sábado, diciembre 08, 2007

Certezas

- "El del primero me espía", te decía el oto día.

- "¿Y cómo lo sabes?".

Buena pregunta. Supongo que hay ciertas cosas que se saben. Sin necesidad de querer o poder demostrarlas. Son certezas.
Las sabes, las sientes, y a veces (es lo de menos), las compruebas. Pero para mí, eso es lo de menos.

Pasa, por ejemplo, con las cosas del corazón. No quieres comprobarlas... por si acaso. Pero las sabes. No hay equívocos o engaños posibles. Al menos, no hacia uno mismo. ¿Para qué sirve engañar a los demás si jamás podremos engañarnos a nosotros mismos?

Supongo que una de las mejores y mayores certezas son los tequieros. ¿Qué más da saber por qué, con qué finalidad o hasta cuándo? El poder decir te quiero mirando a los ojos es lo importante. Sin mayor artificio. Sin más adornos. Y sé que no todo el mundo puede ni es capaz ni tan siquiera se lo propone. Allá ellos.

Pero hoy tengo un par de certezas recién encendidas como las luces que me recuerdan que ya casi estamos en Navidad.

Y una de ellas, te lo prometo, es que el del primero me espía.
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18 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola a todos. A ti, Lunarroja.
He paseado muchas veces por este blog, y nunca he sabido qué comentario dejar. Temo ser demasiado inmadura para esto. Pero las palabras hay que oírlas y también decirlas.
Hoy tengo ánimos para darte las gracias precisamente por eso; por haberme animado.

Lunarroja dijo...

Gracias a ti, anónima, por recorrer parte de este camino con nosotros.
Enhorabuena por tus ánimos. Por compartir tus palabras.
Y ya que estás... quédate ;-)

El búho rojo dijo...

Las certezas son esos frutos encarnados que suelen aparecer unidos de dos en dos??? Ah, no... eso son las cerezas...

Si, a mí también me gustan las cerezas...

Si estás segura, pídele el currículo. A lo mejor es guapo, con dinero, inteligente, educado, divertido, y hasta soltero y heterosexual... anda, que eso si que sería un buen regalo de navidad, ¿no???

CurroClint dijo...

Si tuviera una vecina como tú, ten por seguro que yo te espiaría, sin lugar a dudas.
Besos

Pipero dijo...

Son certezas... del corazón. Por eso no se comprueban. Por eso duelen tanto cuando te enteras que no lo eran (de la cabeza).

Lunarroja dijo...

Búho, sería un estupendo regalo de Navidad, eso seguro. Y quién sabe si tengo algún vecino que responda a esa definición...

Curro, no seas malo, anda...

Pipero, ¿también las certezas caducan?

Fernando dijo...

La intuición me ha traido a tu blog. Aré de ella una certeza :-)

ybris dijo...

Tu certeza es mejor que la mía. Por lo menos que acompaña mucho.
La mía es la certeza de que nadie me espía.
Ya es lástima.
Compensa venir por aquí a espiar y a decir "te quiero" sin artificios.

Sofia dijo...

qué miedo..qué nervios

(se acerca....la navidad peligrosamente)

Lunarroja dijo...

Bienvenido Fernando.

Ybris, no estés tan seguro... Yo tardé tiempo en descubrirlo :) Gracias por los sin artificios.

Chus dijo...

PUes no sé si me terminan de agradar determinadas certezas, como que tu vecino te espía...

Lunarroja dijo...

Sofía, ¿nervios? Todos. ¿Miedo? Nunca.

Aynara,tranquila que no es peligroso. Ya te lo cuento si cambia...

Adúlter dijo...

Claro.
Así hay que decirlo.
Así, o como mejor te parezca. :)

Eryx Bronte dijo...

te espiaría yo también..ja,ja..besos

Luis Caboblanco dijo...

Hola Luna.

Me parece muy bien pero... ¿y que me dices del espiado? o es que acaso no es verdad que el sentirse observado le sube a uno la autoestima y le ofrece esa pizca de picante que a veces la vida no te da?... ¿No será que queremos que nos miren...?

Anónimo dijo...

Lo que puedes hacer es espiarle tú a él también y nos lo cuentas.
Si él tiene la certeza de que le espías, o deja de hacerlo o algún día coincidirán vuestros dos ojos en el agujerito de la cocina.

Anónimo dijo...

Jo, qué divertido... a ver si te va a dar ahora por escribir historias eróticas jajaja.

Lunarroja dijo...

No lo descarto, maría manuela.
Es algo que siempre me ha gustado.
;-)