miércoles, enero 17, 2007

Sal y luego quédate

Quédate ahí. En medio de mis risas.
Sal de allí. Del silencio de mis dudas.

Búscate un hueco en el rincón de mis alegrías.
Acomódate en la esquina de mis deseos.
Huye de la sombra de mis tristezas.
Aléjate de la resaca de mis incertidumbres.

Conquista todos los poros de mi cerebro.
Seduce a las neuronas de mi piel.
Respira la música de mis besos.
Cómete el secreto de mis silencios.

Hazme el calor cuando hiele.
Y enfríame antes de que el fuego nos queme.

Sal de ahí.
Quédate aquí.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Vete y no vuelvas.

Anónimo dijo...

O vete y vuelve continuamente...

Anónimo dijo...

Llego desde el blog de Nansicomansi, y seleccionando tu perfil en la entrada "ven, acercate..." y ahora voy y me encuentro con "esto".
Por favor ¿se trata de una confabulación?
Malo que me puesto, insisto.
:)
Saludos.

coco dijo...

Voy a por kleenex y vuelvo.

Anónimo dijo...

Hoy te has superado.
Y encima me has pillado sensible a la propia dualidad.
Y es que tenemos dudas, tristezas, incertidumbres de las que queremos alejar a los que amamos.
Pero nos queda tanta alegría, deseo, mente, piel, besos y silencios...
Quédense aquí, en buena hora.
No sepan jamás de aquello.
Si no es para hacernos el calor cuando hiele
o el frío cuando nos abrasemos.

Aquí un agradable escalofrío.
Gracias.

Anónimo dijo...

Es magnífico.

Un beso!

Anónimo dijo...

zigzaguea por mi vida y mis entrañas...

Sangre dijo...

...Salí y he vuelto para quedarme...quizás a veces las palabras tienen mas fuerza que las decisiones precipitadas...siempre que me abras la puerta de tu casa, querida luna llena ;)...un abrazo

Anónimo dijo...

No sé porqué, pero tus palabras me recordaron al "Vivo sin vivir en mí"... Ese querer y no querer, ese deseo de sentir y no sentir, de tener y no tener... La eterna duda de saber si tomamos la decisió adecuada.

Un saldo