viernes, noviembre 11, 2005

Olores

Cojo el ascensor de mi oficina en la planta quinta. Alguien lo para en la tercera. Se sube una chica a la que no conozco de nada.

Ella: Aquí huele a bollo.

Yo: ¿Cómo dices?

Ella: Sí, que aquí huele a bollo. No sé..., como a pastelería. ¿No lo notas?

Yo: Pues no... Bueno, como no sea mi colonia. Es de vainilla.

Ella: Espera, a ver.

Se acerca a mi cuello. Mucho. Mete su nariz literalmente en mi cuello. Si en ese momento hubiera entrado alguien hubiera pensado algo raro.

Ella: Joder tía, ¡qué bien huele!

El ascensor llega a la planta baja. Ella se va corriendo.

Reflexiono mientras me río: En muchas ocasiones me han llamado dulce. ¡¡¡Pero bollo!!!

5 comentarios:

MAGU dijo...

Yo soy de esos que persiguen olores ...

Lunarroja dijo...

yo también

Golfo dijo...

Igual era un juego de palabras...
el caso es que no le falta técnica a la paya. No me la apunto pero la tendré en cuenta.
Nunca se sabe... hay trenes que no pasan dos veces -me dijo mi papá.
Hay ascensores también.
Hay ascensores.
Ay.

Luis Caboblanco dijo...

Me encantan los olores... dicen mucho de las personas.

Anónimo dijo...

Bueno a mi me molestaba mucho que me dijeran que era muy dulce cuando hubo un periodo de mi vida en que tenía diabetes.
Y va totalmente en serio...