viernes, julio 01, 2005

Relación perfecta

A iniciativa de Atangia, esa suave brisa con sabor mediterráneo, escribo sobre cómo sería mi relación idílica con la persona amada.
De entrada he de decir que este post me saldrá del corazón, íntimo y personal. Repleto de verdades. Que aunque O. diga lo contrario, no estará condicionado por nada ni por nadie.

Si me paro a pensarlo, quizá no tenga una idea clara de cómo sería esa relación perfecta. O quizá lo que me pase es que, como ya soy mayor, tengo claro que las relaciones perfectas no existen. Yo, por lo menos, nunca la he tenido. Pero como me lo piden, voy a ello...

Creo que como la mayoría de las mujeres, aspiro a ser su reina. Pero no reina por un día, sino por toda la eternidad (no vale reirse). En mi relación perfecta, el hombre ha de ser especialemente cariñoso, que muera por mí, que piense en mí desde que se levanta hasta que se acueste y que me haga sentir especial. Pero con libertad. Compromisos y libertades, una pareja que a muchos no les encaja pero que a mí me gusta especialmente.
En mi relación perfecta, he de sentirme valorada: como mujer y como persona. Apoyada y comprendida. Con un cómplice que me diga lo que hago bien pero también lo que hago mal.
En mi relación perfecta existe la confianza, la falta de mentiras, el conocimiento y el respeto mutuos.

Me gustan las personas originales, que se distinguen del resto. Que me hagan reír y sobre todo soñar. Que me hagan ver el arcoiris en días lluviosos. Detalles que me recuerden que hay alguien que trabaja en la empresa en la que cotiza mi felicidad.
Una relación perfecta me la imagino con un elevado grado de conexión en diferentes niveles: en la calle, en la casa y por supuesto, en la cama. Un alto nivel intelectual y cultural, un grado de valores parecido al mío y una conexión íntima que me haga levantarme cada día con una sonrisa de oreja a oreja (¿He dicho cada día? mis manos van más rápido que mi cerebro...)
Que me quieran. Que me lo digan. Que me lo digan todos los días.
Una relación perfecta sin miedo a los tequieros. Sin miedo a nada.
Esa relación idílica estaría protagonizada por un amigo que sabes que está ahí para todo, lo bueno y lo malo. Un compañero de viaje diferente a mi forma de ser pero que se complemente conmigo.

Estas son sólo algunas pistas de cómo sería mi relación perfecta. Pero ya he dicho que no creo en ellas y que en el caso de que existieran, seguro que yo no me daba cuenta...
Y ahora que ya me he desnudado un rato, voy a negociar con Interviú que creo que pagan mejor que aquí...

Un día, hace mucho tiempo, un profesor me dijo que "the perfection is not an accident". Estoy bastante de acuerdo con la frase, pero no sé si debemos aplicarlo a las relaciones personales, porque... ¿alguno de los que pasáis por aquí creéis en las relaciones perfectas?

1 comentario:

Anónimo dijo...

en realidad yo asta ahora tengo una relacion perfecta
pero mee preguntado mcuhas veces si es correcto xq los problemas aveces unen mas alas personas los defectos etc
asi q se podria decirq una relacion perfecta tndria q tener algo d imperfeccion y realmente nu lo se no del todo me agrada tner una relacion perfecta