A ella le llegó durante un concierto el siroco, unas gotas de felicidad que yo bauticé como brisa suave con sabor mediterráneo.
A ella le llegó la sonrisa, la dulzura en su tono de voz, la alegría en su mirada. A ella.
Es así como yo lo vi y así lo escribí. La chispa de ella es la suave brisa con sabor mediterráneo. Nada más, sólo ella, mi amiga. Y no me gusta que nadie lea entre líneas o entienda cosas que no son.
¿Acaso no quedaron claras mis palabras?
martes, julio 05, 2005
A ella
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario