miércoles, febrero 27, 2008

Mirada

Hay un proverbio árabe que me gusta mucho que dice que "quien no comprenda una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación".

Creo sinceramente que no debo ninguna explicación a nadie. Pero reconozco que tengo ganas de cruzarme con seis ojos en concreto. Tres personas distintas. Dos mujeres, un hombre.
Y que aunque no quiero largas explicaciones de ninguno de ellos, sí me gustaría saber si comprenden mi mirada, si se atreven a enfretarse a ella, si la aguantarían, cuánto tardarían en esquivarla... o no.

De entre todos los defectos que tengo, nadie me puede acusar de no mirar a los ojos, de no ir de frente en este camino llamado vida o de meter la cabeza debajo del ala. Por eso, en días de tempestad, creo que me conviene cruzar miradas. Y saber si nos comprendemos.

... Porque en muchas ocasiones no hacen falta palabras.
Sólo miradas.

Y hoy me encantaría poder miraros.
Dejar a nuestros ojos hablar.
Y luego, tal vez... sonreír.

lunes, febrero 25, 2008

Debatiendo

Mientras veo a estos dos señores tan serios y tan sabihondos cómo se ponen a parir uno al otro aunque, eso sí, con modos, formas y palabras tan correctos que parece que no están enfadados, aprovecho para leer algunos correos electrónicos que me han llegado durante el día y que no me ha dado tiempo abrir... justo hasta ahora cuando el de la corbata azul mira con cara rara al de la corbata roja, que le está señalando también de forma rara. Se meten en un camino tortuoso de datos y yo, que por principio me lo creo todo, me quedo con la duda de quién me está diciendo la verdad. Porque así, a priori, escuchándoles tan convincentes, me los creo a los dos. Pero mucho me temo que uno, otro o probablemente los dos no nos dicen ni todo lo que saben ni todo lo que no quieren.
Y mira que los estoy mirando con pasión, entregada y emocionada, que para algo mis amigos son los artífices de ese decorado tan sutil y tan correcto que a estas alturas es lo que más me está gustando de la noche televisiva de estos dos señores tan serios que se atreven a negarse continuamente y a llamarse mentirosos como si llamar mentiroso a una persona que se sienta enfrente de ti sea lo más normal del mundo.

Bueno, a lo que iba... Que me ha hecho una gracia especial el siguiente correo que ahora copio, y que espero que con esto pueda aligerar el debate, con la esperanza de que alguien le diga a estos señores tan serios que no les vendría mal una sonrisa:

Convención de Ninfomaníacas:

Un hombre se sube a un avión en el aeropuerto de la ciudad de México con destino a Nueva York y al sentarse, descubre a una mujer guapísima que va entrando al avión. Se da cuenta que se dirige hacia su asiento y...lotería... se acomoda en el lugar de al lado.

"Hola", pregunta, "¿Viaje de negocios o de vacaciones?"

Ella lo mira y le responde de manera encantadora, "De trabajo. Voy a la Convención Anual de Ninfomaníacas en los Estados Unidos."

Traga saliva. Aquí está una de las mujeres más hermosas que ha visto en su vida , sentada a su lado y va a una convención de ninfomaníacas!!
Luchando por mantener una actitud correcta, le pregunta calmadamente " ¿ Y que hace usted exactamente en esta convención?"

"Conferenciante", le responde. "Hablo desde mi experiencia, para desmitificar muchos mitos sobre la sexualidad."

"¿De veras?", sonríe, "¿Y que mitos son esos?"

"Bueno", ella le explica, "Uno muy popular es que los afro americanos son los hombres mejor dotados físicamente, cuando en realidad son los indios navajos los que poseen esta cualidad. Otro mito muy popular es que los franceses son los mejores amantes, cuando en realidad son los de ascendencia griega. Y también hemos comprobado que los mejores amantes en potencia , en todas las categorías, son de origen catalán."

De pronto la mujer se incomoda y se sonroja, "Perdón", le dice, "en realidad no debería estar hablando de todo esto con usted, cuando ni siquiera se su nombre!"

