lunes, diciembre 31, 2007

El último...

post de 2007, un año tan intenso como sorprendente. Un año muy interesante, cuyo balance es positivo... a pesar de todo.

Por varios motivos no empecé bien el 2007. El final no es que sea maravilloso pero como todo en la vida podría ser peor. Lo del medio... de todo ha habido, pero lo que es seguro es que ha estado lleno de sorpresas. El otro día alguien me decía que su año había sido de huracanes. El mío, más bien de terremotos.

Un año que yo catalogo, por encima de todo, de universo femenino. Nunca había estado tan rodeada de mujeres como este año. Y hoy recuerdo todo lo bueno que me dieron: nuestro maravilloso viaje a Argentina; tantas escapadas a Alicante (sol, paellas y... ¡¡zapatos!!); esas interminables partidas de padel de fines de semana que comenzaban a las 11 de la mañana y las terminábamos a las tantas de la madrugada, cambiando la pista por los bares donde mojábamos nuestras penas y alegrías; tantas y tantas conversaciones; las cenas en mi casa o en las vuestras; las llamadas a mi móvil (siempre en medio, haciendo de intermediaria) en mitad del trabajo para hacerme el día más fácil; nuestros e-mails llenos de chispa; tantos secretos a voces y ese juego del "yo nunca he..." que descubri un día como hoy del año pasado; compartir ese flamante descapotable y decirte al subir "si con esto ya no ligamos, mejor nos retiramos"; esas partidas de dados que nos llevamos hasta los aeropuertos de la otra punta del mundo para asombro de los japoneses de rigor; tantas cosas... que hoy me faltan y que me han dejado una brecha demasiado grande y demasiado abierta.

Un año de estar muy segura con lo que quiero y lo que no; lo que acepto y lo que no; las personas que me interesan y las que no. Un año en el que me he sentido muy querida por muchas y muy diferentes personas. También de algún que otro desengaño. De mejor no lo recordamos. De amigos nuevos. De amigos que no lo eran tanto y que este año se hicieron un hueco y aquí se quedaron. De compartir este blog, en contra de mi costumbre, con algunas personas conocidas (aún estoy esperando un par de comentarios. "Os lo doy con una sola condición..."). De momentos en los que me he sentido sola. De no saber por dónde tirar. De decir "hasta aquí". De ilusiones renovadas. De nervios al subir la escalera. De ausencias.

Un año también para querer. No para amar, pero sí para querer. Yo disfruto mucho queriendo, por eso me dan rabia los que no saben querer. O los que tienen miedo a querer. Los que dicen que no se enamoran, ¡qué pena!
El otro día un amigo me decía "sólo hay dos personas a las que les digo te quiero en estos momentos. Una es mi hija. La otra eres tú". Y cuando eso te lo dice un amigo mirándote a los ojos... pues el cielo se abre y piensas que no lo estás haciendo del todo mal, y que el mundo es (a pesar de todo) maravilloso. Y que eso es de verdad un amigo, el que un día te sorprende riendo y otro llorando mientras le cuentas tus penas y tiene a punto la palabra oportuna "siempre habrá quien te quiera sin polvo".

Un año de seguir creciendo. De mucho trabajo y esfuerzo en el día a día. De jornadas interminables y algunas sombras en el camino. De saber que estoy haciendo bien mi trabajo, aunque haya personas a las que no les guste tanto saberlo. O no quieran saberlo. Allá ellas.

De robarle tiempo al sueño para seguir haciendo una de las cosas que más me gustan, escribir.


2007 está terminando.
Y yo lo acabo con una sonrisa.
Sonrisa que significa ilusión.
Ilusión sinónimo de futuro.
El futuro es vida.
Y la vida es (a ratos)... bella.


Cuando dentro de unas hora levante mi copa lo haré por muchos de vosotros. La vida no es más que las personas que nos acompañan. A todos los que habéis pasado por la mía en este 2007, gracias.


¡Feliz 2008 para todos!

miércoles, diciembre 26, 2007

Incendio

Anoche me pareció que estaba demasiado cerca de un incendio.
Luego comprendí que el fuego estaba en tu espalda,
bajando por tus brazos hasta llegar a mi cintura,
rodeando mi pecho hasta quemarme el corazón.
...
...
Anoche me di cuenta que el fuego de tu piel
estaba en la mía.
Y que el incendio de mis ojos, ojos de fuego,
eran sólo reflejo de tu aliento.
...
...
Anoche entendí que te hago un hueco
entre mis silencios,
y que me dejas permanecer, serena,
entre tus besos.
...
...
Anoche me transformé en dos cuerpos
para acabar siendo uno,
y poder respirarte,
sin miedo a intoxicarme.
...
...
Y aunque me da pánico el fuego
anoche no quise apagar aquel incendio.

martes, diciembre 25, 2007

36

36
Podrían ser millones de euros que me han tocado en la primitiva.
O los polvos que he protagonizado en el último mes.
O los kilos que me dicta la báscula.
Podrían ser besos que he recibido en el último cuarto de hora.
Tal vez los premios que me han dado a lo largo de mi vida.

Son los años que tengo,
los que cumplo hoy.
36

Una buena edad.
Para vivir.
Para sentir.
Para disfrutar.
Para compartir
y para compartirlos.
Para tomar decisiones.
Para reír.
Para dejar de aguantar
y dejar de esperar.

36
Una buena edad para creer.
Para elegir.
Para mirar de frente.
Para ilusionarme.
Para volverme loca.
Para serenarme después.


Tengo sueños, dudas, ilusiones, esperanzas, incertidumbres y muchas ganas para los 36. Recuerdo que de pequeña me gustaban los números pares. Y éste, no sé por qué va a ser un buen año. Tengo 365 días por delante para comprobarlo... ¿me acompañas?

sábado, diciembre 22, 2007

Resumiendo

Me envía un meme Pipero a través de sus particulares volutas, y yo me pongo a ello. Se trata de resumir el año contando lo aprendido, lo olvidado y lo perdido. Allá voy:


Aprendí:


Que la envidia es muy mala y los envidiosos, peligrosos.
A jugar al mus (pero ya se me ha olvidado).
Lo que es un glaciar y cómo poder caminar sobre ellos.
Que la mayoría de los hombres se acercan a mí con la muy noble intención de acostarse conmigo (he tardado 35 años en darme cuenta, no está mal).
Que no todos somos iguales ni necesitamos las mismas cosas.
A ser más tolerante.
Que las personas suelen tropezar dos veces con la misma piedra.
Que la soledad llega sin avisar.
A ser mejor persona.




Olvidé:


Que me hicieron daño.
Que me lo volvieron a hacer.
Muchos miedos.
A tener necesidad de ti.
Llamarte por tu cumpleaños.
Decir adiós.
Que las mujeres, a veces, son muy peligrosas.
El sabor de algunos besos.
Lo malo... me quedo con lo bueno.



Perdí:


Alguna que otra ilusión.
Amigas.
Varios besos.
Un poco de inocencia.
Un pendiente.
Vergüenza.
A mi abuela.
Varias pelotas jugando al padel.
Interés.



Para el 2008


Una promesa: Ser feliz.
Un deseo: Enamorarme.
Un anhelo: Mi grupo de "las Pepas".
Un objetivo: Que tú también te enamores (pero no es un objetivo, sólo una ilusión).
Un reto: No tengo




Ha sido un buen ejercicio. Por eso el que quiera, ya sabe lo que tiene que hacer...

jueves, diciembre 20, 2007

Sorpresa

10,30 de la mañana. De un lado para otro en mi oficina. Tenía una mañana complicada: a primera hora reunión con alguien de la propia oficina para explicarle la edición de un vídeo, antes de salir a otra reunión con presentación de un proyecto muy importante.

Lluvia en Madrid, es decir, atasco monumental. No quiero llegar tarde.
He dormido poco, anoche tocó fiesta navideña de mi empresa. Tengo ojeras (escondidas como mejor he podido), sueño, y prisa.

A lo que iba: 10,30 más o menos. Me suena el móvil. Es la recepcionista. "Corre, baja, que te han traído un regalo". Cojo el ascensor. Es más rápido que bajar cinco pisos a esa hora de la mañana.
Sospecho en flores. En una sola persona.



Enorme y maravillosa cesta llena de frutas de todos los colores. Y una nota. Un sobre grande. Era mi primer regalo de cumpleaños. También uno de los más simbólicos. "Es que el 25 no te pillo trabajando".

Me ha hecho ilusión la sorpresa, la cesta y las frutas. Pero nunca olvidaré la carta de dentro del sobre grande.
Un maravilloso resumen de algunas cosas que pasaron el 25 de Diciembre de 1971, y que has finalizado de una manera que por bonita te la robo, me la apropio y la cito textual:

"Ese día mira por donde estabas llorando como una loca, supongo que despistada sin saber que hacías por aquí. Hay días maravillosos".


Gracias por tu amistad con mayúsculas, por tu cariño, por tus palabras y tus silencios. Gracias por tu tiempo, tus llamadas, tus secretos, tus consejos.
Por haber convertido muchos días difíciles en regulares. Y los regulares, en bonitos.
Creo haberte contado hace un rato que me hubiera gustado compartir tu cesta de frutas esta misma noche.

¿Sabes una cosa?
¡¡Casi!!

lunes, diciembre 17, 2007

Mi respuesta

De formas distintas cada vez.
Depende de la persona que tenga enfrente, de mi situación personal, del momento, de la vida.
Con el corazón y con la piel.
Con los ojos abiertos y también cerrados.
Rápidamente, sin darme cuenta.
Pero también despacio, disfrutándolo.

