lunes, enero 22, 2007

Otra intimidad más

A menudo me pregunto por qué me cuesta tanto conseguir ciertas cosas. Aunque creo que hasta ahora no me ha ido mal la vida y las circunstancias no me han sido adversas, soy consciente de que todo me cuesta especialmente.
Claro que puede que sea una opinión puramente subjetiva y que todos, al fin y al cabo, pensemos de una manera parecida. Quizá creamos que a nosotros las cosas nos cuestan más que al vecino...

Pero hay algo en esa felicidad deseada que no llega. He compartido tanto en este blog que supongo que da igual una intimidad más. El sentir que todavía tengo que seguir esperando (¿a qué?), que nunca tengo el viento de cola, que hay ciertas cosas que aún no son para mí, que todo es...

Puede que sea que estoy de bajón, o esta maldita soledad de desayuno y cena, la conversación con mi amiga B. sobre lo que queremos y lo que tenemos, o el sentirme poco escuchada cuando he llamado para contar mis problemas. Puede que todos me vean demasiado fuerte cuando en realidad soy demasiado vulnerable. Puede que esté cansada, o desilusionada, o que me haya vuelto escéptica. Puede que sea que se acercan los días de lluvia y no se me ocurre con quien meterme bajo la manta acurrucada en un sillón.
Ojalá sea sólo porque tengo la regla y no me aguanto ni yo.

¿Qué más da... una intimidad más?

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Sea lo que sea tienes razón todos esperamos o esperábamos algo más de la vida y sin embargo no miramos lo que tenemos con respecto a otros...el tiempo se nos escapa y nos vemos sitiados pero aún así hay que seguir con un ramillete de esperanza...quizás hay días que la soledad es demasiada soledad para una sola...aunque seas tú y todos piensen que que eres tan fuerte...apoyate en tus amigos y sigue mirando las mañanas con la mirada limpia..recogerás algo en el camino..un beso.

Anónimo dijo...

Ay, ay, ay...que me temo estoy como tú (con regal incluida...) es esa sensación de ¿y ya está? ¿eso es todo? ha de haber algo más que no acabo de alcanzar...te entiendo tanto...y aunque te digan que quizás un remedio sea "relativizar" ( ala "baja", no la vayamos a pifiar, tipo: al menos tengo trabajo, o tengo los 5sentidos enteritos, puedo comer cada día...) la "desazón" de uno es bastante "pegajosa", se resiste a marchar...
Comparto contigo esta melancolía "floja", al menos somos dos en el mism o barco...
¡Que tierna me pareces...!
BESOTES!!!

Anónimo dijo...

es logico en los dias "fina y segura" el sentirnos tan tontitas con ganas dellorar, te aconsejo un poco de chocolate y cuando necesites que te escuchen, búscame..mil besos, gracias por visitarme.

Anónimo dijo...

Pues la verdad es que todos esperamos más de la vida... Pero no te preocupes... mira a tu alrededor... seguro que hay miles de cosas por las que sentirse satisfecha...
Te sigo hace tiempo... Y creo que tienes una vida bastante completa... Te siento como una chica fuerte, con proyectos, ilusiones, un buen trabajo... eres una chica afortunada, no lo olvides... Ahora, olvida la tristeza... seguro que pronto tendrás ese ángel con el que compartir las tardes de lluvia...

Anónimo dijo...

Una confidencia más sí importa.
Es señal de confianza en la búsqueda de compañía y de constancia en nuestro propio conocimiento.
El escribir aquí en días de lluvia quizás sea lo más cercano a sentirse compartiendo manta y acurrucamiento en un sofá.
Confidencia por confidencia, te diré que hoy escribía (como siempre hago a diario como reflexión personal que nunca habrá de publicarse) estas ideas pensadas para mí solo:

"La luz, de golpe, a veces se vuelve indiferente
y ya no sabes donde están los puntos cardinales.
Adónde vas, de dónde vienes
son entonces preguntas que demuestran
la honda sensación de estar perdido.
Hablamos nada más de un sitio aquí
pero el punto en que estás es más que eso
si queremos decir que no sabemos
lo que al tiempo debemos
o aquello que nos tiene reservado.
Perder en este caso significa
saber que nada hemos ganado
excepto el mal sabor de la derrota."

