lunes, abril 07, 2008

Mil soles espléndidos

"Todos los ciudadanos deben rezar cinco veces al dia. Si os encuentran haciendo otra cosa a la hora de rezar, seréis azotados.

Todos los hombres se dejarán crecer la barba. Quien no lo acate, será azotado.
Se prohíbe cantar.
Se prohíbe bailar.
Se prohíben los juegos de naipes, el ajedrez, los juegos de azar y las cometas.
Se prohíbe escribir libros, ver películas y pintar cuadros.
Si robáis, se os cortará la mano por la muñeca. Si volvéis a robar, se os cortará un pie.
(...)

Atención mujeres:
No mostraréis el rostro bajo ninguna circunstancia. Iréis cubiertas con el burka cuando salgáis a la calle. Si no lo hacéis, seréis azotadas.
Se prohíben los cosméticos.
Se prohíben las joyas.
No llevaréis ropa seductora.
No hablaréis a menos que os dirijan la palabra.
No miraréis a los hombres a los ojos.
No reiréis en público. Si lo hacéis, seréis azotadas.
No os pintaréis las uñas. Si lo hacéis, se os cortará un dedo.
Se prohíbe a las niñas asistir a la escuela. Todas las escuelas para niñas quedan clausuradas.
Se prohíbe trabajar a las mujeres.
Si os hallan culpables de adulterio, seréis lapidadas.
Escuchad. Escuchad atentamente. Obedeced.
(...)"


Es un fragmento de la inquietante novela "Mil soles espléndidos", de Khaled Hosseini, el autor de la más conocida "Cometas en el cielo", que se acaba de llevar al cine.
...
...


Me la estoy literalmente devorando. No puedo dejar de leer lo que ocurría (sigue ocurriendo, me temo) en Afganistán. No se trata de lo que allí pasaba hace cien años o doscientos. No.

El párrafo que he copiado resume la llegada de los talibanes en 1996. Como aquel que dice, hace cinco minutos.

Y de repente, entre el sufrimiento de las protagonistas de la novela, me doy cuenta de la suerte que tengo por ser mujer en un país de lo que se llama el mundo occidental. De la suerte que tengo por ser mujer en un país libre, donde valgo lo mismo que un hombre, y donde tengo los mismos derechos y las mismas obligaciones que un hombre. Por haber nacido en un lugar en el que mi padre se alegró por saber que su segunda hija también era niña.

Lo más tremendo, a propósito del párrafo, es que el libro cuenta cómo los habitantes de Afganistán en general, y de Kabul en particular, esperaban a los talibanes como los salvadores de la situación infernal que ya vivían antes. Lo que vino después, perfectamente descrito en "Mil soles espléndidos", fue humillante y desolador para tantas personas (mujeres pero también hombres) que, por los caprichos de la vida, nacieron en ese rincón del mapa.

Dura, triste, conmovedora, pero también con una buena dosis de esperanza y de personas con una gran fortaleza que intentan luchar con la situación que les ha tocado vivir sin dejarse vencer por el miedo. La ternura también está en medio de las guerras o de las situaciones más virulentas.

"Mil soles espléndidos". Lo recomiendo. Lectura obligada para conocer la tremenda realidad de un país a pocas horas de avión de nuestra casa. En pleno Siglo XXI.

10 comentarios:

ZenyZero dijo...

Es la tercera vez que oigo hablar
de esta película, no del libro.
Tendré que leero.
Yo he visto "Y Buda explotó
de verguenza" sobre una niña
que quiere ir a la escuela en
Afganistán. Bueno, no te la
cuento. Es preciosa.

¿Suerte? No creo que sea suerte.
Tú tienes lo que te corresponde,
y aún creo que hay mucho por lo
que luchar, aún tenemos nuestras
diferencias, no solo entre sexos,
y si alguien está discriminado en
este país, no creo que sea por
cuestión de mala suerte.

¿Has leído el libro de Waris Dirie "La flor del desierto"? Es espeluznante cómo hoy en día se mutila a millones de niñas con el pretexto de la "dignidad". Se les circuncida y, en algunos países como en Somalia, se les cose. Tienen dolores toda su vida en cada menstruación, y la orina no sale libre sino que en un goteo doloroso. El marido romperá la sutura y sabrá que su mujer es virgen. Pero no solo eso, además estará seguro de que no ha tenido orgasmos. ¿Es eso mala suerte?, para mi no. Para mi es cosa de muchos cabrones dementes y muchos más ignorantes que les siguen, y también de muchos más que tienen miedo.

