domingo, julio 31, 2005

Divorcios

¿Por qué nos separamos? Difícil pregunta, a la que de una manera u otra, casi la mayoría nos hemos tenido que enfrentar alguna vez. Sea con papeles, o sin ellos. Supongo que sólo dos personas saben por qué la pareja se rompe: desamor, hartura, aburrimiento, falta de ilusión, direcciones opuestas, terceras personas...
Pero está claro que nos separamos, y mucho. Y hay quien sale de ese trámite con más fuerza y una sonrisa pese a quien le pese; y por el contrario, quien no parece encontrar sentido a su nueva vida.
Tengo a varias personas a mi alrededor que están precisamente en esa dura fase. Unos lo llevan mejor y otros bastante peor. Yo misma no lo tengo demasiado lejos. Y es una etapa en la que te haces demasiadas preguntas, en la que le das muchas vueltas al coco y en la que, irremediablemente, surgen sentimientos de culpa.
Curiosamente, acabo de leer en el periódico un informe sobre el exceso de separaciones. Decía que para salir del pozo oscuro hay que hablarlo con la gente más próxima, contar lo que se siente y dejar salir todos esos sentimientos que a veces nos bloquean.
Y digo curiosamente porque yo venía de ser esa gente más próxima a la que el recién separado le contaba sus miedos y sus comprensibles quebraderos de cabeza.
Una conversación profunda, de almas desnudas, en la que me hubiera gustado detenerme varias horas más. De esas que me gustan a mí y de las que el otro protagonista de mi separación solía reírse reciriminándome que sólo me gustaba hablar de cosas profundas. Por cierto, ¿qué pensaría ahora si leyera mi blog? Obviamente, no le daría ningún valor.
Afortunadamente, todas las tormentas pasan. Lo malo es que algunas duran más de la cuenta. O incluso que determinadas nubes se instalan en nuestras vidas casi sin darnos cuenta; y el sol no termina de brilar.
El amigo que le cuenta a su amiga sus comeduras de tarro le ha dejado pensativa.Y recurro al blog tratando de encontrar respuestas en mis propias palabras. No sé si pensando en lo que escribo o escribiendo sin pensar.
Las separaciones no son caminos de rosas. Por eso es una gozada saber que hay una sonrisa en medio de ese camino sólo para ti.

¿Por qué nos separamos tanto?

sábado, julio 30, 2005

Ir o volver

Se van. Llegan.
Despedidas y reencuentros.
Lo de siempre o lo de nunca.
Felicidades con sabor a mar.
El cielo más bonito es éste. "Todo depende de los ojos con los que mires al cielo". "Será que tengo los ojos llenos de estrellas".
Carreteras con dirección. O sin ella, ¡qué más da!
Una foto mal agarrada.
La brisa que nos acaricia.
El aire acondicionado recién puesto para ella.
La posibilidad de ver el cielo más bonito porque los ojos, efectivamente, están llenos de estrellas.


¿Te vas o llegas?

viernes, julio 29, 2005

Sin batería

Estoy cansada. No, estoy saturada. Necesito unas vacaciones. Los últimos días de este mes de Julio me pesan como si llevara un caparazón de cemento y hormigón. Jornadas maratonianas, excesos laborales, falta de sueño, falta de vida, falta de besos y amores. Nada interesante, para qué nos vamos a engañar.
Necesito parar. Tiempo. Desconectar. Pensar. No hacer nada. Ahora mismo, mi plan ideal: una bonita playa (en cualquier rincón del mundo), buena comida y buena compañía. Pero aún me falta un poco... y me queda poca batería.
¿Alguien sabe cómo recargarla?

martes, julio 26, 2005

No es tan fácil

¿Se echa de menos a quien se quiere o se quiere a quien se echa de menos?

Aunque sea "un poquito", me echa de menos...

lunes, julio 25, 2005

¿Es incompatible?

