viernes, agosto 24, 2007

Helada

Me voy, sí. A quedarme helada. Esta vez, porque me da la gana. Porque lo quiero y lo he buscado.
Esta vez, el hielo sólo será físico. Frío intenso. Pero en la piel. No en el alma. Demasidas veces me quedé helada este curso que ahora acaba. Desgraciadamente, no fue por frío:

En tu coche, escuchando el puto manos libres. Nunca cuatro palabras dolieron tanto. Herida abierta... otra vez.

En aquel apartamento tan bonito y tan lleno de obras de arte. Una historia con un chófer, una historia tan vacía...

Conmigo misma. Tantas veces. Al darme cuenta que el verbo aguantar es una mierda. Que no lleva a ningún lugar. Al menos, no a ningún lugar interesante.

En mi oficina. Varias veces. ¿Qué digo? Muchas veces. Demasiadas.

En aquella comida un día con un calor axfisiante. "Aguanta. Tienes que aguantar". Otra vez el maldito verbo. Otra vez me lo trago.

En una maravillosa tienda de antigüedades reconvertida en originalísimo restaurante.

En mi cama, muchas veces. Al ver que te ibas demasiado pronto.

Tras aquella llamada telefónica, después de escuchar mi nombre.


Hielo que duele. Hielo que sólo yo he sido capaz de derretir, de convertir en agua.
Y el agua en olvido.

Me voy, sí. A quedarme helada. Esta vez porque me da la gana.

Y si alguien siente la necesidad imperiosa de buscar a esta humilde verdadosa, podeis encontrarme por aquí.

(En unas pocas horas sale mi avión hacia Argentina.

Volveré pronto, en 15 días.

Pasaré lista, os espero a todos.

Y sí, os echaré de menos.

Besos con sabor a tango).

jueves, agosto 23, 2007

Rodillas


En muchas ocasiones, las cosas no son lo que parecen

viernes, agosto 17, 2007

Vida

Es tarde, estoy sola en casa, de frente a esta ventana que se asoma al mundo.
Tantos pensamientos, tantas palabras por decir o por escribir, tantos besos por dar, tanta piel por regalar...
Estoy bien, estoy a gusto. Conmigo y más o menos con el resto del mundo. Pero esto se queda escrito y no quiero reírme sin causa dentro de unos días, unos meses, unos años.

Ha sonado el teléfono.
He sido capaz de instalarlo.
Respiro y vivo.

Sí, la vida es esto. Ni más ni menos. Y no es menos, sino más.

Mi carta de amor encuadernada.
Mis amigas contándome sus felicidades, sus infelicidades.
El mundo mirándome y yo asombrándome.

Por fin estoy de vacaciones, y eso tiene que notarse. No hay nada como olvidarse de todo.
Borrón y cuenta nueva.
¡Qué dulce eres, ojos de fuego!
Qué bonito es saber que existen los incendios.

El primer post desde mi portátil nuevo.
Las últimas letras de un día que se me ha escapado casi sin darme cuenta.
Y yo devorándolo.
La incertidumbre de lo que mañana querrá regalarme.
¿Regalos?
¿O es que a nadie le han dado su regalo de Reyes en pleno mes de Agosto?

Me gustas.
Sí, me gustas mucho.
Tú.
Vida.

martes, agosto 14, 2007

Un post en la mesa de un chino

- Me enamoré yo. Me desenamoraste tú.

- No mientas. Fue exactamente al contrario: te enamoré yo, te desenamoraste tú solito.

- Te estoy poniendo el post en bandeja.

- No, no lo creo. ¡Qué cosas tienes! Nunca escribiría esto.

sábado, agosto 11, 2007

Eso tan difícil de definir

¿Qué es la felicidad?

Hablar.
Dormir abrazados.
Tener tiempo para leer.
Redescubrir que la comida del chino puede incluso estar rica.
Escuchar.
Saber que las vacaciones son casi inmediatas.
Tener un trabajo que me gusta.
No sentirme sola.
Mirar(te).
A pesar de todo, vivir sola.
Ver como aguantan mis plantas el verano.
Que este verano no haga tanto calor.
El próximo viaje.
Poder mirarme en el espejo y sonreír.
Los chifles.
Los comentarios.
Estar en el medio.
Tener la capacidad de elegir.
Hacer el amor.
Una caña bien fría.
Eso que algunos llaman mi libertad.
No ser envidiosa, no ser mentirosa.
Querer aprender.
El mar. Mirarlo, vivirlo, sentirlo. Siempre.
Mi gente.
El análisis que me acabo de hacer.
Tener ilusión/ilusiones.
Que algún día, al menos alguna, se cumpla.


Y para ti, ¿qué es la felicidad?

viernes, agosto 10, 2007

Miradas

Me manda mi amigo P. un correo con un artículo del que quiere que hable en esta página. El sabrá por qué.
Luego descubro que el tema también lo trata uno de los últimos posts del blog de sexo de El Mundo.

El temita va de que parece que existe un estudio (¡otro!) que demuestra la maravillosa influencia que para los hombres tiene la contemplación de los pechos femeninos.
"Una mirada a los pechos de las mujeres es tan saludable como media hora en el gimnasio y reduce la presión sanguínea, lo que supone menor cantidad de enfermedades cardíacas y pulsos más lentos. Así el realizar esta actividad por pocos minutos al día, reduce el riego de ataques y paros cardíacos a la mitad. Mirando detenidamente pechos femeninos regularmente, el hombre promedio puede extender su vida de cuatro a cinco años".

Personalmente, adoro los escotes y casi siempre llevo ropa escotada (eso sí, sin grandes extridencias). Aunque contradiciones que tiene una, no lo hago para que me miren y no me siento especialmente cómoda cuando (ni hombres ni mujeres) no me miran a los ojos cuando se cruzan o hablan conmigo.

Pero todo tiene su lado positivo. Después de leer el contenido sesudo de este estudio, felicito a los dos compañeros de trabajo con los que me acabo de tropezar en las escaleras de mi oficina. Esta noche dormiré más tranquila sabiendo que les he alargado un par de meses la vida.

lunes, agosto 06, 2007

Resumiendo

No, no soy el borde del precipicio.
No, no quiero ser el barranco por el que te tiras.
Sí, sí fui el mejor deseo que se prendió en tu piel.
No, no soy la que siempre sonríe tus mentiras.
Sí, sí seré el sol con el que volverás a quemarte.
No, no estoy cuando los demás deciden desaparecer.

Una historia demasiado larga.
De caminos inciertos por los que me he perdido tantas veces.
De silencios y de palabras.

¿Sabes qué es una burbuja?
Una mentira,
una ilusión,
un sueño.
Todo depende de cómo se mire.
Lo bueno de las burbujas es que son transparentes,
lo malo es cuando se convierten en opacas.

¿Sabes para qué sirve un poeta?
Para abofetear,
para herir,
para envolver y mirar para otro lado cuando más conviene.
Supongo que para conquistar.
No seamos ingenuos, un poeta no sirve de nada si los versos que escribe son para otros.

Y ahí me quedo.
Y así me dejas.
Rota.
Vacía.
Estúpida.

domingo, agosto 05, 2007

Esos estudios tan científicos

Leo en el periódico que según un estudio norteamericano, las mujeres obtenemos un beneficio extra de nuestras amistades femeninas, ya que gracias a ellas segregamos una hormona que controla el estrés.

Tengo amigas y tengo estrés.
Tengo mucho estrés y muchas amigas.

Me temo que otra vez estoy haciendo algo mal...

jueves, agosto 02, 2007

No son matemáticas