Un mucho de B, con un poco de A.
Es la respuesta al último test que no respondí, y que muchas personas me han preguntado desde entonces.

Me enamoro sobre todo, con ilusión. Quizá como una niña. Como una veinteañera camino de los quince (¿verdad D.?). También con ansia, con impaciencia, con urgencia, aunque nada de esto sea bueno. ¿Quién ha dicho que enamorarse sea bueno para la salud?

Sabéis que hablo mucho de amor. Tal vez demasiado. Quizá porque de alguna manera me falta.
Tengo miedo de aburriros.
Hay quien dice que soy demasiado seria. Que debería ponerme un poco más frívola.
Y hablar (o mejor, escribir) de otras cosas menos intensas y más divertidas.

Ya me callo.
Abro micrófonos...

domingo, diciembre 16, 2007

Aprendiendo...


viernes, diciembre 14, 2007

Decepción

Parece que últimamente le he cogido gusto a coleccionar decepciones.
Claro que unas duelen más que otras.
La tuya, además, sorprende.

"Tu sinceridad da miedo, R.", me decía el otro día un amigo de esos amigos en los que sabes que puedes confiar.
Y en un ataque de soberbia le contesté que quizá no merecían la pena las personas que no se atrevían a hacer frente a mis verdades.
"Es sólo un consejo. Haz con él lo que quieras".
Las prisas impidieron que me lo grabara con fuego en la frente. Y ya de paso, en la lengua.

Ayer rozaba el cielo con los dedos...
y hoy vuelven nubes, que amenazan tormenta.

No entiendo.
O no te entiendo.
O no entiendo nada.
O a nadie.
O a casi nadie.

La felicidad se me antoja cara. Demasiado.
Y mira que tengo un pacto con ella para ver quién llega más lejos.
No se encuentra en mercadillos de saldos, maldita sea.

No me gusta que no me den tiempo.
Que me cierren las puertas, me callen la boca, o silencien mis sentimientos.
Que me digan ven y sin darme cuenta, vuélvete.
Que no haya camino ni siquiera por el que fracasar.
No me gusta que te escapes como arena entre los dedos.
Ni que el riesgo sea mínimo.
Ni que no haya siquiera opción para el riesgo.
No me gusta que me frenen el mañana.


Mi madre (y todas las madres son sabias) lleva días diciéndome que ponga debajo de mi cama un cuenco con sal y otro con vinagre. Para espantar a algún mal de ojo que parece que se ha colado por la ranura de la ventana... Después de esta tarde, voy a empezar a considerarlo.

martes, diciembre 11, 2007

Otro test

Se ruega a todos los lectores habituales de este blog que respondan a la siguiente pregunta. Se agradecerán muy especialmente las respuestas de los lectores menos habituales, de los circunstanciales, de los pasabaporaquí, e incluso de los recien llegados



¿Cómo te enamoras?


A.- Despacio, poco a poco. Pensando "me estoy enamorando... "


B.- Rápidamente, sin darte cuenta. De pronto un día dices "me he enamorado..."




Es que hace tanto tiempo que no me pasa que quiero darme cuenta en cuanto me aparezcan los primeros síntomas...



(Gracias)

lunes, diciembre 10, 2007

Corbatas


Me gustan mucho las corbatas. Bueno, en realidad me gusta quitarlas. Pero como la vida es caprichosa, hace muchos años que no me rodeo de ellas.

En mi mundo laboral (tan creativos y progres todos ellos, de la raza de los modernos y postmodernos) no están nada bien vistas. De hecho, son inexistentes. Ni los grandes jefes en sus momentos más gloriosos las llevan.

En los armarios de mi mundo personal, la verdad es que ahora mismo no hay corbatas ni calzoncillos, por la sencilla razón de que no hay ningún hombre que guarde su ropa junto a la mía. Y si echo la vista atrás, mis últimas parejas tampoco eran de llevar corbata. Encontradas (las parejas, no las corbatas) en mi ámbito laboral, y siendo más artistas, más modernos y mucho más progres que yo, habían desterrado esta prenda de sus vestuarios. Es más, las odiaban. Había uno que incluso veía en ellas una soga al cuello.

Metáforas aparte, sólo me queda conformarme con las que me cruzo en los pasos de cebra o espero el verde de los semáforos, con robar miradas a alguno de mis vecinos (que para eso vivo en una zona muy formalita donde las tiendas de corbatas no tienen que cerrar), con esperar a los presentadores de los informativos (y a veces ni eso), o a encender la tele para ver si con un poco de suerte me topo con mi adorado George Clooney en uno de esos anuncios en los que se muestra mucho más irresistible de lo que será en su estado natural.


Conclusión: Que la erótica de la corbata, para mí, está en quitarla. En saber quitarla. Y como todo en la vida, tiene su truco.

Aunque como digo, hace mucho que no veo cómo ponerlas... como para encima acordarme de cómo quitarlas.

sábado, diciembre 08, 2007

Certezas

- "El del primero me espía", te decía el oto día.

- "¿Y cómo lo sabes?".

Buena pregunta. Supongo que hay ciertas cosas que se saben. Sin necesidad de querer o poder demostrarlas. Son certezas.
Las sabes, las sientes, y a veces (es lo de menos), las compruebas. Pero para mí, eso es lo de menos.

Pasa, por ejemplo, con las cosas del corazón. No quieres comprobarlas... por si acaso. Pero las sabes. No hay equívocos o engaños posibles. Al menos, no hacia uno mismo. ¿Para qué sirve engañar a los demás si jamás podremos engañarnos a nosotros mismos?

Supongo que una de las mejores y mayores certezas son los tequieros. ¿Qué más da saber por qué, con qué finalidad o hasta cuándo? El poder decir te quiero mirando a los ojos es lo importante. Sin mayor artificio. Sin más adornos. Y sé que no todo el mundo puede ni es capaz ni tan siquiera se lo propone. Allá ellos.

Pero hoy tengo un par de certezas recién encendidas como las luces que me recuerdan que ya casi estamos en Navidad.

Y una de ellas, te lo prometo, es que el del primero me espía.
...
...

viernes, diciembre 07, 2007

Lo que es

No es un diario (nunca me ha gustado esa palabra).
No hablo de mis vecinos.
No cuento lo que no quiero.
No digo cuántos ni dónde ni por qué.

Es solamente... un trozo de mí.
Y hoy además... es un poco de ti.

domingo, diciembre 02, 2007

Eres

Eres
brújula de los caprichos de mi piel
sueño que cada día busco y cada noche espero
diana de mi mirada
regalo que la vida me debe, que se me escapa
que ya no espero.

Eres
el tiempo que no tengo
las ganas que me sobran
el balcón de mis deseos
música sin clave de sol.


Eres
refugio del miedo que me asalta
la ironía de todos mis noes
el barco que se hunde con la marea baja (el imposible)
la furia de mi volcán.


Eres
impulso de mi cordura
frenazo a mi descaro
acierto de mis errores
el eco de una caricia apenas dibujada.


Eres...

viernes, noviembre 30, 2007

Test

¿Qué es lo que nos acerca?

A.- Cabeza.

B.- Corazón.

C.- Sexo.


¿Qué es lo que nos aleja?

A.- Cabeza.

B.- Corazón.

C.- Sexo.

jueves, noviembre 29, 2007

Verdades... (a medias)

DEMOSTRACIÓN DE QUE LA LENGUA ESPAÑOLA NO ES MACHISTA EN ABSOLUTO.

ZORRO: Espadachín Justiciero.
ZORRA: Puta.
PERRO: Mejor amigo del hombre.
PERRA: Puta.
AVENTURERO: Osado, valiente, arriesgado, hombre de mundo.
AVENTURERA: Puta.
CUALQUIER: Fulanito, Mengano, Zutano.
CUALQUIERA: Puta
REGALADO: Adjetivo; participio del verbo regalar.
REGALADA: Puta
CALLEJERO: De la calle, urbano.
CALLEJERA: Puta
HOMBREZUELO: Hombrecillo, varón, mínimo, pequeñito.
MUJERZUELA: Puta
HOMBRE PÚBLICO: Personaje prominente.
MUJER PÚBLICA: Puta
GOLFO: Masa de agua marina parcialmente rodeada de tierra
GOLFA: Puta
LOBO: Mamífero predador rapaz y feroz. Hombre experimentado y agresivo.
LOBA: Puta
LIGERO: Hombre débil y/o sencillo
LIGERA: Puta
ADÚLTERO: Infiel
ADÚLTERA: Puta
"QUE HIJO PUTA": Expresión de "menuda suerte"
"QUE HIJA PUTA": Expresión de "menuda Zorra, ojala se muera"
PUTIN: Honorable jefe de Estado Ruso.
PUTINA: Putilla.

MUJER QUE VENDE SUS SERVICIOS: Puta
HOMBRE QUE VENDE SUS SERVICIOS: Consultor

lunes, noviembre 26, 2007

El banquillo

El otro día, me decía un amigo (rompecorazones él, todo hay que decirlo, aunque lo niegue profundamente) que en cuestiones de corazón siempre hay que tener el banquillo preparado.

Yo, tan racionalista como siempre, le contesté que cómo iba a tener el banquillo listo si ni tan siquiera tengo al titular definido.

Pero creo que es un buen consejo. Y hoy he comenzado a pensar en la alineación. Aunque me temo que tengo once vacantes... (me suena que son once los jugadores de un equipo de fútbol, pero no tengo ni idea. Por Dios, si he metido la pata que alguien me corrija).

