domingo, marzo 16, 2008

¿Cuánto vales?

No hace mucho tiempo, cuando era más joven (supongo que más ingenua y más idealista también) pensaba firmemente que era imposible que alguien consiguiera comprarme, que no tenía precio y que no había dinero en el mundo para comprar mis valores.
No es que nadie lo haya intentado a lo largo del camino, pero la vida me ha ido cambiando ciertas opiniones al respecto. Creo que la mayoría de nosotros tenemos un precio. Y mi particular idea es que ese precio es mucho más bajo del que en principio pudieramos creer.
Ésto, a grandes rasgos. Aunque es un tema complicado, quizá demasiado para sintetizarlo en unas cuantas líneas. Pero como titular (no olvidemos que soy periodista) es válido.

Obviamente, nadie viene por la vida preguntándonos "Oye, tú cuánto vales", o "me das tu alma a cambio de...". No se trata de eso. A mí al menos no me pasa a diario. Pero, ¿qué pasaría si alguien nos ofreciera el sueño de nuestra vida a cambio de algo? Creo que la respuesta está en ese algo. Dependiendo de lo que nos pidieran, accederíamos o no. Y si la cosa no fuera muy mala o no trajera consecuencias nefastas, acabaríamos cediendo.

Pongamos un ejemplo: Si alguien me ofrece la casa de mis sueños (que no puedo pagar ni de lejos), escucharía la oferta. Si me la diera a cambio de matar a alguien evidentemente saldría corriendo, pero si el cambio fuera mucho menos dramático quizá me pararía a escucharlo. Y la respuesta no está aquí, está en las circunstancias del momento en el que se produjera el intento de pacto, en el momento vital de cada cual, en las consecuencias que tuviera tal decisión, en el daño que nos pudiera hacer... En tantas cosas.

Lo más agradable de todo esto es tener la seguridad de que no existe diablo que vaya comprando nuestras almas, ni tan siquiera humanos que vayan a intentarlo, porque si lo hicieran... estoy segura que todos nos sorprenderíamos de nosotros mismos. Es muy saludable saber que no vamos a tener que elegir.

Aunque sea una teoría un poco simple, ésta es mi particular visión del tema: casi todos tenemos un precio, y lo más sorprendente es que en la mayoría de los casos sería mucho más bajo de lo que en un principio nos gustaría.



(Dedicado a ti, lobo, sean cuales sean las estepas que ahora te ven correr)

12 comentarios:

El búho rojo dijo...

Luna...

Casi completamente de acuerdo contigo, pero creo que el precio que se paga por nosotros, pobres mortales, no es sólo económico...

Cuantas veces sentimos que daríamos nuestra vida por una mirada, por una sonrisa, por un beso???

No entro en polémicas morales, pero la vida nos enseña, que la vida y la muerte tienen un precio muy sencillo (ya escribí algo sobre ello y si buscas en internet, en tres minutos tienes asesinos a sueldo y madres de alquiler) pero el valor tangible, es algo que se paga con dinero tangible...

Algo más intenso, más profundo, más vivo existe en cada persona... el amore, la amistad, el odio, el rencor... sentimientos, unos buenos y otros malos, que dificilmente se pueden comprar y mucho menos vender...

Sí, hay mucho de lo que hablar aún...

Un beso, y ya ves... gratis para tí, pero no te equivoques... tiene un precio... el de seguir leyéndote y por lo tanto, te obligo a escribir... así de sencillo.

Lunarroja dijo...

Gracias búho...
Obligación aceptada. Ya sabes cuál es el precio. Ya sabes cuál es el trato.

Si es que cada vez hacemos menos cosas "a cambio de nada":

Besos gratuitos.

Unknown dijo...

Supongo que el término "venderse" tiene que ir asociado a renunciar algo de tu propia esencia, personalidad, principios.

Tener que hacer algo que no nos gusta con objeto de conseguir un sueño, depende muy mucho de si el hacer eso que se nos propone está absolutamente enfrentado a nosotros mismos.

También está el concepto de chantaje, algo más oscuro aún, por el que te ves obligado a hacer algo indeseable para evitar un mal mayor...

Dilemas de la vida, nada más

Pipero dijo...

Toda nuestra vida implica vender una parte de nosotros. Lo hacemos en la búsqueda de trabajo, lo hacemos en nuestras relaciones personales... (en ese caso más que una venta es un "intercambio"). El tema no es sólo cuánto vales sino qué parte de tu persona no tiene precio o no estarías dispuesto a venderla nunca.

ybris dijo...

Yo siempre me he jactado de que era insobornable.
Pero la vida me ha forzado a veces a callarme.
Y afortunadamente nadie me ha obligado a escoger entre los que quiero y mis creencias.
Por eso sólo sé que cuelgo el teléfono cada vez que me ofrecen algo y hago vanos intentos por mantener la dignidad cuando me aprietan donde duele.

Besos.

KAMELAS dijo...

Cada mes de Marzo cuando me siento delante de mi jefe y me tengo que aplicar la vaselina yo mismo por una miseria de subida de sueldo ..

. ya me habia dao cuenta de que tenia un precio

Un besazo

Ps.- Yo no voy a hacer como el Buho Rojo y "obligarte" a hacer algo .... eres demasiado inteligente para eso ... yo en cambio te SUPLICO que sigas escribiendo ..

Lunarroja dijo...

Pero bueno, Kamelas... ¿qué es eso de suplicarme? ¿desde cuándo nos va bien con esos términos?

Ni por obligación ni por súplicas. Seguiré escribiendo (de momento)... únicamente porque me gusta.

Besos pringosos (por lo de la vaselina, digo)
;-)

ZenyZero dijo...

Todo es tan barato... Menos la dignidad, esa sí que es cara. Asi que una cosa o la otra. El precio son los bolsillos vacíos, si es que te llega para pantalones.

Chuff!!

Lunarroja dijo...

Zenyzero... ¡¡cuánto tiempo!! Bienvenido de nuevo.
Y sí, tienes mucha razón. La dignidad es más bien cara. Por poco abundante.

Besos humeantes.

Pipero dijo...

Se asume que nadie de los que hemos respondido está depresivo, ¿verdad?, porque si ese fuera el caso la respuesta sería bastante obvia...

Lunarroja dijo...

Todos somos emocionalmente estables, PIPERO... eso creo
ja
;-)

Anónimo dijo...

Yo voy a atreverme a dar un matiz experimental a este post. (Dado el atrevimiento, esta vez permaneceré en el anonimato)

Veamos cual es el precio (Ahora que hablamos de "comprar" voluntad) de un beso de Lunarroja!

(No te ofendas por favor, la intención es justamente la contraria)

Yo comenzaré la puja por 50 Euros, y veremos a donde llegamos... Eso sí, responde comprometiéndote que el que gane realmente te besará, y que el dinero lo dará a una ONG que elijas, así es más sano el reto.

¿Aceptas Lunarroja?

(¿por que no lo propones en tu próximo post?)