A veces, es eso todo lo que necesito.
Una mano donde agarrarme, que me diga por dónde debo ir y por dónde no.
Que me enseñe el camino.
Que me coja con fuerza, que me guíe.
Que me lo ponga fácil.
Una mano fuerte pero dulce.
Sí, fuerte. Muy fuerte.
Una mano que me diga ven.
Decidida pero no incisiva.
Una mano que me acaricie.
Que escriba en mi piel.
Que baile por ella sin necesidad de melodías.
Que se pierda en mi cuerpo sin querer buscar la casilla de salida.
Una mano dice mucho.
Dos, ni te cuento.
miércoles, octubre 18, 2006
Mano
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14 comentarios:
Una mano que no te suelte jamás y te lleve al mundo de los deseos y pasiones, ese lugar en el que la felicididad es el estado natural y nunca hay tormentas, ¿a que sí?
Una mano dice mucho.
Dos, ni te cuento.
Me encanta este final, y también me agradan las cursivas de ese
Una mano que me diga ven.
Gracias por tu visita.
Cuando se habla de manos no puedo evitar un estremecimiento al pensar en el roce deseado de la de la mano de la persona deseada que conservo como cicatriz largamente guardada sobre una piel sedienta.
Pero tampoco podré evitar el recuerdo de las del ciego Manolo con quien compartí estudios y afanes y en cuyas manos, mutiladas por la misma explosión que de pequeño le cegó, dibujaba las curvas que el profesor de álgebra escribía en la pizarra, y que se partía de risa cuando yo colocaba mis dedos sobre sus páginas en Braille y no era capaz de acertar la posición de los puntos que él leía a velocidades imposibles. Nunca olvidaré lo que una vez me dijo: "No sabría explicar lo que me recorre por dentro cuando leo, como en Braille, el cuerpo de una mujer".
Yo sí le entendía.
Quizás son esas manos las que necesitamos.
Manos que hablan y escuchan cuando tocan.
Besos.
Me ha encantado el final, al igual que pazzos.
Y... es cierto, no hay nada mejor como sentir que te sujeta una mano muy fuerte.
En ese caso, lo mejor es buscar unas esposas y tratar de agarrarte por el máximo tiempo posible (siempre, consentido, claro está).
Besitos.
Es bueno intentar ser autosuficiente. ¿Te has dado cuenta de que tú tienes dos manos? Quizás puedas ayudarte mientras otras manos vienen y van.
Bechitos.
el roce de las yemas de sus dedos en las yemas de mis dedos, esos segundos de tensión mirándonos fijamente a los ojos.
Pero son tan difíciles de encontrar...
¿QUE DICEN LAS TUYAS?
Hmmm, bonita pregunta, anónimo.
Dicen... todo lo que tú quieras escuchar.
El problema es que las manos suelen ir pegadas a un cuerpo, y te tienes que llevar todo el pack.
A veces no solo es la mano lo que cuenta :)
Manos, ciberneticas ellas, pero manos al fin y al cabo, te ofrezco en este momento :)
El post es precioso.
besitos
Seguro que hay muchas a tu alrededor. Estoy segura.
- marchando una de MANO!!!
- Oido cocina...
con lo facil que es estirarla en un solo gesto y lo mucho que a la gente le cuesta...
besos
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