lunes, enero 09, 2006

Conductores

He de reconocer que no soy una conductora agresiva. Que no me altero al volante, que no grito, que no pito en exceso. No recuerdo haber mirado mal a otro conductor en los últimos seis meses.
Pero el otro día algo sucedió.

Al ver que un coche no respetaba su ceda el paso, le pité suavemente. El conductor (género masculino) no hizo otra que sacarme la lengua. Un tipo de más de sesenta, en flamante mercedes (¡cómo no!), con mujer al lado. Me pareció ridículo. Y no sé por qué sacó lo peor de mí. ¿Quién era ese imbécil para sacarme la lengua? Por la mala cara que llevaba, mi instinto de conductora madrileña detectó enseguida que era un amargado, un reprimido, y lo que es peor, un impotente que lo que tenía entre las piernas sólo le servía para darle disgustos. Y quise gritarlo para que se enteraran todos los que estaban en aquella encrucijada de calles.

Como es invierno y hace frío, pensé que bajar las ventanillas y ponerme a gritar no era una buena idea. Por eso decidí quedarme allí parada un buen rato, tapándole el paso, sin dejarle continuar.
Lo más gracioso es que seguía sacándome la lengua, y cada vez más nervioso, haciéndome gestos con la mano de que siguiera mi camino.

La verdad es que aquel conductor deslenguado me sacó de quicio. Pero en cuanto me di cuenta que me servía de inspiración para un nuevo post, sonreí tranquilamente.
Respiré hondo, me relajé... y seguí mi camino.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tampoco suelo ser una conductora agresiva, pero es cierto que conducir por Madrid, con la de energúmenos al volante que hay hace que afloren al exterior mis instintos más folkóricos... pero hiciste bien ignorándole, es lo mejor.

BesoS

Pipero dijo...

Yo hace años que no conduzco. Metro-bus-metro-bus-patita, siempre que la combinación de transporte público te lo permita, es una buena opción, te libras de gastos de combustible, de párking, de reparaciones y mantenimiento diverso, de multas, de accidentes (evidentemente) y sobre todo, de cabreos con tipejos que se han sustituido lo que tienen entre las piernas por un cochazo de "varios kilos" (perdón, todavía me expreso en pesetas)...

Besos de nuevo, maja! ya vuelvo a estar por aquí.

Stifmeister dijo...

Nunca he entendido muy bien porque los conductores, para mostrar su disgusto, sacan una mano por la ventanilla y enseñan un dedo.
¿Qué te enseñen un dedo de la mano puede llegar a ofender?
Si se sacaran el zapato, el calcetin, y me enseñaran un dedo del pie por la ventanilla, entonces sí que me sentiría ofendido.
También me hace gracia cuando una chica guapa pasa por un paso de zebra y un conductor que está esperando hace sonar el claxon. Sin duda es la táctica para ligar más burda, primitiva e ineficaz de la historia de la especie humana.

dulcis-e dijo...

A veces una se tiene que alterar y es bueno, no conviene dejar esa rabia dentro...

:) besitos dulces

mixtu dijo...

yayaya, la realidad es la inspiracion para postar
yayayaya
saludos de portugal,

III Naranjas Verdes dijo...

Bueno, todo es cuestión de ver la parte positiva (si te sirvió para el post...)

Eso sí,no te vayas a Italia. Te prometo que están locos. He pasado miedo hasta para cruzar una calle...
locos.Eso sí que es conducción temeraria.

MAGU dijo...

Me resulta curioso eso de ver la vida desde la óptica de la inspiración para un post ...

Lunarroja dijo...

Es que las ideas (sobre todo las buenas) cuestan muy caras...
Y a veces te las encuentras (también las malas) a la vuelta de la esquina. Sólo es cuestión de saber mirar.

Isthar dijo...

Da gracias que lo más que hizo fue sacarte la lengua, cuando llegan al cruce de mangas ahí sí que es como sacar a la bestia. Yo aún no conduzco, pero he visto transformarse a mi hermana de una chica dulce y tranquila en una máquina de insultar y proferir groserías entre otras cosas.

Cuantos estres causan los coches ;)

Johann Wegmann dijo...

Debe haber sido un franquista puro y duro en su época... Menuda herencia que tenéis, y tan poco debatida. Si son los mismos que andan por ahí tan campantes sacándole la lengua a la gente, cuando su lengua debiera haber colgado, moraíta, fuera de su espumosa boca hace muchos años, y con los ojos fuera de las órbitas. ¿qué paso con un milico (así les decimos aquí a los militares) que andaba amenazando con intervenciones? escuché por ahí, algo con barcelona y legislaciones o no sé qué (fue de pasadita)...
hay idiotas que tocna la bocina antes de que el rojo cambie verde... Si es que es para castrarlos... O abofetearlos en su defecto.

Anónimo dijo...

Buff cada día es más desesperante ver cómo conduce la gente, y los que tienen coches caros son los peores, normalmente después de conducir por ciudad llego con una mala hostia a casa...