Hace unos días, charlando con J., asombrado de las horas que a diario dedico a mi trabajo, me hizo una pregunta que me ha dejado pensativa. "¿De verdad trabajarías tanto si tuvieras la otra parte de tu vida completa?" Yo, en una respuesta rápida y fácil, con matices claramente feministas, le contesté que esperaba que mi próximo hombre no cuestionara mi trabajo, y que por tanto, seguiría todo como hasta ahora. Pero según la pronunciaba, yo sabía que era eso, una respuesta rápida y fácil.
Desde entonces empecé a sondear a unos y otros para ver cuáles eran sus opiniones. Y sorprendentemente, la mayoría me dijo que creían que no, que no trabajaría tanto. Más sorprendente fue la reflexión de quien me dijo que yo no quería un marido, ni tan siquiera una relación seria, y que por eso estaba muy a gusto trabajando tanto. Curiosamente, ayer escuché otra opinión radicalmente opuesta: que yo no sabía vivir sin pareja.
Supongo que P. me habría dicho que una cosa no tiene nada que ver con la otra, y que al margen de lo que hubiera en mi vida, seguiría trabajando igual. Sólo supongo, porque hace días que no encuentro ninguna palabra en ella, ni en éste ni en ningún otro tema.

No sé si este dilema se le plantea por igual a hombres y a mujeres. Socialmente, hasta ahora la respuesta ha sido no. Pero las cosas cambian, las personas no somos todas iguales, y siempre hay alguien capaz de sorprender.
Conozcamos ahora más opiniones: ¿se dedican menos horas al trabajo cuando "esa otra parte" está suficientemente llena?

domingo, julio 24, 2005

Reaparecido

No sé si será cosa de los astros o qué, pero lo cierto es que llevo una racha inmersa en una serie de circunstancias extrañas pero muy apasionantes en lo que a mi vida personal se refiere.
Y esta tarde, en esa línea tan curiosa, ha vuelto a ocurrir algo inesperado, esta vez con forma de llamada telefónica.

Fue durante más de cuatro años mi mejor amigo. El Mejor. Así, con mayúsculas. Hacía más de un año y medio que ni oía su voz. Y esta tarde me ha llamado.
Lo ha hecho como si nada, como si todo estuviera igual. Para tomer un café, por ejemplo.
Mientras hablaba con él, y con M. como testigo, me he sorprendido a mí misma por cómo se me rompía la voz mientras notaba que un par de lágrimas mojaban mi cara.
Es curioso que no estuviera a mi lado cuando más le necesité y que en cambio, en el instante en que él daba un portazo a su puerta, quisiera contármelo para que yo le comprendiera y le brindara mi cariño. ¿Por qué?
Hoy por hoy, creo que es muy difícil reencontrarme con la que fue una amistad maravillosa y descarada porque él me trae información de un capítulo que quise cerrar. Porque me cuenta cosas que no quiero saber.

La llamada del que fue durante más de cuatro años mi mejor amigo me ha desequilibrado, que es lo peor que me puede pasar. Pero tengo un dilema: no soy nada rencorosa y el cariño verdadero no se olvida tan fácilmente. En el fondo, me desagrada no estar cuando la gente me reclama; y hoy noto que le he fallado. A pesar de todo.

Los dos hemos nacido el mismo día. Un día que a mi me parece que tiene mucha magia: un 25 de diciembre. Y desde que nos vimos por primera vez, en un portal madrileño, surgió una química especial. Fue a mí, y no a él, a quien contó su intimidad más oculta hasta aquel momento. Y a partir de entonces, necesitamos contárnoslo todo. TODO. Lo que jamás le conté a nadie.
Trabajamos juntos, convivimos en muchas ocasiones, reímos, lloramos... Nos quisimos de verdad.

Ocurrió. A mi dolor de romper lo que no tenía arreglo, uní la de ver cómo desaparecía de mi vida. Sin explicaciones. Hoy me ha llamado, quiere verme. ¿Qué hago?

viernes, julio 22, 2005

Una semana

Una falda transparente.
El mejor sandwinch de salchichón de los últimos tiempos.
Trabajo, trabajo, trabajo.... ¡pero si es Julio!
Dormir sola.
Una conversación sorprendente, en medio de una cena.
Falta de sueño.
Su ausencia desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la tarde.
Una mesa a la que le falta algo.
Pasar por el estudio para grabar mi voz.
Mi coche estrena cuatro ruedas.
Regalo a través de mensajero de una guía de Sicilia.
Una cabeza de poliespán.
Algún largo en la piscina.
Recuperación de mi blog.
Recuperación de lectores (de corazón, gracias a todos).
Una chaqueta nueva para una boda.
Un cumpleaños no compartido.
Demasiado calor.
... Y un simulacro de baile bien agarrados que me supo más bien a poco.