Bueno, a lo que iba. Que no tengo banquillo, no tengo titulares, no tengo reservas.
Pero tengo a un ángel de la guarda que me ha hecho el mejor regalo del día: "Vas a ser feliz".

¿A qué hora?, me has preguntado.
No lo sé.

¿Cuándo?, ahora pregunto yo.
Muy pronto.

Me llegaba desde el otro lado del teléfono. Y me ha pillado haciendo la compra. Mi nevera no aguantaba más mi soltería.

¿Qué hubiera pasado si, en vez del anuncio por los altavoces con las últimas ofertas del Carrefour, hubiera sido realmente el aviso de último vuelo del aeropuerto de Barajas?

¿Dónde estás?

En el aeropuerto. Es una llamada de despedida.

¿Y a dónde vas?

Ya te lo he dicho, muy lejos.

miércoles, noviembre 21, 2007

Historias

A Gordito Disfrutón le gustaba decirle no.
No era un tipo duro ni malvado ni retorcido ni mucho menos perverso.
Simplemente, disfrutaba negando a Rubita Feliz.
Quizá no lo hiciera aposta, pero lo hacía.
Y mucho.
Tanto negaba Gordito Disfrutón a Rubita Feliz que un día, casi sin darse cuenta, ella se transformó en Rubita Melancólica.

De sobra es conocido que la escondía, como si de un tesoro oculto se tratara.
Afortunadamente, había construido un mundo de ensueño para ella. Casi siempre, en versión horizontal.
Pero entre cuatro paredes.
Todo lo que se escapara de allí, estaba prohibido.
Era como si Rubita Feliz ahora Rubita Melancólica no tuviera derecho. Alguien no le permitía.

Un día, Gordito Disfrutón, que era muy listo, quiso esconder las palabras de Rubita Feliz ahora Rubita Melancólica. Una vez más, ocultarlas.
No vaya a ser que alguien se entere que existe.
Y no se le ocurrió mejor idea que sepultarlas con más palabras, las suyas propias.
Pero Rubita Feliz ahora Rubita Melancólica, que también es muy lista, se dio cuenta.
Esta vez fue demasiado obvio. Muy poco trabajado.
Y como además, es muy buena, volvió a cerrar el pico.
Pero ahí quedaron sus palabras, enterradas a varios metros de profundidad.
Para que nadie las leyera.

Detalles así convertían a Rubita Feliz antes Rubita Melancólica en Rubita Infeliz.
La muy tonta ella, pensaba además que mejor enterrarlas que borrarlas. Un bonito detalle de Gordito Disfrutón, fueron sus primeras palabras.
Y le dio por pensar. Así se quedó un rato. Un rato largo.
Porque lo que pudo ser una bonita sorpresa se lo convirtieron en detalle de mal gusto. Feo.

Por más que se lo digo, ella no es consciente de que está perdiendo el tiempo. Creo que nunca lo será. Pero sigue luchando por volver a convertirse cuanto antes en Rubita Feliz.
Y sabe que ya le queda menos.


martes, noviembre 20, 2007

Vitamina con forma de mail

Me lo ha escrito esta mañana un amigo en un vitamínico correo electrónico:

"Verás, echardemenos es un verbo maldito y una pasión fraudulenta.
Primero, porque en realidad no echamos tanto de menos las cosas, es que nos empeñamos en hacerlo. Y segundo, porque las cosas nunca vuelven a ser como eran, y añorar el pasado es como buscar vida inteligente en Marte.
Por eso, ¿por qué no echar de menos lo que nunca has visto? ¿por qué no echar de menos lo que nunca has hecho? A mí me consume la nostalgia por todo lo que no podré hacer y por toda la gente que no podré conocer antes de morirme. Por eso, lo pasado, pasado. Que lo eche de menos su puta madre".

Ojalá todo fuera tan fácil y aunque no comparto la frase final, el resto me parece perfecto.
Me ha hecho reflexionar, en ello estoy...

sábado, noviembre 17, 2007

Echardemenos

Echardemenos no es un verbo.
Es una lanza bien punzante, es me duelen hasta las entrañas, es sangre de la que no se ve.
Es ausencia(s), es soledad(es), es desengaño(s). Es crueldad.

Es recordar lo que un día fue y ya no volverá,
como arena entre los dedos se nos va,
es no comprender por qué ni cómo ni dónde. Es no comprender.

Echardemenos es un sentimiento que llevo dentro,
que se me ha clavado como un imperdible bien bueno que no se cae.
Admiro a las personas que no echan de menos, que no sienten, que no padecen.
Quizá no sea lo mejor pero es lo que menos duele. Por eso las admiro, por prácticas.

En estos días tengo muchos echodemenos como recién sacados del horno.
Calientes, que queman.
Aún un poco duros, sin suficiente tiempo de cocción (entendiéndose como asimilación).
Pero que si los dejo un poco más ahí dentro estoy segura que explotarán.

Echardemenos me hace humana, frente a la frialdad que veo y siento ahí fuera,
me deja kao pero con la cabeza muy alta,
me acerca y me aleja, hay tiempo para todo,
me sorprende, me regala dudas, me quita lágrimas, me roba sentimientos puros.


Te echodemenos.
Sí, a ti también.

jueves, noviembre 15, 2007

Hasta que algo (o alguien) nos separe...

Los datos son de poner los pelos de punta. En 2006 se incrementó en un 330,6% respecto a 2005, el número de matrimonios que se disuelven en su primer año. Son cifras dadas por el Instituto Nacional de Estadística.

El INE explica esta llamativa evolución por la aplicación de la nueva ley (de hace un par de años), que permite el divorcio sin necesidad de separación. Atendiendo al tipo de ruptura matrimonial, el 52% de las separaciones han sido de mutuo acuerdo y el 48% contenciosas.

El estudio recién publicado da más datos: En los tres tipos de disolución matrimonial se observa que el mayor número de rupturas tiene lugar entre los 40 y 49 años, tanto en hombres como en mujeres.

Según el tipo de ruptura, los matrimonios disueltos por nulidad han tenido una duración media de 9 años, los disueltos por separación 17,8 años y los disueltos por divorcio 14,7 años.
La mayor parte de las separaciones (36,5%) se producen después de los 20 años de matrimonio, en segundo lugar figuran las relativas a matrimonios que duran entre seis y 10 años (16,4%).
En el caso de los divorcios, el 27,1% corresponden a matrimonios con una duración superior a los 20 años, seguidos por aquellos que duran entre seis y 10 años (20,6%).


Está claro que cada día aguantamos menos, somos menos tolerantes en la pareja, nos volvemos más impacientes, más exigentes y enseguida decimos ahí te quedas, me voy. Las mujeres, ahora, somos exactamente iguales a los hombres en cuanto a la capacidad de tomar decisiones y a ser independientes, por lo que tampoco alargamos ninguna situación si no nos convence cien por cien.
Venía precisamente de hablar del tema con un amigo cuando me he encontrado con la noticia y ese dato alucinante del incremento de más de un 300% de divorcios en los primeros años de casados, en tan solo un año.

El otro día, en una reunión de amigos ninguno sobrepasábamos los 35. Y sin embargo éramos todos separados (o divorciados). Quizá la menos separada era yo porque nunca me he casado aunque haya vivido con mis parejas. Y me atreví a comentarlo en voz alta: "pero qué triste, todos tan jóvenes... y todos tan separados".

Pocos son los que quedan sin haber pasado por esta triste experiencia. Y no digamos si subimos un poco más en el escalafón de años: dos y tres divorcios a las espaldas son ya bastante habituales.

¿Hay alguna solución para frenar este incremento tan gigantesco?
Dicho de otra manera quizá un poco más romántica: ¿alguien sabe que hacer para evitar tantas separaciones?

martes, noviembre 13, 2007

¿Por qué?

¿Para qué sirve un blog?
Muchas veces me lo pregunto.

¿Puro exhibicionismo? ¿Psicoanálisis gratuito? ¿Demostración de uno mismo? ¿Para escribir lo que, en otros foros, no nos atrevemos a decir? ¿Para que nos lean? ¿Para que nos lea alguien determinado?
¿Para los demás o para uno mismo?

Supongo que para todo eso y mucho más. Depende del momento, de la actitud vital... de tantas cosas.
No miento si digo que he pensado en cerrar el mío (que es éste) en varias ocasiones. Además, es un curro. Sin embargo, algo me lo impide. Es impensable en este momento vivir sin verdadosa.

Porque es una ventana abierta a mi libertad en medio del trabajo diario, porque me gusta lo que leo, porque sé que me lo miras con frecuencia, porque si no tengo hijos ni perros ni tamagochi ni marido al menos tengo un blog, porque da morbo cuando le cuento a alguien que tengo un blog no decirle la dirección (bueno, esto es broma), porque me gusta escribir y así me obligo, porque cuando sea mayor lo leeré y me reiré de mí misma, porque es un estímulo, porque me ha permitido conocer a gente estupenda..., porque sí.

No sé si es bueno que existan razones para hacer lo que nos gusta. Es como cuando te agrada una persona, no siempre hay que saber por qué. A veces, ni tan siquiera hay razones.

Pero yo, que soy de pensar, le sigo dando vueltas al asunto: ¿por qué tengo un blog?

domingo, noviembre 11, 2007

Domingo

Acaba un fin de semana largo.
Largo e intenso.
Un fin de semana de soledades y abandonos, de conversaciones maravillosas, de bombones de foie, de dolor y lágrimas, de Madrid en la piel porque Pamplona no era para mí, de controversias y cambio de pareceres, de sms que van y vienen haciendo burbujas en el aire, de sinceridades, de la casa más bonita del mundo, de dudas, de barreras que no son tales, de amigos de verdad, de amigas que no lo son tanto, de miedo, de un viaje al sur de Madrid repleto de sorpresas, de vuestros comentarios que cada día me gustan más (leo que alguien me dice que soy una romántica irremediable, sí, ¿qué le voy a hacer?), de la resaca por el trabajo bien hecho, de sabores llenos de magia, de escuchar cosas bonitas y dejar de oír otras porque nadie me las dice, de quedarme con la boca abierta porque no tengo más remedio...

