lunes, junio 13, 2005

Soñando con ellos

Resulta que en una noche maravillosa de confidencias va P. y me dice que no puede querer. Resulta que P. pertenece a ese extraño género que no entiende a las mujeres; es decir, al género masculino. Resulta que P. tiene un lío con una rubia impresionante. Por lo poco que sé, resulta que además de rubia, la chica no tiene ni un pelo de tonta. Pero P. no puede querer.
Así son ellos: no pueden querer pero necesitan que nosotras les queramos. Y nosotras tontas, vamos y les queremos. Les queremos enseguida, para más inri. Y les reímos las gracias. Y les decimos cosas bonitas al oído. Y soñamos con ellos, que es más peligroso.
Porque al soñarles les idealizamos. Vemos lo malo, bueno.
Porque no me digáis, casi ninguna de nosotras soñamos con sus ronquidos, ni con sus malos genios, ni con sus gritos a destiempo, ni con su halitosis, ni tan siquiera con sus maravillosas hermanas que tanto te quieren y a menudo te dicen lo guapa que estás.
No, no... en nuestros sueños ellos están guapos de morirse, con inevitables dosis de colonia carísima, una botella de cava helada en la derecha y un diamante en la izquierda.
En nuestros sueños ellos hablan como no hablan en la realidad. Con cariños, cielos y tequieros. Arrumacos en la nuca. Por supuesto no llevan calcetines blancos, sólo corbatas de un buen puñado de euros. Corbatas que se quitan para seducirnos y en ocasiones atarnos a la cama.
Lo peor es soñar con ellos cuando ellos no existen. Eso es hasta indigesto, oiga.

A pesar de todo, soñar con ellos es divertido. Porque les ves en situaciones inverosímiles: con una flor en la mano cuando no saben diferenciar entre una margarita y un tulipán; hablando de cómo fue tu parto cuando jamás se acercaron al paritorio porque claro, qué desagradable toda aquella sangre brotando de tus entrañas; o comprándote un billete a las islas Bermudas cuando en realidad las únicas bermudas que has visto son las que le compró su madre en Navidad. (Por cierto, cuántas veces has tenido que escuchar eso de: cariño, ¿dónde están esas bermudas tan monas que me compró mamá? Lástima que no puedas decirle que acabaron como cortinas en la casita de muñecas de su nieta. Son las ventajas de lo poco observadores que son los hombres: que se pasan la vida mirando dentro de esa casa de muñecas y jamás reconocerán sus bermudas preferidas colgadas de la ventana).

En fin, a lo que iba: que soñar con ellos es estupendo... hasta que no se demuestre lo contrario.
¿Qué es lo último que has soñado teniéndole a él como protagonista?

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Anoche soñé que me decía que se acabó el feeling entre nosotros. Es extraño, pero sueño justo lo contrario, la magia existe en la realidad, pero mis sueños la destruyen, es extraño? O acaso no me creo que me quieran, es posible... nunca antes me habían querido.

Anónimo dijo...

Sueño con él todos los días , tengo sueños románticos, mágicos, calientes y tristes también. No le tengo conmigo es una ilusión asi que sólo me queda soñarle. Creo que así me gusta mucho más, es casi perfecto, no existen los defectos ni lo incompatible aunque él sigue alimentando mi imaginación un poquito cada día.

Anónimo dijo...

Yo sueño con un cuento de hadas, pero no existen, vedad?
sueño con un príncipe azul que no existe, pero tengo la esperanza que anda por ahí, que algun dia llegara a mi, y me querra y algun día seré féliz !!!! bueno totalmente féliz, ahora lo soy pero sin príncipe !!!

Lunarroja dijo...

Cuidado con los príncipes azules, que luego destiñen.
Supongo que nos conformamos con alguien que nos acepte, nos entienda, nos cuide, nos respete y nos quiera. ¿Es tan difícil?

Anónimo dijo...

Aterrizo en este blog recien llegada de Marrakech, soy pintora y tengo un montón de botes de pintura azul. ¿Alguien conoce un príncipe desteñido? Estoy dispuesta a ascenderlo a mi rey.

Lunarroja dijo...

Pásanos algún bote de color azul de esos que te sobran, pintora viajera. Incluso de otros colores, porque a lo mejor lo que falla es el matiz azul en el principado. ¿Alguien conoce un príncipe rosa o naranja o blanco o rojo?

Anónimo dijo...

No conozco príncipes azules ni de colores, ni en blanco y negro. No quiero un príncipe en mi vida no sabría qué hacer con él soy demasiado plebeya y reinona yo misma como para tener competencia.

Lunarroja dijo...

Por cierto, ¿no hay príncipes que lean estas cosas? ¿no hay príncipes azules o desteñidos que quieran decirnos algo?

Anónimo dijo...

Pues si.... hay alguno por aqui... y se complace en manifestar su condicion de republicano, porque.... hay que seguir creyendo en reyes y princesas? o hay que confiar en la clase humana, en la mirada desde y hacia el mismo nivel...
Moraleja:
no hay que esperar sueños sino vivir realidades

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón anónimo, yo soy la que empezo con los principes azules, pero es simple y llanamente una forma de hablar es esperar de tu compañer@, que sea perfect@, vale no existe la perfeccion, pero algo que se le aproxime !!!
Me ha encantado: NO HAY QUE ESPERAR SUEÑOS SINO VIVIR REALIDADES!! Yo lo intento !!!

Lunarroja dijo...

Atangia, muchas gracias por entrar en mi blog y participar. Gracias también por no nadar en el anonimato. Aquí todos hacemos lo que queremos (el que quiera ser anónimo, lo entiendo. Los que no, también).
Me encanta que seas hombre porque si no alguien iba a salir pronto con el término feminista. Personalmente no creo que seáis todos iguales, ni mucho menos.
Bienvenido a un universo de fantasía.

Anónimo dijo...

Atangia yo también te doy la bienvenida y te animo a darnos el contrapunto, me gustaria tanto entenderos...

Anónimo dijo...

Sueño todas las noches, con tenerlo a mi lado en cama........Yo he encontrado al hombre perfecto, aunque seguramente sea perfecto porque no puedo estar a su lado jamás.....O de verdad sea perfecto y se lo haya llevado de mi lado la locura,loca de celos. El HaDa MuErTa