¿Cuál es la fotografía de tu semana?

Milagros

Llevo exactamente una semana esperando un milagro. Hay quien cree en ellos, aún en estas épocas que nos ha tocado vivir. Y yo, sin creer ni dejar de creer, simplemente espero que suceda ese pequeño gran milagro que me devuelva la sonrisa.

Creo que el robo es una de las traiciones más grandes que se pueden comenter. Acto de cobardes, de los que no acostumbran a dar la cara. Me encantaría ser en estos momentos bola de cristal, echar la vista atrás y descubrir al mal nacido que se acercó a quitarme algo en lo que llevaba trabajando algún tiempo, como siempre con todo mi cariño y toda mi dedicación.

Pasan los días... y ya sólo espero ese milagro. Los cobardes no dejan de serlo de nunca. Los tramposos, tampoco. Y la gente que juega sucio, jamás.
Claro que si existieran los milagros quizá habría que guardarlos para cosas más importantes. Pero en ese gran saco seguro que existiría alguno de tercera categoría (ese que todo el mundo deja por falta de relevancia) del que me apoderaría impunemente para poner fin a una semana de pesadillas, incomprensiones, disgustos y palabras que deberían pronunciarse en otra dirección.

Si alguno de vosotros tropieza con algún milagro en las próximas horas, por favor dirigirlo a la mesa que desde el pasado jueves está más vacía de la cuenta...
Y de paso cuéntame, ¿qué milagro esperas tú?

miércoles, julio 20, 2005

Vuelvo

Empecé a escribir este blog muy ilusionada. Ilusión que he mantenido intacta desde un día del mes de Junio hasta hace aproximadamente una semana. Y hoy, esta noche, quiero recobrarla.
No quiero esconderme ni desaparecer ni olvidarme. No quiero tampoco negarme.
Siempre dije que sería fácil encontrar un motivo para escribir cada día. Y sigo en el intento.
Lo mejor de este silencio me llegó en las voces de M. y O. "Ya no escribes", dijo una. "Es una pena", el otro.

Todo continúa exactamente igual. Aunque con algunas ausencias. Naufragaré de nuevo por las frivolidades que yo misma me permita, y elegiré con mimo las palabras que escribo pensando en cada uno de vosotros. Pero sobre todo me olvidaré de todos los quebraderos que me está dando este blog. Verdades maduras como caídas del árbol aderezadas con cuarto y mitad de mentiras recién pescadas y traídas a puerto. Yo misma convertida en un puñado de letras. La felicidad más grande aún en leer que en escribir: vuestros comments.

Volver es empezar una vez más. Volver es continuar. Volver es, en este caso, algo sensacional.
¿Por qué nos gusta volver?

jueves, julio 14, 2005

Universos

La verdad es que siempre me he relacionado mejor con los hombres que con las mujeres. He tenido más amigos que amigas, y he llegado a grados de comunicación e intimidad más grandes con ellos que con ellas.
Sin embargo, desde hace ya algún tiempo, estoy rodeada de mujeres. Ahora tengo más amigas que amigos y desde luego me comunico mejor con ellas que con ellos. Y por cierto, estoy encantada.
¿Qué ha cambiado: ellos, ellas, yo, las circunstancias? No lo sé, pero me siento muy a gusto en este universo femenino, en el que por supuesto sigue teniendo cabida el género masculino.
Mi entorno es más propio de un matriarcado que de un patriarcado; quizá por ello siempre he tendido a querer conocer un poco mejor cómo funciona el universo masculino. Todo un mundo (mucho me temo que aún por descubrir) que poco a poco se deja conquistar.
Conozco también a muchos hombres que, a nivel de amistad, se sienten mejor entre mujeres. Eso me alegra mucho. Y una regla que en cualquier caso hay que cumplir es la de no liarse nunca con tu mejor amigo/a. Claro que también está la otra opción de los que creen que las reglas están únicamente para saltárselas. Ay, dichosos matices...

¿Qué universo os entiende mejor: el masculino o el femenino?

miércoles, julio 13, 2005

El premio

P. siente que ha recibido su premio. Y se lo merece. Las dos sabemos que sí. Pero sinceramente me gustaría acompañarte en ese flamante podio. Vale, tú te quedas con la medalla de oro, pero yo me conformo con la de plata y hasta con la de bronce.

Aunque no me gusta ser la protagonista de las preguntas, permitidme una excepción: ¿Alguien sabe dónde está mi premio?

martes, julio 12, 2005

¿Lo estás?

Corazón encogido. Mariposas en el estómago. Nervios. Falta de apetito. Insomnio. Colores propios del arco iris. Estar guapo/a. Capacidad ilimitada de abstracción. Facilidad para volar hasta el séptimo cielo sin levantar los pies del suelo. Sonrisa pintada en la cara. Costumbre de utilizar diminutivos en nuestro lenguaje coloquial casi sin darnos cuenta. Necesidad. Necesidades. Ganas de que suene a todas horas el teléfono. Deseos de estar constantemente con él/ella. Deseo a secas... en una sola dirección.

¿Quién no lo ha vivido alguna vez? Pero ésta no es la pregunta.
La de las cinco y media de la tarde es: ¿Enamorado o desenamorado?

lunes, julio 11, 2005

Cosas que nos gustan... de ellos

- Su capacidad de idealizar las cosas.
- Su forma de alegrarnos la vida.
- Su facilidad para las no-penas.
- Ese don innato de desaparecer cuando más les conviene.
- La facultad que tienen para vernos buena cara cuando tenemos mala cara.
- Su paciencia (por lo general).
- Esa cara de buenos que se les queda cuando han hecho algo no tan bueno.
- Su instinto proteccionista.
- Su lealtad hacia sus amigos.
- Lo bien que manejan su tiempo de ocio.
- Lo bien que se manejan a sí mismos.
- Su buen ojo para combinar colores, tejidos y formas varias.
- Que sean... así.

¿Alguna otra cosa que te guste especialmente de ellos?

Cosas que no nos gustan... de ellos

Los tópicos (a veces) tienen razón:

- Que no contesten a nuestras preguntas.
- Que vean (y sobre todo digan) que nuestra mejor amiga es muy inteligente.
- Que se den la vuelta para mirarle el culo a una tía cuando van paseando a nuestro lado (¡¡¡¡que miren, pero con disimulo please!!!!!)
- Que se duerman detrás de un buen polvo.
- Que no haya siquiera ese buen polvo tras el que dormirse.
- Que te digan que su madre cocina mejor que tú.
- Tener que escuchar, tras un largo día de trabajo para los dos, que están demasiado cansados para pensar en los asuntos domésticos.
- Oirles decir que el perro, como los niños, es tu responsabilidad.
- Que no hagan preguntas. Que lo den todo por preguntado.
- Que les duele la cabeza.
- Que ronquen y/o se queden dormidos en cualquier momento.
- Que hagan sus planes sin contar contigo.
- Que sean... así.

Obviamente todo esto son tópicos. ¡Faltaría más! Pero supongo que, en ocasiones, se cumplen. Entonces, los tópicos dejan de serlo.
¿Alguien tiene algún otro que no soporte?

viernes, julio 08, 2005

Madurez

Aún a riesgo de pisarle el post a un amigo que no se merece que le pise nada, hoy me he sorprendido con un momento muy yo. "Yo soy madura desde que nací". Me ha salido tal cual, oye, que ya tiene mérito...
Estoy acostumbrada a escuchar a mi hermana decir que la madurez no sirva para nada, que es más divertido vivir bajo el síndrome de Peter Pan y que uno se lo pasa mejor.
Yo no me siento particularmente a gusto entre actitudes inmaduras pero creo que, como he dicho en ese momento tan surrealista y tan mío, esto viene marcado desde el nacimiento.
Si mi hermana leyera esto que ahora escribo volvería a reírse de mí: "¿De qué te sirve ser madura? ¿Por qué te gusta serlo? ¿De verdad crees que lo eres?"
Preguntas que nunca he sabido responder. Como cualquier verdad absoluta: se es pero no se sabe ni por qué ni para qué.