"Pluma blanca", le responde. "Pluma Blanca Papadopulos Puigcendrós ... pero mis amigos me llaman Andreu ."


Encantada, Pluma Blanca. ¿A alguien se le ocurre por qué me llamo Lunarroja?
;-)

domingo, febrero 24, 2008

Con retraso

Se había estado embadurnado todo el cuerpo de aceite de coco. Sin prisa, como hacía cada día que quería sorprenderle. Había tardado segundo y medio en elegir ese aceite, ese olor, ese frasco. Porque era su preferido.
La liturgia, el ritmo, los rincones elegidos… eran los habituales, sin mayores licencias a la improvisación. Empezando por los hombros, siempre de arriba abajo. Brazos, pecho, estómago, lo que podía de espalda, muslos, pantorrillas, pies, terminando siempre por las manos. Mirada relámpago al espejo. La piel reluciente, chorreante, para otros ojos irresistible. Más dulce que de costumbre. Deliciosamente pringosa.
No más de cinco minutos. Era rápida y además, el timbre podía sonar en cualquier momento.

Un poco más tardó en elegir la ropa interior. Negra. No, mejor blanca. Roja tal vez. De encaje. No, mejor totalmente transparente. De rejilla, esa siempre le gustó. Cambio a última hora: esa de niña buena que tan buenos recuerdos le traía.

La cena a punto. De fácil elaboración pero muy pensada. Esto sí. Los sabores más deliciosos, las combinaciones siempre sorprendentes con las que ella le esperaba, su osadía hasta en la cocina, solía recordarle él. El vino, abundante. De un rojo vestido de magia. Las copas relucientes. Esperando su propia orgía que no tardaría en llegar.

No era la primera cita y sabía que no sería la última. Porque lo que vivían en aquel universo de sentidos era lo más parecido al paraíso. No necesitaban nada más. Les bastaba con mirarse, sonreírse, besarse primero, luego devorarse. En aquellos treinta metros cuadrados tenían todo lo que necesitaban para ser felices. Palabras seleccionadas para decirse al oído, brotando del alma, rubricando un deseo aplazado al segundo posterior. Caricias de esas que ponen el alma en vilo, si es que el alma permanece despierta en los momentos en los que la pasión gana.

Nunca me cansaré de noches como ésta, solía decir él mientras miraba con descaro esa piel tan llena de matices a la cual se acercaba cada vez más para respirar lo que él pensaba que era fragancia de vainilla.

Tardaba más de lo normal. Impaciente, ella se colocó el reloj de muñeca que tenía guardado en el cajón porque no le gustaba usarlo. Decía que no le hacía falta ponerse un reloj para llegar puntual a todos sus compromisos. Pero esta vez lo hizo.
Se lo puso y se lo quitó otras catorce veces. Una por cada cinco minutos de retraso.

Se sentó a esperarle. Se levantó casi cuarenta veces. Se miró al espejo, se entretuvo como pudo sabiendo que nada le haría entretenerse. Miró de reojo a su teléfono móvil al que había subido el volumen del timbre para escucharlo desde cualquier lado de su casa, sabiendo que desde todos los sitios de aquella casa se escuchaba incluso con el volumen al mínimo.
Se quitó el brillo de labios de tanto mordérselos. Se lo volvió a poner. Se los volvió a morder.

La cena fría. El vino caliente. La piel pringosa que antes era de lujuria, ahora lo era de ridículo. El poder del tiempo, que todo lo transforma, todo lo cambia. Todo.

Sólo hubo un sms. Fue dos semanas después.

Se me hizo tarde.
¿Nos vemos mañana?



miércoles, febrero 20, 2008

Entre tú y yo

Entre tú y yo hay muchas cosas
y muy pocas.
Hay cientos
y apenas media docena.
Hay encuentros, desencuentros, razones, sinrazones,
cercanías, lejanías, interés, desinterés,
comprensión e incomprensión,
fuego que siempre quema
y una ventana abierta para dejar pasar el aire.