Un fin de semana en el que reclamo paz, que no llega, maldita sea y tanto necesito. Tan poco me gusta el gris que la vida sólo me depara intensidades. Pero ojalá no fueran tantas, o no siempre en la misma dirección.

Tengo una tristeza clavada en un corazón que de momento sigue en pié. Y muchos por qués que nadie se atreve a responder. Incomprensiones por un camino de asfalto que otros se empeñan en suavizar, en dulcificar, en hacérmelo más fácil. Me caigo y me levanto. ¿Por qué no venden mercromina para las pupas del alma? Están en ello, dicen los expertos. Sé paciente, que todo llega.

¿Sabes como son los besos domingueros? Largos, casi interminables.
Como este fin de semana.

sábado, noviembre 10, 2007

Cambio climático

En medio del otoño
,,,,,,,,,,,,
llega la primavera
,,,,,,,,,,,



jueves, noviembre 08, 2007

Recuerdo, vivido, sentido

Reconozco que el amor más salvaje me llegó bien mayorcita. Lo más parecido a ese amor adolescente que no tuve entonces, porque el que me ocupó en la adolescencia se presuponía muy maduro.

Pasados los 30 me enamoré como un niña. Comprendí que el amor es irracional. Que no tiene nada que ver con la cabeza. Que sale por los poros de los piel. Entendí lo que significaba la química. Lo que es que dos pieles hagan fuegos artificiales sin necesidad de otra energía que el propio deseo.
Me salían los tequieros sin pensarlos. Sin programarlos, sin ordenarlos. Me salían de dentro. Era necesidad.

Dejé a un lado la cautela para adentrarme por la senda del riesgo (en lo que a sentimientos se refiere), de la ausencia de tranquilidad (algo a lo que estaba acostumbrada), de los nervios constantes, de las mariposas que creí que sólo existían en las películas... Y así pasó el tiempo. Mucho.

Y hoy llevo grabados en mi piel ciertos jeroglíficos ancestrales con pócimas secretas de amantes, y filigranas llenas de letras en azul.

Hoy miro atrás sabiendo que he de mirar hacia adelante.
Pero hay ciertas cosas que no se olvidan.
Nunca.

lunes, noviembre 05, 2007

Robados

¿Valen lo mismo los besos robados?

Te lo pregunto a ti... que los robas.
Y también a ti... que te los han robado alguna vez.

¿De verdad quieres un beso aunque sea robado?
¿Tanto te importa dar un beso... que prefieres que te lo roben?

Siempre he pensado en que es bonito eso de que te roben un beso.
Y que no siempre es una frase hecha.
Ser ladrón de besos debe ser un oficio fascinante.
Sin guantes blancos de por medio.
Debe dar categoría en el DNI (cuando el DNI era carné de identidad y te ponían hasta la profesión).
Claro que estar en paro debe ser en esos casos una tragedia.

Pero es cierto.
Cuando menos te lo esperas, alguien está dispuesto a robarte un beso.
Y hay veces que hasta lo consiguen.

sábado, noviembre 03, 2007

Ensalada

Miedo
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Dudas
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Desconfianza
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Distancia
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Intranquilidad
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Más dudas
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Más miedo
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Más
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..............
A pesar de todo, y como me acaban de decir "La vida es como una ensalada, donde cada ingrediente le aporta un sabor distinto... no dejes que un bocado amargo te haga decir que ya no te gusta"
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A quien me dio ese gran consejo, GRACIAS

jueves, noviembre 01, 2007

Amigas

Supongo que todo adiós tiene algo de muerte. Y es algo a lo que no me termino de acostumbrar.

Hay adioses que los esperas. Los que no, son cuchillos directos al corazón. Por eso, el tuyo me duele hasta lo infinito (y no es una frase hecha). Un adiós que me huele a capricho, a adolescencia tardía. Un adiós que noentiendonada.
Pero era tu regalo para este día festivo.

La amistad es un regalo maravilloso. Creo que si hago algo bien en la vida es ser amiga. Pero hoy ya no hablamos el mismo idioma, ni miramos desde el mismo lado del cristal, ni queremos contarnos. De repente, ya no tenemos nada que decirnos. Aunque desgracidamente, ocurre sólo en una dirección.

Hoy me quedo un poco huérfana, sí. Si este año lo he compartido con alguien, ha sido contigo. Y de repente, no sé qué número de teléfono marcar.

La vida me está dando fuerte últimamente. Y hay días en que no sé ni adónde mirar.

Te voy a echar de menos, B. Mucho.

lunes, octubre 29, 2007

Lunes

El vino de rueda a última hora de la tarde con M. mojado en nuestros sentimientos más sinceros.
Las fotografías de J.C. llenas de luces y sombras. "Véndelas, no seas tonto".
Los mimos de B. Siempre. Hoy, por teléfono.
Las manos de A. que hacen magia donde otros hacen indiferencia.
Las preguntas tan ingenuas de M. Sonrisas... una vez más.
El encuentro con A. Queríamos alargarlo... no sabiendo muy bien cómo.
Mi vestido nuevo. Verde que te quiero verde.
La inteligencia de R. de la que me gusta aprender cada día. Su chispa, su ingenio. Un milagro.
La comprensión de M. Ayer, hace un mes, mañana, el año que viene, el lustro siguiente...
El buen humor de N. Conversaciones cruzadas entre prisas y nervios.

La hoja en blanco de V. Parece que el lunes empieza a terminar...

viernes, octubre 26, 2007

Luna brillante

Veo en la tele que esta noche brilla la luna más llena de todo el año.
Y pienso que me gustaría disfrutarla más allá de estas cuatro paredes.

Hay cosas que no entiendo. Que no entenderé jamás.
El desprecio es una de ellas.
El egoísmo, otra.
Y la vida, hoy, me ha vuelto a poner de frente junto a ellas.

Sí, la luna está brillando. Allá afuera.
¿Por qué no pasas y me acompañas?
Yo soy roja, tú blanca. Hacemos buena pareja.
Podemos contarnos cosas.
Tú me cuentas cómo se vive allá arriba, yo aquí abajo.
¿Tú te pones triste alguna vez? ¿Tú convives con mediocres?
¿Tú eres feliz? ¿Tú estás enamorada?

Vuelvo a la realidad.
A la luna no hay quien la mueva.
Ni quien la engañe.
Ni quien la utilice.

Y hoy, además, está brillando más que ninguna otra noche en el año.
Aprovéchala.

jueves, octubre 25, 2007

¿De verdad es un estorbo?

Leo unas declaraciones de Bienvenida Pérez, esa mujer rubia un tanto insípida cuyos mayores méritos son haberse casado con un ex ministro de la Marina Británica y casi al mismo tiempo haber tenido un lío con un alto militar de aquel país, que “el sexo es poder y el amor, un estorbo”.

He de reconocer que la frase no me parece tan insípida. Hay días en los que quiero creer en tal afirmación, seguramente todo sería más fácil, pero no encuentro el camino que me lleve a esa conclusión tan rotunda. ¿Alguien sabe cómo?

lunes, octubre 22, 2007

sms

Hablábamos de los sms. De lo que nos gusta enviarlos y recibirlos. De cómo se convierten (aún no queriendo. ¿Seguro?) en lo que yo llamo sms incendiarios.
En la cantidad de cosas que significan con tan pocas palabras.
En lo que queremos decir sin apenas necesidad de escribirlo.
En las situaciones en las que nos hemos visto envueltos mientras los escribíamos.
En lo que hemos conseguido con ellos.
En lo que hemos perdido.

He de reconocer que siempre (casi) los respondo. Y además, me encanta. Muy pocas veces no provoco lo que al final acaba siendo una auténtica conversación por escrito. Los disfruto. Eso sí, (ya lo he comentado alguna otra vez aquí) con sus comas, sus tildes, sus puntos y todas las palabras escritas íntegramente.

De mi teléfono móvil normalmente borro los que envío y guardo los recibidos. Sobre todo, aquellos que me parecen especiales. En una ocasión, al cambiar el teléfono, me daba tanta pena perderlos que los escribí en una libreta (¡más de cien!).

Poer cierto, no me gusta que no me respondan. He enviado uno a las 15,30 de la tarde y aún estoy esperando la respuesta...

Me gustaría compartir con vosotros esos sms especiales, divertidos, jugosos, osados... ¿Cuál ha sido el sms que más te ha gustado enviar/recibir? ¿En qué situación rocambolesca te has visto envuelto mientras los escribías? ¿Cúal ha sido el último? ¿Cuál el que guardas con más cariño?

Y para que no parezca que soy de las que tiro la piedra y escondo la mano, ahí va mi respuesta: Iba en el ascensor de mi trabajo. Acababa de mantener una conversación muy larga con el autor del mensaje. Pi pi: "Se me ha olvidado decirte que te quiero".
Desgraciadamente, eso fue hace mucho tiempo.

Ahora te toca a ti. Adelante...

jueves, octubre 18, 2007

Pienso

No todas las palabras son bonitas.
Ni todos los días radiantes.
No todas las historias son entretenidas.
No todo es capaz de atraparte.