Reflexiono aquí y ahora: ¿sirve para algo ser maduro/a? Porque todos tenemos en la memoria anécdotas divertidas y hasta absurdas provocadas por cualquier inmadurez. Yo, la última que recuerdo es la de una persona pidiéndome perdón por algo sucedido hace ocho años diciéndome para más inri que después de eso ya se podía morir tranquila.
Desde luego, la inmadurez está muy cerca de la tontería más ilimitada.
De todas formas, he de reconocer que la inmadurez tiene su parte amable, y eso lo saben bien los que conviven con ella. No más pistas.

En el mundo de las frutas ser maduro o inmaduro se nota hasta en el precio. En el mundo de las personas, deberían advertirlo en el carné de identidad.

¿Alguien me cuenta su mayor escena de inmadurez?

jueves, julio 07, 2005

Amor

En tiempos de guerra, de sin razón, de odio, de bombas y dolor incalificable, podríamos hacer un paréntesis y hablar de amor.
¿Qué es eso: Necesidad, deseo, atracción, cariño, compañerismo...? ¿Alguien tiene claro qué es eso tan raro y tan básico, tan necesario por otra parte, como es el amor?
Recuerdo aquella estúpida frase de Love Story que decía que "el amor es no tener que decir nunca lo siento". Yo, no sé si más estúpida aún, creo que el amor es todo lo contrario, entre otras muchas cosas.

Pero como es algo tan difícil de describir, propongo que resumamos con una sola palabra (bueno, dos o tres a lo sumo si hace falta) lo que para todos es el amor.
La mía es esta: Felicidad.

martes, julio 05, 2005

Gerundios

- Soñando:
Con las vacaciones. Con mi viaje a Sicilia. Con algunas otras escapadas, cortas e intensas. Con el mar.

- Pensando:
En por qué la gente es tan complicada. En mi pasado. En mi futuro. En su mundo. En ella.

- Escribiendo:
Este blog. Algunos proyectos profesionales (que no me salen). Varios correos electrónicos(de trabajo y personales). Algún sudoku que otro.

- Imaginando:
Que me toca la lotería. Que no tengo que volver a trabajar. Que seguro que trabajaría en algo muy a mi medida.

- Sintiendo:
Que estoy viva. Que estoy bien. Que no me gustan los líos ni los desencuentros. Que no me gusta nada que me confundan. Que quizá debería no ser tan inocente.

¿Cuáles son tus gerundios?

A ella

A ella le llegó durante un concierto el siroco, unas gotas de felicidad que yo bauticé como brisa suave con sabor mediterráneo.
A ella le llegó la sonrisa, la dulzura en su tono de voz, la alegría en su mirada. A ella.

Es así como yo lo vi y así lo escribí. La chispa de ella es la suave brisa con sabor mediterráneo. Nada más, sólo ella, mi amiga. Y no me gusta que nadie lea entre líneas o entienda cosas que no son.

¿Acaso no quedaron claras mis palabras?

lunes, julio 04, 2005

Lunes

Lunes, vuelta a la rutina.
Lunes: madrugón, atascos, aguantar al jefe, muy poco tiempo libre.
Lunes: cotidianeidad, una larga semana por delante, lo de siempre...

Pero el lunes también significa una vuelta a la normalidad. A la normalidad de lunes a viernes, se entiende. Cuando algunas personas tienen más tiempo para sus cosas. Cuando hay otros que se sienten más libres y más abiertos. Un lunes de trabajo, pero también de placer, de no-control, de tiempo para la fantasía.

Personalmente, no me disgustan los lunes. Desde hace cierto tiempo, menos. Los lunes no tienen por qué ser malos.
¿Qué te sugieren a ti los lunes?

viernes, julio 01, 2005

Relación perfecta

A iniciativa de Atangia, esa suave brisa con sabor mediterráneo, escribo sobre cómo sería mi relación idílica con la persona amada.
De entrada he de decir que este post me saldrá del corazón, íntimo y personal. Repleto de verdades. Que aunque O. diga lo contrario, no estará condicionado por nada ni por nadie.

Si me paro a pensarlo, quizá no tenga una idea clara de cómo sería esa relación perfecta. O quizá lo que me pase es que, como ya soy mayor, tengo claro que las relaciones perfectas no existen. Yo, por lo menos, nunca la he tenido. Pero como me lo piden, voy a ello...

Creo que como la mayoría de las mujeres, aspiro a ser su reina. Pero no reina por un día, sino por toda la eternidad (no vale reirse). En mi relación perfecta, el hombre ha de ser especialemente cariñoso, que muera por mí, que piense en mí desde que se levanta hasta que se acueste y que me haga sentir especial. Pero con libertad. Compromisos y libertades, una pareja que a muchos no les encaja pero que a mí me gusta especialmente.
En mi relación perfecta, he de sentirme valorada: como mujer y como persona. Apoyada y comprendida. Con un cómplice que me diga lo que hago bien pero también lo que hago mal.
En mi relación perfecta existe la confianza, la falta de mentiras, el conocimiento y el respeto mutuos.

Me gustan las personas originales, que se distinguen del resto. Que me hagan reír y sobre todo soñar. Que me hagan ver el arcoiris en días lluviosos. Detalles que me recuerden que hay alguien que trabaja en la empresa en la que cotiza mi felicidad.
Una relación perfecta me la imagino con un elevado grado de conexión en diferentes niveles: en la calle, en la casa y por supuesto, en la cama. Un alto nivel intelectual y cultural, un grado de valores parecido al mío y una conexión íntima que me haga levantarme cada día con una sonrisa de oreja a oreja (¿He dicho cada día? mis manos van más rápido que mi cerebro...)
Que me quieran. Que me lo digan. Que me lo digan todos los días.
Una relación perfecta sin miedo a los tequieros. Sin miedo a nada.
Esa relación idílica estaría protagonizada por un amigo que sabes que está ahí para todo, lo bueno y lo malo. Un compañero de viaje diferente a mi forma de ser pero que se complemente conmigo.

Estas son sólo algunas pistas de cómo sería mi relación perfecta. Pero ya he dicho que no creo en ellas y que en el caso de que existieran, seguro que yo no me daba cuenta...
Y ahora que ya me he desnudado un rato, voy a negociar con Interviú que creo que pagan mejor que aquí...

Un día, hace mucho tiempo, un profesor me dijo que "the perfection is not an accident". Estoy bastante de acuerdo con la frase, pero no sé si debemos aplicarlo a las relaciones personales, porque... ¿alguno de los que pasáis por aquí creéis en las relaciones perfectas?

Ally McBeal

Estoy indignada. Bueno, en realidad mi blog y yo estamos indignados. Porque el otro día, un amigo despistado me dijo que esto se parecía a Ally McBeal. Yo la verdad es que nunca vi esa serie, pero lo que sé de su personaje protagonista es que debía ser un poco simple, un poco tonta, un poco cursi, un poco histérica, un poco infantil, un poco ninfómana, y un poco egocéntrica. Es decir, todo lo contrario a lo que pretende ser este blog. Y por supuesto, todo lo contrario a lo que soy yo.
Una se esfuerza por sacar su estilo más intelectual y su lado más profundo y oye, que nadie lo quiere ver. Tampoco soy una feminista irreverante, aunque a veces lo parezca por lo aquí escrito. Pero ¿qué es verdad y qué es mentira? Si Cole Porter decía que no todo lo que contaba en sus canciones era verdad, pues os podéis imaginar que no todo lo que se escribe en los blogs es cierto. ¿O sí?
En cualquier caso, creo que es más divertido leer cosas como las que entre todos contamos aquí que tener un blog... del Real Madrid, de cómo crían los marsupiales en Australia, o de las propiedades químicas del nitrógeno.
Quizá mi amigo despistado tampoco conoce la de quebraderos de cabeza que da tener o escribir un blog. No te puedes ni imaginar cómo estaba hace exactamente una semana por contar verdades... ¿o mentiras?
Pues eso, que es una gozada escribiros y para mí sobre todo, leeros. Aunque me hayan comparado con Ally McBeal... ¡y mira que me fastadia! (Amigos despistados: a todas las mujeres nos disgusta que nos comparen con otras, y no digamos si son protagonistas de una serie televisiva americana, y no digamos si son estúpidas!!!!!)

Y como en los teatros participativos, voy y pregunto: ¿de qué queréis que hablemos/escribamos?