lunes, junio 04, 2007

Tirar

Para olvidar los recuerdos que nos hacen daño, nada mejor que tirarlos a la basura.


La medida es drástica.
Pero infalible.

17 comentarios:

Ninfa dijo...

Pero el problema es tener el valor de tirarlos. Bsss.

JuanMa dijo...

A veces es mejor reciclarlos. Reprocesándolos se puede sacar algo útil de ellos (por ejemplo, una enseñanza).

Un beso, Lunarroja.

Anónimo dijo...

MI CUBO DE BASURA ESTA LLENO Y TE GARANTIZO QUE YO JAMAS RECICLARE ESA BASURA.

ANONIMO

Anónimo dijo...

POR CIERTO LUNAROJA JAMAS PERO JAMAS DE LOS JAMASES A TI TE TIRARIA A MI CUBO DE LA BASURA, Y SI ALGUN DIA CAYERAS EN ALGUN CUBO AJENO, AHI ESTARIA YO PARA SACARTE Y RECICLARTE.

UN BESO MI ETERNA LUNAROJA

ANONIMO

Anónimo dijo...

Los malos recuerdos no son biodegradables. Al igual que el plástico, tenemos que reciclarlos o quemarlos.

ybris dijo...

Desde que la basura es papelera de reciclaje parece que uno nunca se decide a olvidar.
Y es que parece que el olvido se burla de nosotros y se empeña en no guardar lo que queremos.
Y viceversa.
Como intención no está mal lo de la basura.
¡Ojalá estuviera en nuestra mano!

Besos

Lunarroja dijo...

Hmmmm, será que yo no soy tan ecológica como vosotros

(o que ya no me caben ni en el cubo de basura).

Joan Torres dijo...

Podría pensarse en un primer momento que es una tarea fácil esta de tirar algunos recuerdos a la basura. Es algo necesario, pero no se engañen: no es nada sencillo.

Uno debe clasificarlos según su composición:

Los de vidrio: aquellos en los que no pensamos apenas, pues son duros, pero que cuando los traemos a la memoria nos desmoronan por su fragilidad. Esos, al cubo verde.

Los de envases: los que aparentemente no son más que un recipiente, pero cuando uno se fija se da cuenta de que albergaron más de lo que pensamos. Vacíenlos del contenido, y pónganlos en el amarillo.

Los de papel: poemas que escribimos ahogados por el dolor, cartas que nunca enviamos por coraje o por despecho. Rómpanlos en pedazos, y póngalos en el azul.

Por último lo orgánico: las lágrimas y los mocos con los que empapamos nuestros pañuelos, desconsolados. Ríos de dolor que discurrían en la soledad del dormitorio. Esos, sin dejar que se sequen nunca, deben ir, como sabrán, al de color marrón.

Lunarroja dijo...

Genial, escéptico.

casi yo dijo...

cuidado con lo que tiras. Yo mataría por recuperar recuerdos que he borrado

L_Y_R dijo...

lunarroja... yo no los tiro por miedo a echarlos de menos... lo mio es para encerrarme...

esceptico... fantastico! me has encantado!

Chus dijo...

Mira que igual luego nos da por rebuscar en la basura, que menudos somos.
Igual si inmediatamente los bajamos a la calle, no caemos en la tentación.
Besos

el santo job dijo...

y quemarlo?
al menos al viento le aprovecha

Fernando dijo...

pienso que es falsa...nada se escapa a la dura cicatriz del recuerdo...besos

Mabel dijo...

Je hola, de casualidad di con tu blog, me ha gustado esa frase, toda la razón je saludos

Perovsquita dijo...

Totalmente de acuerdo.

Todos aquellos recuerdos que nos hacen daño.... a la basura!!

Empezar de nuevo,conlleva empezar sin ataduras ni cosas del pasado.

nancicomansi dijo...

Que si, que si...que hay que ser valientes...