domingo, mayo 07, 2006

Epicentro

Soy fuerte, sí. Lo que considero una ventaja para sobrevivir en este mundo.
Pero detrás de mi fuerza se esconde una persona excesivamente sensible. Lo que considero una tremenda desventaja para sobrevivir en el mismo mundo.

Hay veces que estoy cansada de ser fuerte. De ser siempre la que escucha y la que se dedica a dar ánimos a unos y otros. Ahora quiero que me escuchen a mí, que me digan por qué sí o por qué no. Oír que soy importante. Que me lo hagan ver. Joder, escuchar alguna vez me haces la vida más agradable o alguna tontería similar.
Supongo que nos acostumbramos a todo. Y muy rápido. Que enseguida lo más novedoso pasa a formar parte de nuestra cotidianeidad. Pienso que es una pena.

No sé por qué pero no tengo la suerte de convertirme en el epicentro de ningún universo... Y no sé por qué lo deseo con tantas ganas.

14 comentarios:

Chasky dijo...

¿A qué seguro que eres el centro para ti? Y sino intenta que tu seas lo más importante para ti misma.

Pipero dijo...

Es evidente que eres persona empática y como tal, corres el riesgo de tener que hacer de "consuelo de necesitados". El problema de hacer mucho ese papel es que la gente se piensa que a tí "nunca te pasa nada", que te va muy bien en la vida, y todo éso... Frente a éso es bueno dedicarse tiempo a uno mismo y no estar siempre 100% disponible para los demás (salvo casos realmente graves). Ser "epicentro" empieza porque lo seas tú misma.
Y se acabó la clase de Psicología barata de hoy!

el mono azul dijo...

Me identifico con tus palabras Lunarroja.

KAMELAS dijo...

Cuidado con querer ser el epicentro ...

.. no sea que vayas a provocar un terremoto !!!

Ps.- .. Tu habla , que yo soy todo oidos !!

ybris dijo...

Venía de comentar tus dos últimos escritos porque, aunque me voy fuera el fin de semana, no quiero perderme nada de lo que escribes.
Y decírtelo, aunque sea tarde.
Cuando llego a lo de hoy entiendo que te sientas cansada de ser fuerte sin que nadie te apoye en tus momentos de cansancio.
Yo no soy fuerte, pero soy de una tenacidad a toda prueba. Soy una auténtica apisonadora de mis propias limitaciones. No sé cuánta fuerza podría comunicarte, pero sí la seguridad de mi constancia.
Mira. No había leído lo de hoy cuando te he comentado lo anterior. Léelo y piensa en que he estado disfrutando leyendo lo que dices durante más de media hora, pensando en ello y comentándotelo. Ese tiempo no te lo he dado, lo he recibido de ti.
Durante ese tiempo no ha habido nada más importante que tú para mí y mi vida ha sido más agradable por tu culpa.
Y has sido mi epicentro.
Y lo serás siempre que pueda leer lo que escribes.
Sabrás que te soy sincero si piensas que, de no haberlo sido, haría ya mucho tiempo que habría acabado este comentario.

Sígue deseando ánimos para que pueda dártelos cuande me pase por aquí otra vez.

Muchos besos y muchas gracias por los buenos ratos que paso contigo.

Anónimo dijo...

Hace ya bastante tiempo que te leí por primera vez y todavía me acuerdo.
Cada vez que he tenido contacto contigo desde entonces ha sido motivo de alegría.
Supongo que ya te lo habré dicho pero eres especial.

Pronto serás el epicentro de algún universo.

Anónimo dijo...

En ocasiones no nos damos cuenta de que somos el epicentro de gente a la que no prestamos atención... estoy seguro de que, tal y como se ha dicho en los comentarios, causas más de un terremoto involutario...

Anónimo dijo...

eso es muy sano
pensar en uno mismo de vez en cuando
darle la vuelta al mundo y por una vez q te escuche
suerte con el intento y animos

coco dijo...

Venga, yo te lo digo: me haces la vida más agradable, o alguna tontería similar.

Y sí, lo de la mesilla de noche también es de chocolate. La mala noticia es que tiene textura de natilla, así que no sirve para mucho más que para subir el azucar. Eso sí, los huevos, siguen llevando sorpresa.

Besito.

Anónimo dijo...

He llegado a la conclusión de que hace falta nacer de otra madera y de otra pasta para dejar de ser la escuchadora, el hombro y el pañuelo. Cuando alguna vez se te ocurre por un momento pedir alguna oreja para ti, te miran asombrados, como no creyéndose que puedas tener un momento de debilidad o de necesidad.
Tendríamos que nacer otra vez para no pedirnos ser orejas andantes.

BesoS

GLAUKA dijo...

Te quejarás ... ya te ha salido Rojas y te ha puesto como una reina!!!!
Tienes suerte, por si no te habáis dado cuenta, ya que por un lado eres fuerte (lo que significa que, vale, seguirás siendo el mástil de todos tus aledaños) pero tamibén te tienes a tí misma.
Y pro si fuera poco, YA ERES EL EPICENTRO DE ALGUIEN!!!

Besos de entendimiento, no te haces idea de cuánto.

Isthar dijo...

Cómo me suena esa primera parte y esa necesidad. Paciencia, al final con suerte se encuentra ese alguien-

Buscador Incansable de Tiempo dijo...

Hasta los corazones de acero necesitan a veces descansar... apoyados en algun otro...


besitos...

Seilgard dijo...

Quizás no te des cuenta, pero el “epicentro” probablemente seas tú.
Besos.