QUE TE MEJORES MEJORANDO LO PRESENTE,, YO MIENTRAS TANTO SIGO DE GUARDIA.

ESPERO ALLGUN DIA CONOCER ESA BOCA BONITA SIN MUELAS DEL JUICIO

ANONIMO.

Anónimo dijo...

Mis muelas del juicio tenían más raices que el Drago Milenario de Tenerife. El dentista casi tuvo que poner el pie en el potro de tortura para tirar....
Es curioso que haya partes del cuerpo que no sirvan para nada más que molestar.

El corazón del pirata dijo...

Jajajaja yo también odio a los dentistas (¿quién no???) y tampoco tengo muelas del juicio. Eso sí, nunca me preocupó quedarme sin él: se vive mejor :p

Besossss

Pipero dijo...

Pues yo creo que tener un buen dentista no tiene precio. Un buen dentista, no sólo te elimina el sufrimiento (un "buen" dolor de muelas puede serlo, y muy heavy!), sino que si es lo suficientemente hábil, tanto con las manos, como con las palabras, y, sobre todo, con la anestesia, no te hace sufrir lo más mínimo. Todavía me quedan muelas del juicio por extraer. La última fue por cirugía, y, nada! que fue como la seda!!

belona dijo...

jajajajj fíjate de todo lo que te has dado cuenta en ese potro de tortura!!!

alkerme dijo...

Seguro que sigues teniendo juicio y algún que otro dolor también...

Besos

Anónimo dijo...

ESPERO QUE YA ESTES MEJOR DE TU JUICIO CON EL DENTISTA Y RECUPERADA,....ESTAMOS ANSIOSOS DE VOLVER A LEERTE.

ANONIMO

Lamia dijo...

Mi problema con el dentista suele ser la factura que me presenta una vez me levanto del potro.

ybris dijo...

Las mías, como mi juicio, cayeron ya hace tiempo.
Y, desde luego, de acuerdo contigo en que mejor es pasarlo mal una vez de golpe que no en cualquier momento cuando menos te lo esperas.
No está mal tampoco perder algo del juicio que tantas veces también nos descoloca.

Besos.

Javier Molina dijo...

A mi me mandaron un relato de una mujer que se excitaba con su dentista. Con el sabor mentolado y hacían el amor (perdón, no tenía nada que ver con amor, quiero decir follaban) en la silla del dentista... madre mía, hay gente para todo está claro.
Por lo del juicio tranquila, todos lo perdemos a veces, y menos mal por cierto..

david santos dijo...

Espero que ya estes mejor, porque eso es una tortura,

nancicomansi dijo...

AY! no me recuerdes, no me recuerdes...!!!
pero verás como dentro de unos dias de reirás de esto...

un beso, guapa!

Unknown dijo...

Como te entiendo. Llevo postergando la visita al dentista varios meses hasta que el dolor sea insoportable. Y no queda mucho para que eso suceda. Ainss que miedo.

El búho rojo dijo...

Hay pocas cosas que acojonen tanto como un dentista... sobre todo cuando te dice todo lo que te hace falta y lo que te cuesta solucionarlo...

Yo, ni tengo muelas ni tengo juicio... claro que eso es lógico en los búhos...

Un beso

Lunarroja dijo...

Mal de muchos... ya se sabe, consuelo de tontos.

Besos juiciosos para todos.