Suerte es que te toque la lotería, pero que vivas y te traten como a una persona no.

Intentaré leer el libro, pero tengo una lista larguísima...

Un abrazo
Chuff!!

ybris dijo...

Hay muchas cosas que no comprendo pero ese tipo de religiosidad que se ceba con las mujeres me desquicia.
No soy vengativo ni rencoroso pero me gustaría que existiera un juicio universal y público tanto como un castigo equiparable para los que dictaminan tales aberraciones.
Intentaré leer el libro con un tranquilizante al lado

Besos.

Anónimo dijo...

Prohibido prohibir.

Y yo tambien me considero con suerte de haber nacido aquí, de tener una hija deseada y libre, a la que estas mareas no ataquen.

Buen día.

Anónimo dijo...

Los derechos que tiene una mujer es un buen parámetro para evaluar si un pais o una cultura ha avanzado o se ha enquilosado.
En Afganistán dejaron de evolucionar hace cientos de años.

Pipero dijo...

Lo más terrible es que, según tengo entendido, casi 7 años después del "final de la guerra" contra los talibanes (tras el 11-M), no sólo los "nuevos gobernantes" colocados a dedo por Bush han hecho muy poco (por no decir nada) por cambiar la situación sino que los talibanes están esperando que las fuerzas extranjeras se vayan para volver...

SOMMER dijo...

Gracias por la recomendación Lunarroja. Lo incluiré entre mis pendientes.

Abrazos

Unknown dijo...

Viajo muy a menudo a un país árabe por trabajo, en concreto con régimen islámico, y las cosas son bastante diferentes a como se describen en estos países tan machacados socialmente.

¿Sabéis cual es la diferencia?

Al que voy yo es rico.

Por dinero, relajan las normas.

Lunarroja dijo...

ZENYZERO, yo sí creo que influya la suerte a la hora de nacer en un país o en otro. ¿Te has parado a pensar qué hubiera sido de ti o de mí si hubiésemos nacido en cualquier otro lado, para bien o para mal? Siendo nosotros mismos, nuestras circunstancias hubieran sido radiclamente diferentes. A eso es a lo que me refería con el factor suerte.

Y sí, me he leído ese libro de la modelo Waris Dirie. De hecho me leí ese y el anterior, "Amanecer en el desierto". Sorprendente también la experiencia tan lastimosa que tuvo que vivir su autora. Recomendables también para conocer esas sociedades tan retógradas y que hacen tanto daño a personas como tú o como yo.

LUNA, brindo por las niñas como la tuya nacidas en libertad.

CAROME, sin duda el poder del dinero lo cambia todo. Me recuerdo paseando por el aeropuerto de los Emiratos Árabes... jamás había visto tanta exhibición de la riqueza. Gratuita e innecesaria.

El búho rojo dijo...

Me tomo buena nota del libro... tendrá que esperar unos días aún, pero lo leeré.

No obstante, y aún siendo consciente de la bárbara locura de una mal entendida teocracia manipulada por fanáticos que entienden la ortodoxia de una manera propia y exigen ese cumplimiento a todos los demás... fin de la libertad!!!

Libertad??? hmmmm tedríamos que escribir sobre ello también ¿no???

En cualquier caso, estos temas son tremendamente complicados puesto que hay una fuerte cultura que la respalda, incluso entre las mismas mujeres que son degradadas y humilladas una y otra vez...

Mientras no exista una educación que muestre una gran mayoría de opiciones a escoger...

Pequeños pasos recorren grandes caminos.

Un beso

Chalá perdía dijo...

De verdad, estas cosas me ponen los sentidos de punta y la frustración a tope...por saber que no se puede hacer nada, que no hay poder humano (ni divino) que solucione esto a corto plazo, por sufrir sólo en el pensamiento el dolor de otras mujeres...

Aunque sólo podamos saber y decir que no nos gusta, que no queremos ver sufrir a más mujeres así. GRITARLO BIEN ALTO.