Hay tesoros escondidos en el fondo del mar,
y una bombona de oxígeno a medio gas
hay tesoros en la superficie
que no queremos mirar, mucho menos encontrar.

Hay palabras, hay silencios
hay vacío
que llenamos
con manos, con miradas,
a veces con más vacío.

Entre tú y yo
no hay nada
que es lo mismo
que decir todo.

martes, febrero 19, 2008

Hasta siempre, cariño

Lo he sacado del libro “Cómo decirle adiós”, de Cécile Slanka, una divertida recopilación de cartas de despedida, en la que distintas mujeres plantan a sus parejas con notas como éstas:

LA MORDAZ

Ay, amor mío: Esta carta es para decirte que te dejo. NO sé si algún día lograré olvidar el incomparable tacto de tu piel, el inigualable encanto de tu sonrisa, la perfección de tu busto, el increíble contorno de tus piernas, la genialidad de tus reflexiones, el atractivo de tu conversación, los innumerables talentos que te caracterizan y la divina perfección de tus abrazos, pero me parece que Jean-Pierre podrá ayudarme.

LA ANUNCIANTE

Urgente:
Por motivo de traslado, vendo marido muy poco usado.
Precio negociable.
Adiós, Gérard.

LA AGRADECIDA

Una amante ve en el mejor amigo de su amante, casi siempre, a su peor enemigo; ¡yo he encontrado al mejor de los amantes!
Adiós Grégoire, ¡gracias por presentarme a Florian!


LA AGRESIVA

Fernando: ¡Te dejo el coche en el estado en el que has dejado a mi corazón!


LA AMANTE DE LOS PERROS

¡Cariño, ya está! ¡Me he comprado un perro! ¡Por fin tengo un compañero con quien hablar!

P.D.- Por cierto, no intentes siquiera volver a verme, porque además de tener conversación, es más bien celoso.



LA SÁDICA (mi preferida)

Héctor:
Como sé por experiencia que lo más doloroso cuando a uno le dejan es no entender bien las razones, no te daré ninguna.

domingo, febrero 17, 2008

66.666



Recomendaciones para leer este blog (dedicado a los más despitados que piensan que aquí hablo sólo yo):

- No creerse a pies juntillas todo lo que digo. Aunque ésta sea una página ciertamente personal y muy mía, digamos que está macerada con ciertas dosis de fantasía. En cualquier caso, ésta es la página de Lunarroja y no de la rubia de al lado.

- No leer entre líneas.

- Saber leer entre líneas.

- Darse cuenta de que me importan las opiniones ajenas.

- No sentirse identificado/a con las letras que pasean por aquí.

- Sentirse identificado/a con las palabras que asoman por aquí.

- Pensar que los posts no tienen por qué haber sido escritos en el momento de su publicación.

- No creer que éste es un medio para decir lo que no me atrevería en otros foros. ¿De verdad nadie se cree que se puede ser vergonzosa y descarada a la vez?

- Saber que es un motivo de felicidad para mí. Y que meterse con esta página, un desacierto de muy mal gusto.

- Que nadie tiene derecho a cotillear mi historial para enterarse de esta dirección. Y que allá quien lo ha hecho violando mi intimidad. Falta dignidad. Sobra desvergüenza.

- Que cuando doy la dirección a alguien conocido es porque lo considero importante. Que nunca me he arrepentido de compartirla.

- A pesar de lo anterior, nunca escribo pensando quién me puede leer. No me condiciona ese lector que sabe quién está detrás de esto. Aunque es cierto que esta dirección la tienen pocas personas de mi entorno y que es mejor así.

- Disfrutar. Así de sencillo.

Besos a todas las personas que me acompañais desde hace mucho tiempo y a quienes os debo una parte importante de esta maravillosa aventura.