Cuando luego leí tu entrada anterior junto con ésta, pensé en dejarte estas torpes reflexiones como comentario aquí para las dos.
Quien nunca espera ni desea jamás tendrá la esperanza de que un día le llegue la gran sorpresa de lograrlo.

Muchos besos animosos.

Anónimo dijo...

Hay muchos momentos de "vacío" que nos hacen dudar del sentido de todo "esto". ¿Para qué tanto esfuerzo?

Siempre lo he pensado, tenemos que esforzarnos por disfrutar las pequeñas alegrías que nos ofrece el día a día. Las grandes ilusiones nos pueden decepcionar.

Anónimo dijo...

La verdad es que "triunfadores", lo que se dice triunfadores, es decir, personas que o "lo tengan todo" o lo puedan conseguir sin esfuerzo, no existen. Cuando pensamos cosas como las que aquí expresas, siempre lo hacemos comparándonos con alguien concreto. Y la verdad es que en muchas ocasiones, las comparaciones son odiosas simple y llanamente porque si nosotros mismos nunca nos llegamos a conocer, ¿cómo podemos plantearnos de conocer a los demás, de saber de lo que tienen o lo que les falta en la vida, de lo que tienen cubierto y de las inseguridades que tienen?

Por otra parte, luna, te diré que para mí, la gracia de la vida radica en esa lucha continua, en que las cosas no nos sean dadas, sino que nos cueste conseguirlas. Es un poco como el "hacer un camino iniciático": la gracia no está en llegar al destino, la gracia está en el propio camino y los esfuerzos para superar cada etapa.

Anónimo dijo...

Seguramente tengas todas esas impresiones porque estas en tus días de bajón.

Estoy casi convencida de ello. Esos días, los pensamientos y sentimientos se multimplican por 20, tanto para bien como para mal.

Saludos y animo que todo pasa!!

Anónimo dijo...

que humana eres,,,me quedo aqui un ratito contigo en el sofa,,,cotilleamos?

doble visión dijo...

vamos niña...que lo que cuesta, gratifica. El hecho de no alcanzar nunca el horizonte no debe ser un problema sino un incentivo para seguir viajando.

beso
marcelo
;)

Anónimo dijo...

A veces me pregunto si el viaje de la vida merece la pena, y me concentro en querer conocer que es lo que encontraré al final... ¿premio??? ¿castigo??? y cada vez que eso me sucede, al concentrarme en mis pensamientos, dejo de admirar los hermosos paisajes que existen en el camino de la vida...

Cierto que debemos seguir avanzando, pues no hay vuelta atrás, pero por que no intentar disfrutar más de aquello que tenemos que anhelar lo que no sabemos si tendremos???

Un amor, una amistad, un empleo soñado, una casa en el centro o en el campo, un coche, un hijo "perfecto" y un perro que no se haga pis en casa... bueno, tal vez eso sea el 100% de la vida, pero el que se quede en un 90% no está mal, o en un 80% o en un 60% o en un 30%... todo aquello que nos falta, o creemos que nos falta, es lo que nos empuja a vivir, lo que nos llena de ilusión o esperanza, y lo que nos hace seguir mirando el paisaje de la vida día a día, mientras buscamos...

En cuanto a la regla, casi mejor que hables con tu amiga B, pero vamos, que si hay que ir... se va!!!

Sangre dijo...

...A veces tenemos el viento de cola, y ni nos damos cuenta, sólo nos acordamos de él cuando viene de frente, y nos cuesta caminar...puedes estar segura de algo luna llena, cuando quieras decír algo y que te escuchen...conmigo cuentas...querida amiga...un beso. Carlos