El gris existe. ¡Y vaya que existe!
Las dudas, también.
La incertidumbre, lo desigual, las confusiones, las paradojas son realidad.
La soledad, también.

Me buscáis pero no me encontráis.
Te encuentro sin buscarte.
Me evitas para no decir no.
Te sigo, queriendo que por fin llegue el sí.

Hay noches en las que la luna sangra.
Días, en los que el sol no sale.
Se esconde.
O huye, que no siempre es lo mismo.

Lo complicado a veces lo es demasiado.
Lo fácil, casi nunca lo es suficiente.
Los silencios, demasiado largos.
Las palabras también se me escapan.
Arrogantes.
Indómitas.
Y soy incapaz de pronunciarlas.
Ni siquiera de imaginarlas.

Y entonces pienso si lo que no soy capaz de imaginar es porque no existe.
O porque tengo esa incapacidad.

¿Complicada?
¿Rara?
Sólo diferente.

miércoles, octubre 17, 2007

Estampitas

Corta, muy corta, pero deliciosa conversación telefónica con un compañero de trabajo:


- ¿Cómo estás?
- Bien, como siempre.
- ¿Cómo está tu corazón?
- Bien, como siempre.
- ¿En fase de reconstrucción?
- Eso significa que antes ha estado destruido... No me gusta la pregunta...
- No hombre... no lo decía con esa intención.
- De todas formas (digo) tú pon velas a tus santos para que mi corazón esté bien.
- Pero si yo no creo en los santos.
- No, si yo tampoco..., pero por si acaso.
- Bueno, le rezaré a Nuestra Señora de la Buena Actitud. Tú encomiéndate a ella.
- ¿Tienes estampitas?
- Lo siento, pero no se caracteriza por un gran merchandising. No te preocupes, le pediré por ti...




(A quien me hizo sonreír a primera hora de la mañana, gracias).





martes, octubre 16, 2007

Empieza con K

Podía haber sido una comida de trabajo aburrida como tantas otras. Podía haber sido una comida de trabajo sin más, como tantas otras. Podía haber sido una comida de trabajo como la de todos los días.

Pero no, ha sido una comida especial. Porque las comidas de trabajo divertidas y relajadas también existen. Y porque hay personas que tienen la capacidad de transformar esas comidas de trabajo en divertidas y relajadas.

Por muchas cosas ha sido especial. Por esos platos que iban y venían llenos de cosas riquísimas. Porque alguien pidió enseguida cubiertos normales y pude olvidarme de los palillos. Porque me ha reconciliado un poco con la comida japonesa. Porque tenía enfrente a personas con las que da gusto hablar, de las que es muy fácil aprender. Porque las conversaciones han sido suficientemente interesantes. Porque me encanta comer con champán. Porque hay miradas que lo dicen todo. Porque estoy orgullosa de mis amigos. Pero sobre todo, porque en la mitad de la comida (de trabajo, no lo olvidemos), alguien me ha preguntado:

- ¿Tú crees que en el amor, como en la guerra, todo vale?
- Categoricamente no, he contestado.
- ¿Y por qué dices que no? Debería valer todo, ¿no te parece?


La falta de confianza con mi interlocutor, o mi prudencia, (o las tres o cuatro copas de champán que a esa hora ya debía de llevar encima) me ha impedido contestarle los motivos por los que creo que no vale todo en el amor. Pero esa es otra conversación. O mejor dicho, otro post.

Hoy me quedo con el recuerdo de una entrañable comida.
Y de las palabras robadas a una tarde de Madrid en medio de un taxi.
La culpa, una vez más, la tiene el nada maldito champán.

lunes, octubre 15, 2007

Esperar

De pequeña, en el colegio, me enseñaron a conjugar el verbo esperar de la siguiente manera:

Yo espero.
Tú esperas.
Él espera.
Ella espera.
Nosotros esperamos.
Vosotros esperáis.
Ellos esperan.
...
...
Al hacerme mayor, he descubierto que esa no era la forma correcta. Los matices llegan con los años, está claro.
...
Yo espero.
Tú no esperas.
Él no espera jamás.
Ella sigue esperando.
Nosotros esperamos cosas distintas.
Vosotros esperáis a ratos.
Ellos esperan... el autobús.

jueves, octubre 11, 2007

Otra verdad (mía)

No es por falta de tiempo.
.........
........
Cuando las cosas no funcionan, es por falta de ganas.

martes, octubre 09, 2007

Cuidado

Es una noticia del periódico de hoy: "Las relaciones tormentosas dañan el corazón".

Lo dice la redactora de la sección de Sanidad: "De todos es sabido que los gritos, las peleas y los conflictos constantes ponen en riesgo a la más sólida de las parejas y pueden acabar rompiendo más de un corazón.

Por si alguno aún lo dudaba, un estudio científico acaba de confirmarlo. Literalmente. Según este trabajo, las personas que mantienen una relación tormentosa tienen más posibilidades de padecer una enfermedad cardiovascular.
Para llevar a cabo esta investigación, publicada en el último número de la revista 'Archives of Internal Medicine', un equipo de científicos británicos dirigidos por el especialista Roberto de Vogli analizó el caso de más de 9.000 individuos, quienes completaron un cuestionario sobre los aspectos negativos de sus relaciones más íntimas.


Entre otras cosas, los participantes tuvieron que aportar datos sobre el apoyo mutuo, la confianza, los intereses compartidos o la reciprocidad de la relación.

Además, los investigadores también midieron otras variables como la edad, el sexo, el tipo de ocupación laboral o si los individuos se habían divorciado o separado en los últimos meses.

Después, siguieron la evolución de cada paciente durante más de 12 años para comprobar si desarrollaban algún problema de salud y, especialmente, si padecían algún evento cardiovascular".


El resultado:

- Según el refranero: "Ni contigo ni sin ti tienen mis penas remedio, contigo porque me matas y sin ti porque me muero".

- Según Sabina: "Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres... porque el amor cuando no muere, mata; porque amores que matan nunca mueren".

- Según mi humilde opinión: "Mejor vino y rosas".

Pues eso.

lunes, octubre 08, 2007

A trozos

¿Se pueden romper los sueños rotos?


No hace falta que respondáis.

La respuesta es SÍ.

viernes, octubre 05, 2007

Infiel

Cuando hice la Primera Comunión me regalaron un cuaderno de esos monísimos en los que las niñas de entonces pegábamos los recordatorios, las fotos de ese día tan importante, la lista de regalos y otras emociones varias.
Lo que más me gustó entonces (y lo que más me gusta ahora, cada vez que lo releo cuando me dan repentinos ataques de nostalgia) fue el apartado de dedicatorias. Allí firmaban y dejaban sus mensajes los amigos y familiares.

El mensaje que sin duda más me impresionó fue el de mi padre: "Sé fiel a ti misma y lo serás a los demás". Desde entonces, ha sido uno de los valores más importantes de mi vida. Serme fiel. Y por tanto, serlo al resto.

Sí, lo soy. Ni me arrepiento ni me avergüenzo ni me asusta decirlo ni nada por el estilo.

Pero he de reconocer que llevo un tiempo dándole vueltas a la idea de cambiar. De dejar de serlo. Total, tampoco me ha servido de mucho.

Quizá porque ya no me sorprendes tanto, alguno podría decir que incluso me aburres. Lo cierto es que ya no te siento, apenas te aprecio. Sinceramente, me has dejado de sorprender. Te has vuelto insulso. ¡Con lo que me gustabas antes!
Y seamos honestos, cuando dos han dejado de gustarse... lo mejor es cambiar. Mirar para otro lado, comparar y si encuentras algo mejor, quedártelo.

Pasar de la fidelidad a la infidelidad es mucho más fácil de lo que yo creía.
Y a decir verdad, no me encuentro mal. No tengo remordimientos.
¡Después de 5 años juntos!


Tenía ganas. Muchas.
Lo he intentado.
Lo he conseguido.

Por fin he cambiado de perfume.

martes, octubre 02, 2007

En taxi

Taxi por esa maravillosa ciudad que es Buenos Aires. Cada viaje, una aventura. Cada taxista, un descubrimiento.

A cada cual más interesante, más divertido, más sorprendente. Y todos muy honestos, por cierto.

Pero con uno mantuve una conversación que me fascinó. Tanto como para apuntarla en mi cuaderno de notas y poder compartirla con vosotros:

Taxista.- "Para tener un negocio hace falta tener grandes capitales. Y para eso, hacen falta grandes socios. Y eso es como el matrimonio..."

Yo.- (ingenuamente) "¿Algo difícil?"

Taxista.- (categórico) "Difícil no, imposible".

Abro el debate: ¿estás de acuerdo?

(Por cierto, atención a la manera que tienen los taxistas de buscar trabajo para sus hijos).




jueves, septiembre 27, 2007

Conversaciones

- No sé qué te pasa, pero estás muy rara últimamente.
- No te entiendo.
- Rara o cursi, como prefieras.
- ¿Qué?
- No haces más que escribirme "que si te ordeno, que si te siento esponja, que si hasta el volante te recuerda, que a dónde vas, que si el menú de otoño que por cierto debe engordar una barbaridad..." Hacía mucho que no me utilizabas para lanzar esos mensajes tan... tan... mejor me callo.
- ¿Qué pasa, no tengo derecho a ponerme romántica?
- Haz lo que quieras, pero luego todo el mundo te pregunta que qué te pasa, como yo ahora.
- Eso es cierto, Verdadosa.
- Y entonces me dirás que estás harta de escuchar que si estás enamorada, que si hay alguien, que estás feliz, que estás radiante... cuando no hay nada de eso.
- Ya.
- Porque no hay nada de eso, ¿verdad?
- No, no hay nada de eso.
- ¿Estás segura?
- Sí. Segura.
- Mira si te conozco ya (dos años escribiéndome a diario son dos años. Bueno un poco más) que estoy convencida que en breve comenzarás con tus nostalgias y tus palabras agrisadas.
- Te estás pasando de lista, ¿no?
- ¿Me equivoco?
- ¿Me equivoco yo diciéndote que te estás pasando de lista?
- Oye, que aquí pregunto yo.
- No bonita, no. Aquí pregunto yo. Lo que pasa que tú eres algo así como mi portavoz.
- Otras veces me llamas tu alter ego, que parece que da más categoría... si no te importa, digo.
- Pero mi alter ego no puede ser tan... tan repelente, digo yo.
- Eso depende de cómo sea tu ego.
- Mi ego... bien, gracias. En su sitio (creo).
- Por cierto, ayer te llamaron hermética. Un compañero de trabajo.
- Sabes que no lo soy. Pero si lo soy con ellos será por algo.
- Sí, en eso tienes razón. Y mira que me jode dártela. La razón, digo.
- Oye, ¿por qué te has levantado hoy tan rebelde?
- ¿Y por qué me escribes tú últimamente con tantas palabras de algodón? Esa era mi primera pregunta al empezar el post... y a estas alturas todavía no me has contestado.
- Bueno, ya sabes que soy una hermética.
- Mentirosa.
- Verdadosa.
- Y a mucha honra. Por cierto, ¿le has planchado la camiseta?
- ¿Qué?
- Lo que oyes, bueno, lo que lees.
- No te entiendo.
- Sí, que mientras tú estás con tus cursiladas, a él le pone su camiseta. Que le inspira, vaya.
- Sigo sin entenderte.
- Esa que habías visto hace poco por la calle...
- Tienes demasiados datos de mí.
- Todos los que tú quieres darme. Ni más ni menos.
- Dar o no dar. Esa es la cuestión. Ser o no ser, que dirían algunos.
- Chica lista, tú.
- Algún día me dirás por qué.
- Oye, antes de que te vayamas, ¿vas a volver mañana?
- No lo sé. Depende.
- ¿Nos apostamos algo?
- ¿A qué?
- A que tu siguiente post será melancólico. Casi triste...
- Ahora soy yo la que me callo.
- Mejor así. Hasta mañana. ¿Alquien quiere apostar conmigo?




miércoles, septiembre 26, 2007

En todas partes

Te desayuno con prisas, no vaya a ser que te enfríes.
Te mezclo con el chocolate de los cereales, con el azúcar del café. Aún no llegas a ser empalagoso.


Te quedas durante la ducha. Y te siento esponja. En cada rincón, por todos los poros.
Te convierto también en agua, cayendo con fuerza. Intensamente.


Eres el pan caliente de la hora de comer.
Tierno y jugoso.
Imprescindible.
Generoso.


Te recuerdo en el tacto del volante, de camino a casa.
Eres ahora gasolina, fuerza, furia.
Vitamina.


Te respiro en la soledad de estas cuatro paredes.
Te sueño, te busco, te deseo, te imagino, te sorprendo.

Incluso te olvido.

lunes, septiembre 24, 2007

... sin mando

Párate.

Te lo ordeno.

Y mírame.

Sobre todo, mírame.

Aguántame la mirada, sí.

No huyas.

Sonríeme.

Ponme nerviosa.

Disfrútame.

Secuéstrame.

Sin recompensas.

Retírame.

Juégame.

Sin trampas.

Piénsame.

A gritos.

Recúbreme.

A tientas.

Rocíame.

De ti mismo.

Vacíame.

Con ganas.

Descúbreme.

Y diviérteme.

Sedúceme.

Con manos.

Con palabras.

Con sonrisas.

Con silencios.

Con caricias.

Búscame.

Ya.

Es una orden.



sábado, septiembre 22, 2007

Siguiéndote

¿A dónde vas?



jueves, septiembre 20, 2007

Menú II

Hace ya mucho tiempo, un 9 de Marzo de 2006, publiqué en forma de post el siguiente menú:

1º Plato:

Cóctel de esperanza.
Revuelto de pasión.
Sopa ilusionante.

2º Plato:

Ternura rebozada.
Besos en su jugo.
Caricias a la plancha.

Postre:

Pirámide de imaginación y toppings de fantasía.
Flan de sonrisas.
Revolvcones flambeados.


El tiempo pasa, y los sentimientos cambian.
Éste es el menú de otoño:

1º Plato:

Menestra de nostalgias.
Entremeses de miradas cruzadas.
Puré de suspiros.

2º Plato:

Suflé de piel al rojo vivo.
Silencios al vapor.
Recuerdos al pil pil.

Postre:

Macedonia de reciente de amor.
Pastelitos de palabras al oído.
Explosión en texturas de chocolate.



(Sé que no te gustará tanto, pero está dedicado a ti).

martes, septiembre 18, 2007

Sorpresas

¿Qué es una sorpresa?

Una filigrana,
un libro escondido en una estantería,
una sonrisa robada,
unas letras escritas a toda prisa en un espejo.

Una intención,
una forma de ser, y de querer.
Un oficio (el de sorprendedor),
una actitud (la de la sorprendida).

Un corta y pega muy estudiado,
mezcla de azul y negro,
simbiosis entre lo que tú eres y lo que yo doy.
Ecos del pasado, que ojalá fueran de futuro.
Esfuerzo robado al tiempo,
una mirada al fuego que un día ardió,
a los besos que esparcimos por encima del mantel.

Un misterio escondido en el sótano,
un juego cosido entre tus manos,
la magia repartida por las escaleras,
la excusa para que yo no deje de preguntar.


¿Qué es una sorpresa?
Un motivo,
en mitad de cualquier esquina,
para ser feliz.

lunes, septiembre 17, 2007

Difícil

Hay veces que nos empeñamos en lo difícil.
No sé cuánto tiene que haber de difícil para convertirse en imposible.
No sé si las personas nos diferenciamos entre los que apuestan por lo fácil y los que prefieren intentar lo difícil.
No sé quiénes son los más inteligentes en sus elecciones.


¿Qué hace una mujer de 35 con tantos recursos sola?
Esa es la pregunta difícil de la noche, contesté. Pero no tengo la respuesta.

Hoy creo (hoy siento) que he tirado por el camino de lo difícil demasiadas veces.
Y que ha llegado la hora de buscar uno mucho más sencillo.

jueves, septiembre 13, 2007

Argentina

Cuatro amigas rumbo a un país desconocido. Bueno, no tanto. Mera licencia para empezar. Muchos kilómetros por delante. Muchas más ilusiones. Ganas.

Buenos Aires-El Calafate-Ushuaia-Buenos Aires. Ese era el periplo incial. A última hora le añadimos Iguazú, ¡qué acierto!, y eso que yo era bastante reacia.

Tenía muchas ganas de hacer este viaje. Pero ahora no paro de recomendarlo a todo el mundo. Debería ser una obligación. Como mínimo, una propuesta de ley. En una de estas se lo digo a ZP (Nota de la autora: creo que es la primera vez que hablo de política y/o políticos en este blog) para que lo planteen en el Congreso: financiación del 90% del coste de los viajes a Argentina. Por lo menos, del primero.

A pesar de la grandiosidad de las Cataratas, de ese arco iris reventón y coqueto, y de haber sido capaz de quitarme los pantalones para bañarme a gusto en el río Iguazú después de hacer rafting (eso me pasa por no llevar ropa de verano), me quedo con lo vivido en la Patagonia y en Tierra de Fuego.




Con unos grampones (ellos lo llaman así, con g) que te colocan en los pies, nunca olvidaré la experiencia del trekking sobre hielo, paseando a mis anchas por encima del Perito Moreno; los despegues y aterrizajes en esos lugares tan lejanos que se convertían en tan cercanos; las montañas tan nevadas; la nieve tan seductora; los paseos en trineo; el vino caliente en mitad de la noche y de la nada; la inmensidad de los glaciares...







Estábamos muy abajo en el mapa, tanto que casi podíamos caernos. Pero me sentía tan bien... Un simple paseo por la ciudad de Ushuaia, completamente sola, es otro de mis mejores recuerdos. Dejó de llover justo en ese momento, y mientras ellas seguían con sus infatigables jornadas de compras, yo me dediqué a una de mis aficiones preferidas: la observación.




Al final pienso que el mundo es muy pequeño y que somos todos muy parecidos... por muy lejamos que vivamos los unos de los otros.

La carne, el tango, los alfajores, el frío, el sol, el agua, los glaciares, la Quilmes, las picadas, el dulce de leche... son mejores aún estando allí. Traigo las rutinas cubiertas para una temporada, la piel, los cinco sentidos...

Descubriendo mil matices diferentes en cada una de ellas, que quince días dan para mucho. Con nuestros dados como testigo, que los tiempos en los aeropuertos son muy largos y la recompensa generosa (¿quién me querrá tanto que no me ha dejado ganar ni una sola partida?).

Brindo por Argentina y por los argentinos.
Y de verdad, hacedme caso, id en cuanto podáis a conocerla.








martes, septiembre 11, 2007

Volver

Obviamente, porque es un tango.
Porque me gusta esa palabra. Tiene fuerza. Sí, a mí me gusta volver.
Lo hago una y otra vez.

Vuelvo a mi casa, a mis cotidianeidades, a este rincón. También a las rutinas.
Vuelvo a lo de siempre pero como casi nunca.
Vuelvo con las pilas cargadas, con el corazón lleno de caricias, con los ojos asombrados de tanto bonito como he visto.
Vuelvo íntegra, confiada, con esperanza. Con muchas ilusiones.

