jueves, noviembre 08, 2007

Recuerdo, vivido, sentido

Reconozco que el amor más salvaje me llegó bien mayorcita. Lo más parecido a ese amor adolescente que no tuve entonces, porque el que me ocupó en la adolescencia se presuponía muy maduro.

Pasados los 30 me enamoré como un niña. Comprendí que el amor es irracional. Que no tiene nada que ver con la cabeza. Que sale por los poros de los piel. Entendí lo que significaba la química. Lo que es que dos pieles hagan fuegos artificiales sin necesidad de otra energía que el propio deseo.
Me salían los tequieros sin pensarlos. Sin programarlos, sin ordenarlos. Me salían de dentro. Era necesidad.

Dejé a un lado la cautela para adentrarme por la senda del riesgo (en lo que a sentimientos se refiere), de la ausencia de tranquilidad (algo a lo que estaba acostumbrada), de los nervios constantes, de las mariposas que creí que sólo existían en las películas... Y así pasó el tiempo. Mucho.

Y hoy llevo grabados en mi piel ciertos jeroglíficos ancestrales con pócimas secretas de amantes, y filigranas llenas de letras en azul.

Hoy miro atrás sabiendo que he de mirar hacia adelante.
Pero hay ciertas cosas que no se olvidan.
Nunca.

15 comentarios:

Fernando dijo...

cuantas cicatrices nos perduran....es el otoño los que nos los trae a la mano...besos.

Lunarroja dijo...

ojalá fuera cosa del otoño, Fernando...

El búho rojo dijo...

Nunca te librarás de esas cicatrices, y siempre llevarás en tu recuerdo, nombres, figuras, paisajes, olores... siempre llevarás contigo el recuerdo de una eternidad...

Duele, dolerá siempre, pero TÚ has amado... luego TÚ has vivido...

No sé si llegará alguna vez, de nuevo, esa sensación, pero cuando las lágrimas pasan... bendita sea pues tal vez, ese breve espacio de tiempo, haya compensando toda una existencia

Pipero dijo...

A mí me pasó algo parecido, intenso, pasional, muy fuerte, muy absorbente... Ahora que ya lo he dejado atrás, en parte lo añoro, en parte celebro haberme visto libre y en cualquier caso me pregunto qué era exactamente lo que sentía, ¿cómo llamarlo? (parto del hecho que siempre quise -y sigo queriendo el bien de esa persona-). ¿Era "amor"?, ¿era sólo sexo?, ¿era un consuelo a la soledad en una edad que ya empiezas a enterarte de qué va el mundo?, ¿era la compenetración de un/a persona dependiente emocional con otra co-dependiente?... ¿Amor?, ¿quien se atreve a definir lo que es amor? (no me valen las frases tipo "cosquillas en la barriga")?

coco dijo...

Yo tampoco te olvido, querida.

CurroClint dijo...

Nunca, lógico, normal y sano...

ybris dijo...

Oye. Y qué gusto recordar esos amores salvajes.
Algo tienen los treintas que dejan huella.
Vaya si te entiendo.
Un placer ver que hay cosas que no se olvidan para aprender de ellas.

Besos

amandine dijo...

si alguna vez amaste así

eso es tuyo, linda niña

es que así es como amas

es que es así como volverás a amar.

eso es lo que yo he aprendido
(mis cicatrices tatuadas me lo recuerdan cada vez)

un beso sentido.
un sueño vivido.

KAMELAS dijo...

Yo una vez hice un cursillo de egiptologia por correspondencia ... y me ofrezco voluntario a explorar tus gereoglificos..

..empezando por las dos piramides .. y terminando en el valle ...

Ps.- Ahhhhhh, y los Tequieros SIEMPRE hay que decirlos sin pensar .. si no no merecen la pena !!!

Soñadora dijo...

Cada persona a la que amamos nos deja su huella. El problema es que algunas huellas son tan profundas que se acaban convirtiendo en heridas. Por suerte las heridas cicatrizan, aunque algunas dejan marca. A mí alguien me enseñó lo más bonito del amor y a la vez lo más triste. Y saber que no sentiré esas mariposas más... Sé que sentiré algo alguna vez, pero nunca como esa...

nancicomansi dijo...

No me creo quien dice que sólo se puede enamorar uno de joven...mentira, mentira,mentira...;)

besotes.

Fernando dijo...

Luna el otoño nos hace más reflexivos...seguro..es una estación en la que nos vamos deshabitando de cosas superfluas y la habitación queda más vacía...allí están todas nuestras olvidadas penas y algún que otro dolor profundo....besos (odio noviembre)

Chalá perdía dijo...

Y tanto guapa...

Sobre todo el recuerdo de que hiciste todo lo que el amor te pedía.

...y tanto, la fascinación nunca se olvida. Sólo acabamos siendo capaces de reconocer su falsedad.

JuanMa dijo...

No es malo mirar atrás, mientras podamos a la vez seguir mirando adelante.

Esos jeroglíficos son parte de tí, y te hacen ser la persona que eres.

Besos desatados.

doble visión dijo...

que lindo lo que has escrito, porque reivindica un derecho de todas las personas: perder la cabeza por un amor...

eres una romántica irremediable, por eso te siento cerca...

un beso
marcelo