martes, noviembre 22, 2005

Sin voz

Está claro que la buena salud es uno de los factores más decisivos para nuestra felicidad y que no siempre valoramos en su justa medida. Yo llevo un día (¡y ya me subo por las paredes!) con una simple faringitis que me ha dejado baldada y fuera de juego; con la fiebre justa para sentirme sin ganas de nada; y sin apenas voz para comunicarme con quien quiera oirme.

Tengo la sensación de que cuando nos encontramos mal (aunque sea por un transitorio catarro) es cuando de verdad nos damos cuenta de lo importante que es estar sano. ¡Ay, qué tontos somos y cómo nos gusta complicarnos la vida!

Cuando esta mañana, después de una noche bastante pachucha, no he tenido fuerzas para levantarme, me he propuesto que cada día que me levante me dedicaré una sonrisa por estar sana.

Hoy no termino con pregunta. Hoy sólo digo:

Salud.

6 comentarios:

Darko dijo...

Tienes razón, y cuando volvemos a estar bien, volvemos a preocuparnos por lo que no merece la pena...
Un beso.

Elena Martín dijo...

Yo por las mañanas no soy persona, pero si consigo acordarme también sonreiré por eso...además de por meter la mermelada en el cajón de las servilletas, o el cepillo de dientes en el de los peines... que luego a ver quien lo encuentra...SALUD para todOS ;)

Isthar dijo...

Pues lo importante ahora es que te cuides mucho ¿vale?

A veces el cuerpo nos pide un descanso de la única manera que sabe ;)

Un besazo

Pipero dijo...

Lo lamento, se pasa mal, tanto por la fiebre, como por el esfuerzo por comunicarse, y lo "doloroso" que es... Ya no sólo por sentirse mal sino por este último hecho, el tema de las dificultades de comunicación también se pasa mal.
Te deseo mucha salud. Cuídate y que esa sonrisa que dices que tendrás cada mañana, no decaiga.
Besos!

S
PD: Por cierto, Salud! es un saludO revolucionario...

Anónimo dijo...

Cuídate y sobre todo, cuídate esa sonrisa, no podemos dejar que se ponga pachucha.
Yo ando estos días algo pocha también, aguantando como puedo.
Salud y besos

Lunarroja dijo...

... Es que yo soy muy revolucionaria, Pipero...