También vuelvo la cabeza atrás. Porque no habrá una tercera.
De eso estoy segura. No, no lo habrá.

Hoy he vuelto incluso a mi trabajo, después de tantos días de una maravillosa libertad casi insultante, en los que la única preocupación era ver, sentir y dejarme llevar.

Ha sido un gran verano. Me lo merecía.
Y me lo he regalado. Yo sola. A mí misma.

Como siempre por estas fechas, espero impaciente a ver caer las hojas. Ya queda menos para mi estación preferida. Pero me da pena decir adiós a las vacaciones.
Y hoy, tengo que reconocerlo.

viernes, agosto 24, 2007

Helada

Me voy, sí. A quedarme helada. Esta vez, porque me da la gana. Porque lo quiero y lo he buscado.
Esta vez, el hielo sólo será físico. Frío intenso. Pero en la piel. No en el alma. Demasidas veces me quedé helada este curso que ahora acaba. Desgraciadamente, no fue por frío:

En tu coche, escuchando el puto manos libres. Nunca cuatro palabras dolieron tanto. Herida abierta... otra vez.

En aquel apartamento tan bonito y tan lleno de obras de arte. Una historia con un chófer, una historia tan vacía...

Conmigo misma. Tantas veces. Al darme cuenta que el verbo aguantar es una mierda. Que no lleva a ningún lugar. Al menos, no a ningún lugar interesante.

En mi oficina. Varias veces. ¿Qué digo? Muchas veces. Demasiadas.

En aquella comida un día con un calor axfisiante. "Aguanta. Tienes que aguantar". Otra vez el maldito verbo. Otra vez me lo trago.

En una maravillosa tienda de antigüedades reconvertida en originalísimo restaurante.

En mi cama, muchas veces. Al ver que te ibas demasiado pronto.

Tras aquella llamada telefónica, después de escuchar mi nombre.


Hielo que duele. Hielo que sólo yo he sido capaz de derretir, de convertir en agua.
Y el agua en olvido.

Me voy, sí. A quedarme helada. Esta vez porque me da la gana.

Y si alguien siente la necesidad imperiosa de buscar a esta humilde verdadosa, podeis encontrarme por aquí.

(En unas pocas horas sale mi avión hacia Argentina.

Volveré pronto, en 15 días.

Pasaré lista, os espero a todos.

Y sí, os echaré de menos.

Besos con sabor a tango).

jueves, agosto 23, 2007

Rodillas


En muchas ocasiones, las cosas no son lo que parecen

viernes, agosto 17, 2007

Vida

Es tarde, estoy sola en casa, de frente a esta ventana que se asoma al mundo.
Tantos pensamientos, tantas palabras por decir o por escribir, tantos besos por dar, tanta piel por regalar...
Estoy bien, estoy a gusto. Conmigo y más o menos con el resto del mundo. Pero esto se queda escrito y no quiero reírme sin causa dentro de unos días, unos meses, unos años.

Ha sonado el teléfono.
He sido capaz de instalarlo.
Respiro y vivo.

Sí, la vida es esto. Ni más ni menos. Y no es menos, sino más.

Mi carta de amor encuadernada.
Mis amigas contándome sus felicidades, sus infelicidades.
El mundo mirándome y yo asombrándome.

Por fin estoy de vacaciones, y eso tiene que notarse. No hay nada como olvidarse de todo.
Borrón y cuenta nueva.
¡Qué dulce eres, ojos de fuego!
Qué bonito es saber que existen los incendios.

El primer post desde mi portátil nuevo.
Las últimas letras de un día que se me ha escapado casi sin darme cuenta.
Y yo devorándolo.
La incertidumbre de lo que mañana querrá regalarme.
¿Regalos?
¿O es que a nadie le han dado su regalo de Reyes en pleno mes de Agosto?

Me gustas.
Sí, me gustas mucho.
Tú.
Vida.

martes, agosto 14, 2007

Un post en la mesa de un chino

- Me enamoré yo. Me desenamoraste tú.

- No mientas. Fue exactamente al contrario: te enamoré yo, te desenamoraste tú solito.

- Te estoy poniendo el post en bandeja.

- No, no lo creo. ¡Qué cosas tienes! Nunca escribiría esto.

sábado, agosto 11, 2007

Eso tan difícil de definir

¿Qué es la felicidad?

Hablar.
Dormir abrazados.
Tener tiempo para leer.
Redescubrir que la comida del chino puede incluso estar rica.
Escuchar.
Saber que las vacaciones son casi inmediatas.
Tener un trabajo que me gusta.
No sentirme sola.
Mirar(te).
A pesar de todo, vivir sola.
Ver como aguantan mis plantas el verano.
Que este verano no haga tanto calor.
El próximo viaje.
Poder mirarme en el espejo y sonreír.
Los chifles.
Los comentarios.
Estar en el medio.
Tener la capacidad de elegir.
Hacer el amor.
Una caña bien fría.
Eso que algunos llaman mi libertad.
No ser envidiosa, no ser mentirosa.
Querer aprender.
El mar. Mirarlo, vivirlo, sentirlo. Siempre.
Mi gente.
El análisis que me acabo de hacer.
Tener ilusión/ilusiones.
Que algún día, al menos alguna, se cumpla.


Y para ti, ¿qué es la felicidad?

viernes, agosto 10, 2007

Miradas

Me manda mi amigo P. un correo con un artículo del que quiere que hable en esta página. El sabrá por qué.
Luego descubro que el tema también lo trata uno de los últimos posts del blog de sexo de El Mundo.

El temita va de que parece que existe un estudio (¡otro!) que demuestra la maravillosa influencia que para los hombres tiene la contemplación de los pechos femeninos.
"Una mirada a los pechos de las mujeres es tan saludable como media hora en el gimnasio y reduce la presión sanguínea, lo que supone menor cantidad de enfermedades cardíacas y pulsos más lentos. Así el realizar esta actividad por pocos minutos al día, reduce el riego de ataques y paros cardíacos a la mitad. Mirando detenidamente pechos femeninos regularmente, el hombre promedio puede extender su vida de cuatro a cinco años".

Personalmente, adoro los escotes y casi siempre llevo ropa escotada (eso sí, sin grandes extridencias). Aunque contradiciones que tiene una, no lo hago para que me miren y no me siento especialmente cómoda cuando (ni hombres ni mujeres) no me miran a los ojos cuando se cruzan o hablan conmigo.

Pero todo tiene su lado positivo. Después de leer el contenido sesudo de este estudio, felicito a los dos compañeros de trabajo con los que me acabo de tropezar en las escaleras de mi oficina. Esta noche dormiré más tranquila sabiendo que les he alargado un par de meses la vida.

lunes, agosto 06, 2007

Resumiendo

No, no soy el borde del precipicio.
No, no quiero ser el barranco por el que te tiras.
Sí, sí fui el mejor deseo que se prendió en tu piel.
No, no soy la que siempre sonríe tus mentiras.
Sí, sí seré el sol con el que volverás a quemarte.
No, no estoy cuando los demás deciden desaparecer.

Una historia demasiado larga.
De caminos inciertos por los que me he perdido tantas veces.
De silencios y de palabras.

¿Sabes qué es una burbuja?
Una mentira,
una ilusión,
un sueño.
Todo depende de cómo se mire.
Lo bueno de las burbujas es que son transparentes,
lo malo es cuando se convierten en opacas.

¿Sabes para qué sirve un poeta?
Para abofetear,
para herir,
para envolver y mirar para otro lado cuando más conviene.
Supongo que para conquistar.
No seamos ingenuos, un poeta no sirve de nada si los versos que escribe son para otros.

Y ahí me quedo.
Y así me dejas.
Rota.
Vacía.
Estúpida.

domingo, agosto 05, 2007

Esos estudios tan científicos

Leo en el periódico que según un estudio norteamericano, las mujeres obtenemos un beneficio extra de nuestras amistades femeninas, ya que gracias a ellas segregamos una hormona que controla el estrés.

Tengo amigas y tengo estrés.
Tengo mucho estrés y muchas amigas.

Me temo que otra vez estoy haciendo algo mal...

jueves, agosto 02, 2007

No son matemáticas

martes, julio 31, 2007

Verano

Verano. Deseo.
La orilla de tu piel.
Las olas de dos cuerpos: el tuyo y el mío.
Lejos queda el otoño, cuando preferíamos ver la lluvia a través del cristal.
Ahora toca sudar. Las ganas asomando entre las sábanas cada día más inútiles.

Las estrellas están dentro, no fuera.
La luna nos mira. Y el sol, que hoy quema, sigue en mis ojos.

Deseo. Verano.
Calor en tu mirada.
Sombrillas son tus manos cuando me tocan, protgiéndome de lo que me da miedo, de lo que me asusta.
Las prisas acechándonos, pudiéndonos.
Y nosotros dejándonos ganar la partida. Aunque ninguno de los dos esté hecho para perder.
Pero hay cosas con las que no se puede luchar.

Verano.
Deseo.

lunes, julio 30, 2007

Difícil conjugación

Una de las mejores cosas que me ha pasado... ha sido conocerte.


Una de las peores cosas que podría pasarme... sería no ser capaz de olvidarte.

miércoles, julio 25, 2007

¡Guapa!

¿Dónde estuviste anoche, que te pusiste tan guapa?



lunes, julio 23, 2007

Inventando sueños

Hoy, un amigo me ha dicho "No digas ojalá. Lo peor que le puede pasar a un sueño es cumplirse. Porque eso te obliga a inventarte otro".

