Lo dice el blog de sexo del periódico El Mundo en su post de hoy titulado "La erótica del cuello": "Una de las zonas del cuerpo que puede acumular más tensión y estrés es la del cuello. Esta misma zona puede abrir la puerta al placer. En Occidente, tradicionalmente, se considera que la cabeza representa la razón y el cuerpo la emoción. Según este esquema, el cuello sería el vínculo entre uno y otro".
Continúa, "A nivel erótico, el cuello es bastante propenso a la excitación y esto resulta evidente en las relaciones sexuales. La mayoría de las personas experimentan mucho placer tanto al estimular el cuello como al recibir estimulación en esta parte. Solemos ser sensibles a caricias suaves con las manos, que hábilmente retiran el pelo a la conquista de epidermis gozosa. La boca y la lengua cumplen también una sugestiva función".
Personalmente, soy de las de cuello. Nada como comenzar por ahí.
Que me acaricien el cuello, un visado al paraíso.
No lo niego. Me encanta que me toquen el cuello.
Y no sé por qué hoy me ha dado por escribir sobre esto.
Sobre la erótica..., digo sobre el cuello.
¿O es lo mismo?
10 comentarios:
Pues es muy cierto.
No sé si será por ser el vínculo entre razón y emoción o por otra cosa.
A mi también me encanta un comienzo de sesión por cuello.
Besos.
En mi caso (reconozco que soy un bicho raro) creo que importa más el cómo que el donde.
Son las manos (o los labios) los que generan esa sensación, aunque fuera en el codo donde me rozasen.
Besos.
Ahora que has dado a conocer tu punto débil tendrás que defenderte de los sedientos vampiros que intentarán llegar a él.
Espero que tengas un crucifijo y ajo a mano.....
La explicación parece convincente. Ahora, sea como fuere... es cierto que toda ciudad tiene un punto débil y... este es el mío.
Sin duda el cuello es, para mí, el preámbulo de cuanto acontecerá después. Tras besarlo con ternura voy pasando a suaves lamidos. Y en un "crescendo" sinfónico termino con tenues mordiscos que acaban por humedecer toda esa zona.
Y claro, en todo este proceso no se salvan los lóbulos de las orejas.
Sí... a mí también me gusta besar en los cuellos...
Firmado, el conde Drácula...
Uys, erótica cervical...
Te invito a mi blog... El juego te espera.
yo lo siento, pero soy más de polla que de cuello
No lo sientas, casi yo. Es otra opción.
Yo también soy de las del cuello...
:)
Publicar un comentario