lunes, agosto 08, 2005

Piropos

El otro día iba yo paseando tranquilamente por la calle Príncipe de Vergara, cuando al pasar por delante de un restaurante de esos de muchos tenedores en su carta, me fijé en que en la puerta había un corrillo formado por el metre más tres o cuatro camareros.
Justo al cruzar por delante de ellos, el metre me miró. Yo pensé que me había reconocido porque no hace tantos años yo había frecuentado ese restaurante cuando trabajaba en una emisora de radio muy cercana. Era el típico lugar al que llevábamos a determinados clientes para "quedar bien". En fin, a lo que iba. Que justo al pasar por delante del grupo, el metre mirándome fijamente a los ojos dijo en alta voz: "y luego dicen que los monumentos no andan".
Yo, que a pesar de todo soy muy vergonzosa, bajé corriendo la mirada y empecé a caminar más rápido. Y ya para mí, sonreí.
Hacía mucho tiempo (¡¡muchos años!!) que no me decían un piropo así, digamos, de los antiguos. Porque he de reconocer que aquel tipo tuvo gracia y hasta elegancia. A las chicas nos gusta que nos piropeen, pero no a toda costa ni con cualquier frase hecha. Y digamos que los piropos de toda la vida brillan ya por su ausencia. Creo que hoy hay más miradas que piropos. Y si las miradas hablaran...
Particularmente nunca me he sentido bien cuando me han piropeado por la calle, pero el otro día sonreí. Y me acordé de los andares de O.

¿Cuál es el piropo más gracioso que has dicho/te han dicho?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

uffffffff, ya ni me acuerdo bonita!!!!!

Anónimo dijo...

Se quedó anticuado el piropo. No sabía tu piropeador que ahora los monumentos no sólo saben andar, sino que también saben bloguear, entre otras muchas cosas. ¡Despierte usted, el tren ha llegado al siglo XXI!
Por cierto... tienes una de las cibersonrisas más bonitas de este proceloso mar cibernético, luna lunera. Ahí quedó el cumplido.

Lunarroja dijo...

Y supongo que la mejor manera de devolver el cumplido es con una sonrisa. Es lo que has conseguido.
Más que una sonrisa, unas saludables risas, ¡que no es poco! ¿Qué hay mejor en la vida que sonreír?