Miro de reojo el contador a punto de llegar a los 66.666, que ni me lo creo, y sonrío.


sábado, febrero 16, 2008

Otra vez tango

- ¿Qué tal si me cojo unas vacaciones?
- ¿Del curro?
- No, de la vida.
- Vuelves a hablar como un bolero. Y ya sabes que te prefiero tango.
- ¿Por el ritmo?
- No, por lo que te arrimas.
- Bueno, que me voy.
- ¿Cuándo vuelves?
- No me esperes. Desaparezco.
- Eso es utopía.
- Ya, pero las utopías de vez en cuando se convierten en realidades. Adiós.
- ¿Dónde podré encontrarte?
- No me busques. Es el mejor camino para no encontrarme.
- ¿Qué te pasa?
- Que estoy cansada.
- Siempre te he dicho que trabajas demasiado.
- No..., ya te lo he dicho: es de vivir.
- Entonces, sí, cógete unas vacaciones. Pero déjame que te pida un favor.
- Dime.
- Vuelve pronto.

miércoles, febrero 13, 2008

Poesía

Me lo decía el otro día un amigo: "Para disfrutar de la poesía hay que seguir el mismo camino que con las mujeres... no intentar descifrarla ni comprenderla... sólo disfrutarla y sentirla".

Y de esa frase tan bonita me surge una apasionante reflexión:

Chicas, ¿qué preferís: que os comprendan o que os disfruten (en el sentido maravilloso del término)?

Caballeros, ¿cómo os acercais a las mujeres: con la intención de comprendernos o con la de disfrutarnos?


domingo, febrero 10, 2008

En voz baja

Ahora que tú aspiras a ser lápiz, yo deseo ser hoja en blanco.
Dices que pretendo convertirte en escritura, transformando tus manos en verbos, tus ojos en adjetivos, y tus piernas en simples renglones.
Lo que ansío es que tu tinta recorra cada centímetro de mi piel, que derrames letras de esmeralda en ese rincón secreto que sólo conoces tú, que me salpiques con todos los tachones que seas capaz de dibujar sobre unas ganas sin fecha de caducidad.

Tatuaje de deseo en mi piel, caligrafía humana que acompañe mis movimientos desde ahora en adelante. Dices que te querría si fueras poesía. En eso no te equivocas. Nunca te querría poeta. Sí como una obra del todo inacabada.

Pero permíteme que ahora le de la vuelta: que tú seas papel y yo apenas una goma de borrar. Y así atreverme a eliminar esos restos de dolor que aún perduran. Deslizarme entre los pliegues de tu piel para desestimar besos ajenos, caricias que no debieron ser, empujes en dirección contraria.


Y ahora que lo hemos probado todo, dime qué prefieres.
Lapicero para marcar la puntuación, conjugación y sintaxis que provocan mi instinto.
O la hoja desnuda que sabe que siempre acabará cubierta de sueños y fantasía.

La página de nuestra intimidad. Papel protagonista al que siempre acudo.

viernes, febrero 08, 2008

¿Inteligente?

No sé si la estamos idealizando demasiado. Si es tan importante como parece. Si es tan necesaria como imprescindible. Si casi que a veces es mejor no tenerla.
Me refiero a la inteligencia, ese nosequé tan útil que todos queremos tener, algunos reconocen mantener y casi nadie desea no poseer.

Pues bien, leo en un interesante artículo que un eminente psicólogo de la Universidad de Harvard (llamado Howard Gardner) define la inteligencia como la “capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas”; y cree que todos los seres humanos estamos capacitados para el amplio desarrollo de nuestra inteligencia.
Mantiene una teoría según la cual todas las personas poseemos los ocho tipos de inteligencias que existen. ¿Quieres saber cuáles son?

Inteligencia lingüística: Es la de los escritores. Usa ambos hemisferios.

Inteligencia lógica-matemática: Es la que se utiliza para resolver problemas de lógica y matemáticas.

Inteligencia espacial: Es la capacidad de pensar en tres dimensiones.

Inteligencia musical: Permite desenvolverse a músicos y bailarines.

Inteligencia corporal-cinestésica: Es la capacidad de utilizar el propio cuerpo para realizar actividades.

Inteligencia intrapersonal: Es la que permite entenderse a sí mismo.

Inteligencia interpersonal: Es la que permite entender a los demás.

Inteligencia naturalista: Es la utilizada cuando se observa y estudia la naturaleza, con el motivo de saber organizar, clasificar y ordenar.


