Hacerles frente. Sin miedo.
Meterlos en cintura. Con mano dura.
Ahuyentarlos. Espantarlos. Alejarlos.
¿Qué tal sodomizarlos?
Poderles. Ganarles la partida.
Hacerles un corte de mangas. Descaradamente.
Reírme en su cara. Sin disimulos.
Sacarlos a bailar. O incluso coquetear con ellos.
... Cualquier cosa excepto dejarme vencer por ellos.
¡Ay, qué poco me gustan mis fantasmas!
lunes, octubre 09, 2006
Bye bye
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10 comentarios:
Son unos capullos... seguro que es recíproco.
¿Viste la peli "Cazafantasmas"? A veces me pregunto cuánto dinero ganarían con aquella película...
A mi me gusta que les saques a bailar.
Besos
Mi estimada Luna MAdrileña...a tus fantasmas quitales la sábana...no sabés que mal les pone verse desnudos...se van sin despedirse.
besitos fantasmagóricos
marcelo
:))
Los fantasmas a veces se disfrazan de sueños como Zeus de polvo dorado para seducirnos.
Pero se les nota que son pesadillas porque meten miedo.
Dispongamos entonces nuestra apariencia más decididamente amenazadora para darles más miedo del que provocan.
O sea hagámonos fantasmas de fantasmas que seguro que a ellos tampoco les gustamos.
Besos.
A los fantasmas.. hay que tirar de esa sábana que los cubre, y ver si son tan valientes desprovisto de "su coraza". Dejarse vencer por ellos...NUNCA!!
Animo Luna!
Es mejor convivir con ellos en armonía aunque mejor no dirigirles la palabra porque te pueden llamar loca.
Teniendo las cosas tan claras no tengo duda de que podrás con ellos.
Si lo necesitas, siempre puedes pedir refuerzos ;)
Te voy a contar un secreto: los fantasmas no existen, están solo en tu cabeza así que sácalos de ahí y pégales una buena patada.
Llevatelos de copas para que se hagan tus amigos
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