Me ha parecido tan bonito y tan auténtico que quería compartirlo con todos los que pasais a diario por aquí.

Le he contestado que lo peor (lo más triste) era no tener sueños que cumplir, o la incapacidad para inventarnos otros.

De todas formas, me resisto a que alguno de mis sueños no llegue a cumplirse nunca. No te preocupes N., que estoy segura que rápidamente podré inventarme otros.

domingo, julio 22, 2007

Nostalgia

- Ni siquiera llegue a oír nunca su voz.
Y al cabo de un momento:
- Es un dolor extraño.
En voz baja.
- Morir de nostalgia por algo que no vivirás nunca.

SEDA, de Alessandro Baricco.

sábado, julio 21, 2007

Una olla

No, no estoy enamorada.
Sí, si estoy desilusionada.
E inquieta, y desorientada, y nerviosa, y pensativa.
Y jodida.

Si ahora mismo fuera un utensilio de cocina,
sería una olla a punto de estallar.
A pesar de haber conseguido uno de mis sueños,
la publicación de una pequeña obra.
Y que me lo hayan comunicado esta semana.

Pero sé que los ingredientes que van dentro de esa olla son todos demasiado picantes. Y que no conjugan bien unos con otros. Porque cuando falla alguno, los otros pueden resistirlo.
Pero cuando fallan todos a la vez, la olla se queda inútil.
Sin saber qué hacer.
Ni si seguir dando vueltas haciendo piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, explotar o pararse en seco.
Y gritar, ¿ahora qué?

Se me ha quedado en algún lugar de la piel esa pregunta retorcidamente insultante, ¿Te pasa algo?
Sí, claro que me pasa.
Pero no sé por dónde empezar.

El otro día hablaba de escapar.
¿Puedo cambiar el término por el otro más certero de huir?

... Aunque sea con la olla a cuestas

lunes, julio 16, 2007

La memoria es selectiva

a ante bajo cabe con contra de desde en entre hasta hacia para por según sin so sobre tras
...
(Hay cosas que no se olvidan nunca)
...
...
...
Te quiero
...
(Hay cosas que no deberían olvidarse nunca)

domingo, julio 15, 2007

A cualquier lado

Lo malo de querer escapar...


es no saber a dónde.

jueves, julio 12, 2007

The perfection is not an accident

No, no soy perfecta.
Ni quiero.
Ni lo intento.
Ni lo finjo.
Ni me interesa.


Soy como soy.
Y si no te gusta lo que ves,
es mejor que te des la vuelta.
A ver si encuentras algo mejor
... aunque lo dudo.

miércoles, julio 11, 2007

Miedos

No me dan miedo las películas de espíritus, ni las cucarachas, ni los muertos, ni los ladrones malvados, ni las arañas, ni la soledad.

Me dan miedo otras cosas. Me dan miedo los cobardes, los que no saben leer en el verde de mis ojos, los que dicen no saber querer (y lo que es más peligroso, no quieren aprender), los envidiosos, aquellos que no se arriesgan, los que se atreven a dar consejos gratuitos pero no permiten que nadie les diga ni mu, los que no se comprometen, los que juegan con mis sentimientos, los que se pasan el día mirándose el ombligo, los que me mienten (y lo que es peor se mienten a sí mismos), los que no se atreven a dar un paso más, los que me hacen daño.

Sí, esos me dan miedo.
Y peor aún, pena.

domingo, julio 08, 2007

Sorda

¿Qué dices?

Es que no te oigo.
O no te entiendo.
O no te explicas.

Es que no quiero oírte.
Ni entenderte.
Ni que te expliques.


¿Qué dices?

miércoles, julio 04, 2007

Costumbre

No es que esté hecha de costumbre, es que la vida es una costumbre. O una no costumbre.
Nos acostumbramos y nos desacostumbramos.
De repente, descubro que me he acostumbrado a vivir sin ti.
O me he desacostumbrado a vivir junto a ti, que no sé si es lo mismo.
Y me da rabia.
Y me digo nopuedeser.
Y recuerdo cuando escuchaba "ya te acostumbrarás".
Y me digo a mí misma "nunca me acostumbraré".
Y de repente llega el día en el que efectivamente me he acostumbrado.

Recuerdo aquel sms de madrugada: "Me estoy acostumbrando a ti".
Y qué verdad es.
Nos acostumbramos.


(Silencio)


Luego nos desacostumbramos.
Me da rabia.

No es que esté hecha de costumbre, es que la vida es una costumbre.

martes, julio 03, 2007

Pistas

Los cinco secretos de una mujer feliz:

1.- Es importante encontrar a un hombre que comparta contigo la responsabilidad y las tareas del hogar y que tenga un buen trabajo.

2.- Es importante encontrar a un hombre alegre, que disfrute del baile, los paseos y que te haga reír.

3.- Es importante encontrar a un hombre tierno, de quien se pueda depender afectivamente sin que por ello te subordine y además, que no mienta.

4.- Es importante encontrar a un hombre que sea un buen amante y que adore tener sexo contigo.

5.- Es MUY pero que MUY IMPORTANTE que estos cuatro hombres NO se conozcan entre sí.



Y ahora, tras la sonrisa, dime ¿qué otros secretos convierten a una mujer... en una mujer feliz?

domingo, julio 01, 2007

¿Un bien escaso?

"El plagio es el homenaje que la mediocridad rinde al talento".


Lo dijo Óscar Wilde.



A todos los que comparten su talento, gracias.

A los que lo plagiaron... ¿qué hacemos con ellos?

jueves, junio 28, 2007

Loca

Loco.

Tanto como para escuchar ven

cuando te digo vete.

A veces te digo ahítequedas

y escuchas quiérememás.

A veces te digo hastasiempre

y oyes hastanunca.

A veces te digo adiós

y te vas, pero sólo un rato.

A veces te digo no más

y tú vienes y me abrazas

¡Y mira que te lo digo claro,

y mira que te lo digo alto!

Sé que un día ya no estarás loco,

te diré vete

y te irás para siempre.

Ese día la loca seré yo.



(Dedicado a mi constante inspiración.
A uno de mis locos preferidos.
A quien mejor me dice.

Dedicado a ti.
Hoy, con admiración).

miércoles, junio 27, 2007

La vida

¿Dónde van a parar las palabras que no me salen?
¿Dónde se quedan los besos que no te doy?
¿Qué hacemos con los sueños que no llegamos a convertir en realidad?
¿Qué pasa con los abrazos que no nos atrevemos a dar? ¿Qué con los sentimientos que no queremos desvelar?

La vida es rara. Te da, te quita, te pone, te arrebata...
Todo, sin avisar.
Te llena, te vacía, te pone entre las cuerdas, te deja respirar, te mima, te oprime, te sorprende.

Pero lo que nunca sabremos es el lugar donde habitan las palabras que no nos salen; si algún día se encontraran todos los besos que no te di; o dónde se reciclan los sueños que por despiste o por necesidad, se quedaron simplemente en eso, en sueños.
Tampoco a qué juegan los abrazos cobardes, es decir, aquellos que no nos salen; ni si podremos resucitar a los sentimientos que agonizan.

Quizá la tontería sea hacerse estas preguntas.
Tal vez sea por la edad.
O por las hormonas, que siempre queda recurrente.
Mejor aún, por un exceso de alcohol en sangre.
O por falta de sueño, cuando las tonterías salen solas.

Me voy a dormir.
Hasta mañana.
Puedes seguir con la disertación.
Estaré encantada.

lunes, junio 25, 2007

Sí, quiero

Te quiero, por llegar a mi vida cuando más te necesitaba. Por colarte en ella a base de risas, complicidades y muchas conversaciones.

Te quiero, porque me diste alas y me enseñaste a volar.

Te quiero, porque me lo das todo sin pedirme nada.

Te quiero, porque eres la única mujer que me ha pedido matrimonio ;-) Porque no sabes cuánto te debo.

Te quiero, porque me quieres y me lo dices.

Te quiero, porque te lo mereces. Porque recién llegado, me miraste y supe que serías especial.

Te quiero, porque no puedo no quererte.

Te quiero, porque un día me dijiste "se fiel contigo misma y lo serás con el resto".

Te quiero, porque me enseñaste que la magia no sale de una chistera.

Te quiero, porque sí.


Sí, hay muchas formas de querer.
Y muchas personas a las que poder decir te quiero.

A todos los que estáis ahí arriba, gracias. Y si algún día pudierais leerlo (cosa bastante improbable, porque la mayoría no saben que existe este rincón), me gustaría que no tuvierais problema en reconoceros.

domingo, junio 24, 2007

Desesperadas

El otro día, mientras escribía un reciente post, escuchaba el sonido de fondo de la tele sin prestarle mucha atención. Era el turno de la serie "Mujeres Desesperadas", que tiene diálogos tan divertidos como sorprendentes, además de una realización impecable. De esta temporada no había visto ningún capítulo, pero el otro día tropecé con ella.

Genial la conversación de una de sus protagonistas con su marido, cuando él está planeando qué hacer por su octavo o noveno aniversario de boda. Ella, saturada con su trabajo,prefiere pasarlo en casa... durmiendo.

El: "Y mi polvete, ¿qué?"
Ella: "Puedes echármelo, pero ten cuidado con no despertarme".

viernes, junio 22, 2007

Cuando cortar es necesario

"No dejes crecer la hierba entre la casa de tu amigo y la tuya".


... Pues eso.


(Y aunque lo parezca, no lo dijo Eduardo Manostijeras).