No sé si es por falsa modestia o porque no es demasiado correcto políticamente, pero muy pocas personas se definen como inteligentes. Quizá desde el anonimato sea más fácil. ¿Con qué tipo de inteligencia te sientes tú más identificado?

jueves, febrero 07, 2008

Genio y figura

Leo una deliciosa entrevista al más delicioso actor Jack Nicholson en la que destacan este titular: “Si una mujer habla mal de mí es porque me echa de menos más de lo que ella pensaba”.

Y sólo tengo una palabra para definir tal reflexión: Sublime.


(Y que nadie me llame machista, porque me hubiera parecido igual de estimulante dicho por una mujer)

martes, febrero 05, 2008

Parejas

Hablábamos la otra noche de las parejas. De las distintas categorías que se dan en función de cómo seamos, del momento vital en el que nos encontremos o de lo que necesitemos de la otra parte.

Y alguien dijo que para que su pareja funcionara necesitaba estar permanentemente nervioso. Con un pellizco en el estómago. Que no entendía a las parejas que deciden vivir alejadas de la pasión y cuyos lazos se deben más a la comprensión, el cariño, la confianza o la serenidad.


Para mí, la pareja ideal necesita esas dos vertientes. Quizá surja de una de ellas para, con el tiempo, adentrarse en el otro camino. Creo que es ley de vida. Aunque haya que luchar mucho para no olvidar ni lo uno ni lo otro.
Tampoco es lo mismo enamorarte a los 20 que a los 40. Eso creo. Ni creo que nos enamoramos igual de una persona que de otra.


Hay tantas tipologías de parejas como personas existen en el mundo. Es decir, infinitas. Tanto como espectadores como protagonistas, unas nos gustan más que otras; en unas estamos más a gusto que en otras.

Y no sé por qué, pero últimamente me ha dado por pensar que encontrar a la pareja ideal es verdaderamente... una misión imposible.

sábado, febrero 02, 2008

El macho-alpha

Que soy una gran observadora, no es nuevo.
Que disfruto con la gente, tampoco.
Por eso me parece interesantísimo, divertido y muy estimulante presenciar conversaciones entre hombres, en las que, quizá sin ellos darse cuenta (he dicho quizá) miden sus fuerzas.

El tópico de "yo la tengo más grande", sobrevuela entre muchos chicos en cualquiera de sus conversaciones, aún cuando no se habla ni de tamaños ni de miembros. La relación de competitividad que se establece entre muchos hombres, incluso entre los mejores amigos, es algo que me llama poderosamente la atención. Cierto es que no ocurre en todos los casos, tal vez ni en la mayoría, pero cuando se da y soy espectadora de primera, me sumerjo fascinada en ese mundo revolucionado por no sé que hormona masculina.

El yo soy mejor que tú, gano más, me ligo a más mujeres y además a las más guapas, tengo un coche más grande (de nuevo el tamaño), tengo más fuerza que tú, o hago más pesas no me parecen, sin embargo, especialmente dañinos. Creo que se trata de una competitivdad (en la mayoría de los casos) más sana de lo que pueda parecer. En el sentido de que ellos no buscan el daño gratuito, ni el faltar por faltar. Simplemente reivindican su yo. Y creen que esa es la mejor forma de actuar. Por supuesto, sobra decir que mucho más acentuado cuando hay mujeres delante.

Todo esto surge después de que llevo unos cuantos días oyéndoles decir que son unos machos-alpha. Y desde luego se muestran como tal, cada uno a su manera, cada uno como macho-dominante de su territorio (más grande o más pequeño, más real o más imaginario). No quieren dejar ni una sola duda para que los demás (y no sólo las demás) sepan dónde actúan y sobre todo, donde ganan.

Les he propuesto hacer un serio tratado del macho-alpha y de sus diferentes tipologías. Seguro que podéis ayudarme.

¿Cómo distingues tú al macho-alpha?
Estoy convencida de que algún macho-alpha también paseará por estas líneas. No te hagas de rogar y cuéntame cómo se llega a eso...